Capítulo 3.

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Liam, Niall y Louis cargaron los maletines en el coche mientras Zayn y Harry estrechaban manos con el grupo de latinos. Volvieron al coche y, desde ahí, vieron como el nuevo grupo sonreía irónicamente.

-Menos mal que esto se ha acabado-dijo Liam desde la parte de atrás.

-No te engañes, Liam, esto solo acaba de empezar.

Arrancaron y se dirigieron cada uno a sus respectivas mansiones. 

-Harry, ¿puedes venir a casa un momento?

El rizoso miró a Zayn, sacudió la cabeza peinándose y, tras suspirar, asintió. Ambos chicos entraron en la casa del moreno tras despedirse de los demás. 

-Dime-dijo Harry sentándose en el sofá.

Zayn se sentó frente a él.

-Necesito que te encargues de llevar la droga mañana a los almacenes del club. Dásela a Effy y dile que la guarde donde siempre, ¿vale?

-Ajá.

-Y por otro lado, ¿qué vamos a hacer con ese grupo nuevo? 

-¿Por los Nueva Generación esa? Yo ni me preocuparía, es un grupo de niñatos que no saben lo que hacen. Como sigan metiéndose en tratos cerrados, se los cargarán antes de que puedan contar tres. 

-Pues yo no pienso igual-contestó el chico aflojándose la corbata-. Thomas me habló de ese grupo hoy por la mañana, me dijo que iban a ir a por todas. 

-¿Qué dijo Marc?

-Nada, pero estoy seguro que lo dirá en cuanto lo sepa. 

-No sé, Zayn, yo creo que no son algo de lo que debamos preocuparnos.

-Por si acaso, tenédlos vigilados, ¿vale?

-Vale. ¿Puedo irme ya? Me muero por ver a Effy.

Zayn sonrió.

-Claro, vete a arreglarlo con ella, pero no te olvides de decirle lo de la droga. No quiero tener sorpresas.

-Tranquilo.

Chocaron sus palmas como cada vez que hacían un trato y se despidieron. Zayn volvió a quedarse solo, con la única compañía de sus cigarros. 

A la mañana siguiente, el chico se levantó tarde. Estaba cansado, no quería hacer nada, aunque tampoco tenía nada que hacer. Hizo unos cuantos largos en la piscina y subió a la ducha. Margaret no estaba, pues tenía el día libre. Se puso un traje negro, pero sin la chaqueta, empezaba a hacer calor. Montó en su coche y condujo hasta el club que estaba situado en el centro de Londres. Entró y, como era ya habitual, todas las chicas se acercaron a él. Todas se morían por pasar una noche entre sus sábanas, por tener algo que contar con sus amigas y algo de lo que presumir. Aquella chica que se acostaba con Zayn Malik -pocas últimamente- tenía la oportunidad de disfrutar de grandes cuidados durante el tiempo que durase su romance. El chico paseó la mirada por el local. Tras la barra se encontraban Harry y Effy disfrutando de una copa y por lo que él pudo observar, ya habían arreglado sus problemas.

-Esto te lo descontaré del sueldo, rubia-bromeó Zayn acercándose a ellos. 

La chica le sacó la lengua y él se sentó.

-¿Habéis guardado la droga?

-Sí, Zayn-dijo Harry con voz cansada.

-Sabes que no podemos arriesgarnos, tenemos a la policía encima.

-Ay, tranquilo, hombre-dijo la chica-. Mira, tómate una copa y esto...

Sacó una pequeña bolsita con polvo blanco y se la entregó al chico.

Gunpowder. (Pólvora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora