Frozzer

XIV. Secuestrado

-¡Quitense de encima!- gritó Frozzer mientras era aplastado por todos los miembros del gremio.

-Oh, parece que El Cuchilla Negra está siendo recibido de una manera especial-. Rió Ragno.

-¿Estás bien?-. Preguntó Jaleos.

-¡¿Te parece que tener a tipos aplastandote es estar bien?!-. Contestó Frozzer.

Los hombres se levantaron uno a uno y, como si hubieran ensayado, realizaron un reverencia mientras decían al unísono.

-Le agradecemos por honrarnos con su presencia gran Cuchilla Negra, lamentamos el reciente altercado, esperamos que comprenda que nuestra felicidad y emoción fue tan grande que no pudimos contenernos al verlo-.

-No hay problema, pero, ¿Ustedes son el gremio?-. Preguntó Frozzer mientras se levantaba.

-Así es, somos los miembros del gremio de el Cuchilla Negra, los que protegeran al Cuchilla Negra sin importar contra que peligro tengan que luchar-. Respondieron todos al unísono.

-Oigan, ¿Por qué usan esos trajes ajustados?-. Preguntó Náty a carcajadas.

Un hombre, con larga y frondosa barba, se puso de pie, y, con una mirada íntimamente, preguntó.

-¿Quién es esta niña que se atreve a burlarse de nosotros?-.

-Es el familiar del que ustedes llaman El Cuchilla Negra-. Respondió Jaleos.

-¡¿Es eso cierto?!-. Preguntó el hombre con barba.

-Lo es-. Dijo Frozzer.

-¡Lamentamos mucho nuestra osadía, por favor perdónenos familiar de El Cuchilla Negra!-. Gritaron todos al unísono.

-Cambiando de tema, Ragno dijo que ustedes cuidaban de la cortadora del vacío ¿Como fue que la obtuvo Frozzer?-. Preguntó Jaleos.

-Ah, eso, un anciano me la regaló en una armería pensando que era de la realeza-. Contestó Frozzer.

-Pero, si ellos cuidaban la espada, ¿Como llegó a esa armería?-. Insistió Jaleos.

-La Cortadora del Vacío es capaz de encontrar a su portador donde sea que se encuentre-. Dijo Ragno.

-Pero el hombre que me la regaló parecía conocerla muy bien-. Dijo Frozzer.

-La Cortadora del Vacío es capaz de muchas cosas, ni siquiera nosotros hemos sido capaces de conocer su límite, puede que haya alterado los recuerdos de ese hombre o algo así-. Contestó Ragno.

-Que una espada pueda hacer cosas así es muy extrano-. Dijo Jaleos.

-Pero es genial ¿No?-. Dijo Náty.

-Bien, ahora ya conoces a todo el gremio, es hora de que vuelvan por donde han venido-. Dijo Ragno.

-Pero si nisiquiera se sus nombres, además ¿No piensas enseñarme cosas sobre Rezzord?-. Preguntó Frozzer.

Sin embargo, los cuatro se encontraban de nuevo en el camino donde habían encontrado a Ragno, justo delante de Frozzer había un sobre rosa, el cual recogió, dentro se encontraba una carta que rezaba: