En este mundo medieval dividido por reinos y donde la magia es considerado algo normal, nuestro "héroe" se encuentra reposando en la habitación de una posada hasta que algo lo distrae de su reposo.
-¡Con un demonio, ya pagame lo que me debes o largate de mi posada maldito zángano!-. Grito el posadero.
-Lo haré cuando consiga dinero, ya larguese viejo molesto-. Se escuchó del otro lado de la puerta.
-Ya van dos semanas con la misma excusa, esta vez vine preparado, saquenlo muchachos-.Respondió el posadero.
De repente, dos hombres altos y robustos derrumbaron la puerta.
-Oh, hola chicos, cuanto tiempo-. Exclamó el héroe con una sonrisa burlona.
-Ahora no tienes escapatoria Frozzer Blades-. Dijo uno de ellos.
-O tal vez ustedes son los que no tienen escapatoria-. Respondió Frozzer.
Los dos matones se vieron entre ellos, cosa que Frozzer aprovechó para escapar.
-Adiós gigantones- gritó mientras huía por la ventana.
-Un segundo mas y me hubieran molido a golpes, supongo que ahora tendré que dormir en el bosque de nuevo-.
Mientras decía eso logro divisar a lo lejos un puesto de armas, muy al fondo del mercado del pueblo.
-Nunca antes vi que vendieran armas por aqui- se dijo para si mismo.
Revisó su pequeño saco con monedas.
-12 monedas de oro, no es suficiente, una buena espada costaria mínimo 50, tal vez pueda hacer un trueque-.
Dejó caer el pequeño morral que cargaba en su espalda y buscó algo que pudiera intercambiar o vender.
-Vamos a ver, un cuchillo viejo, un mapa del reino, una brujula, nada de lo que deba deshacerme-dijo desanimado.
-Un momento, ¿Qué es esto?-
Al fondo de su morral encontró doblada una túnica negra con una gran capucha.
-No es algo que valga mucho pero me servirá para que no me reconozcan esos mastodontes-.
Se la puso y se colocó la capucha, esperando pasar desapercibido, comenzó a merodear por el bazar buscando alguna presa fácil de robar, ya qué nuestro héroe no era precisamente uno al principio.
-Hay demasiados mercenarios y caballeros por aquí ¿Habrá alguna reunión en el palacio?-. Se preguntaba.
-Con tantas personas fuertes y armadas ni siquiera yo podría escapar si me descubren robando-.
Siguió pensando sus cosas hasta que una cabaña llamo su atención, en ella se podía apreciar un letrero de madera con una espada tallada.
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Frozzer
AdventureSigue la historia de Frozzer, un ladrón holgazan bueno para nada, con un deseo vago de venganza hacía los que le quitaron todo en un pasado, sin embargo, cuenta con la ayuda de sus leales compañeros y la espada más difícil de blandir, gracias a esto...