Capítulo cinco.

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BRUJAS.

A las cuatro con treinta minutos, la joven pareja apareció frente al número 12 de Grimmauld Place.

Cuando la puerta se abrió tanto Hermione como Ron soltaron una gran carcajada. Ahí, bajo la puerta Harry llevaba unos horribles ojos saltarines, y unos tremendos dientes. Más grandes que los que un día tuvo Hermione. Tenía manchas en toda la ropa, y no hacía falta decir que olía muy mal.

-Pero Harry, ¿Qué te pasó?- dijo Ron queriendo tocar uno de sus ojos saltones.

-Pasen, y guarden silencio. Le dije a Andrómeda que podía quedarme con Teddy toda la semana, ¡no llevo más de dos días con él y no lo aguanto! Llora todo el tiempo, no habla para nada, y para el colmo ¡no deja de imitarme!

-JAJAJA,pero él es un ángel, cuando Ron y yo lo cuidamos siempre pone su cabello color rojo, y unos rulos hermosos. Es tan adorable, Harry.

-No, no es adorable. ¿saben? No quiero tener hijos ¡nunca!

Justo cuando gritó la última palabra, en la habitación de arriba se escuchó un fuerte llanto.

-Genial- bufó Harry.

-Yo iré con él- dijo Ron.

Hermione miró a Harry y aguantando la risa agitó la varita. Harry estaba como nuevo.

-Sí, bueno, lo del baño... encargate tú.

-¿Lo oyes? Ya no llora. ¿Qué diablos le hizo Ron?

-¿Será un buen padre?- no pudo evitar sonrojarse y mirar la escalera- Harry James Potter, ¿Qué piensas hacer con esas cabezas? ¡es un insulto para ellos estar ahí!

Harry miró hacía donde las cabezas de los elfos estaban. No quiso pensar en los insultos que le daría Kreacher cuando le dijera que se dasharía de ellas.

-Lo sé, pero primero me desharé del niño azul, luego ya veré.

-Si quieres me lo puedo llevar- Ron iba bajando con Teddy en brazos, la imagen resultaba tierna, era un mini Weasley- Hermione y yo lo haremos, lo cuidamos bien.

-Le prometí a Andrómeda que lo tendría yo. Además es mi ahijado.

-Como quieras, cuando Ginny lo vea se volverá loca. ¡ella ama a los bebés!- le dijo Hermione.

-Pues creo que tendrá que dejar a Harry, ya lo escuchaste ¡no quiero tener hijos nunca!- Hermione rió ante el comentario de su novio.

-Bueno, lo siento Harry. Te hartas de Teddy, te despides de Ginny- le dijo Ron.

-Damelo- Harry cargó al pequeño bebé y de inmediato el cabello de Teddy pasó de rojo a negro. Y una graciosa cicatriz apareció en su frente - ¡No lo hagas! Esa marca es horrible- le dijo Harry- cuando tenga hijos espero sean pelirrojos.

-Harry me sonrojas, pero Hermione está aquí cielo- Ron movió sus pestañas y sus amigos rompieron en carcajadas.

-Dejando a un lado el hecho de que Harry ya quiere tener hijos, y que posiblemente algún día me dejes para irte con tu mejor amigo- le golpeó el hombro a Ron- el ministro de magia nos hizo saber a Ron y a mí que nos quieren en una hora en el departamento de seguridad mágica.

-Y fue muy inoportuno, de verdad. Hermione y yo estábamos en pleno...

-Cállate- le dijo Harry poniendo su mano en la cara del pelirrojo- no quiero saber.

-Que asco, hueles a zanahoria- le dijo el pelirrojo limpiando su cara con una toalla que vio en el sofá.

-Ya por favor, Harry tenemos que llevar a Teddy a casa.

COMO UN SUEÑO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora