VI. El extraño caballero

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Cuando Frozzer y Náty terminaron de hablar, ya comenzaba a salir en el sol.

-Supongo que debemos irnos, antes de que los guardias me reconozcan, hay que buscar un lugar para dormir y comida-. Dijo Frozzer.

-Está bien, será mejor apresurarnos-. Respondió Náty.

Mientras bajaban del tejado y escapaban del dueño del bar, que los perseguía pensando que intentaban robarle, alguien los observaba desde un callejón, tenía un mano una cartel, el cartel de "Se busca" de Frozzer.

-Aquí no dice que viaje acompañado, no me queda mas remedio que preguntarle-. Pensó aquel hombre.

Frozzer y Náty ya se encontraban saliendo cuidadosamente del pueblo, siguieron el sendero hasta que alguien los hizo parar.

-Ustedes dos, ¿Podrían esperar un momento?-. Se escuchó.

Al darse la vuelta, pudieron presenciar a un hombre que vestía muy elegante, llevaba un sombrero de copa y un monóculo, sin embargo lo que mas captó la atención de Frozzer fue el estoque que llevaba a un costado.

-¿Que quieres?-. Preguntó Frozzer.

-Primero permítanme presentarme, soy Sir Vladimir Jaleos IV, un caballero independiente dispuesto a servir a quien me lo solicite, soy un mago habilidoso, pero también soy muy hábil en el arte de la espada, principalmente la esgrima, sin embargo, no vine aquí a presumir mis talentos, estoy aquí para hacerte una pregunta-.

-Tu nombre es muy largo de pronunciar, ¿Te molesta si solo te llamo Jaleos?-. Dijo Frozzer.

-En lo absoluto, pero primero te pido que respondas a mi cuestión-. Respondió Jaleos.

-Entonces pregunta-. Dijo Frozzer.

Jaleos sacó de su traje un papel, era el cartel de Frozzer, se lo mostró y preguntó:

-¿Eres tu la persona que se encuentra retratada aquí?-.

-Frozzer, no digas nada, probablemente querrá entregarte-. Dijo Náty, que se encontraba invisible en ese momento.

Frozzer se quedó un callado unos segundos y respondió:

-Si, soy yo ¿Qué quieres?-.

-Devuelve la copa real y no te lastimaré-. Advirtió Jaleos.

-¿Y exactamente como piensas lastimarme?-. Preguntó Frozzer.

-Tendré que inmovilizarte, aunque pierdas tus extremidades-.

-Entonces intentalo, porque no pienso darte nada, no obedezco a nadie, y menos a un mago-. Dijo Frozzer con una sonrisa.

-Si así lo quieres, no me dejas opción-. Respondió Jaleos.

Al momento de terminar la oración, tomó su estoque y mas veloz que un rayo se lanzó contra el brazo izquierdo de Frozzer, sin embargo su intento fue en vano, ya qué su arma impactó con una pequeña daga, era la daga de Náty, que acababa de hacerse visible.

-No te preocupes Frozzer, yo te protegeré-. Dijo Náty.

-Disculpe señorita, pero no es mi intención lastimar a una niña, le pido que se mueva antes de que pueda salir lastimada-. Dijo Jaleos.

FrozzerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora