Epílogo.

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La chica recogió su pelo rizado en una coleta alta y se ajustó la camisa blanca. Salió del baño buscando a su esposo. Sí, se había casado con Zayn Malik, y la había hecho feliz durante ocho años de matrimonio. Cruzó el gran ventanal de la terraza y el húmedo aire de México la golpeó con fuerza. Como todos los días, hacía calor. Sonrió y caminó por el suelo que les mantenía a más de 2 metros de la arena de la playa. Se sentó a su lado y él pasó un brazo por encima de sus hombros y la besó suavemente en los labios. 

- Estás preciosa.

-Eso es que me miras con buenos ojos. 

Cerraron los ojos y disfrutaron del sol que caía sobre ellos. Aquello era lo más parecido al paraíso que ambos habían experimentado. 

-¿Está todo listo ya? Los chicos llegarán pronto.

-Tranquila-dijo el chico alargando la última vocal-. Está todo preparado. ¿Tienes ganas de verlos?

-Muchísimas. 

El timbre de la puerta sonó y la chica se levantó corriendo.

-¡Ah!

Su grito de emoción se perdió cuando entro en casa apresuradamente. Zayn rio y entró detrás de ella. Cuando llegó a la planta baja de la casa, vio a su mujer abrazada a una rubia de pelo largo y a su mejor amigo detrás de ella. Se dieron un fuerte abrazo y luego saludó a Effy. 

-Guau, Effy, estás preciosa. Qué morena.

-He tomado un poco el sol. 

Todos se sentaron alrededor de la gran mesa de nogal repleta de comidas típicas mexicanas e inglesas. 

-¿Sabéis algo de los demás?-preguntó Ronnie cogiendo una fajita.

-Sí, yo se que Niall ha vuelto a Irlanda y ha montado una fundación para ayudar a los drogadictos a dejarlo. Está haciendo campañas anti-droga por los institutos de Irlanda, concienciando a los jóvenes del peligro de la droga y todo eso-dijo Harry.

-Liam y Danielle se fueron juntos a Roma después de casarse y Liam montó una empresa de espectáculos. Dani es la que se encarga de organizar los castings y seleccionar a los artistas. Por lo que he sabido ultimamente, les va bastante bien. 

-¿Y Eleanor...?-preguntó Effy débilmente. 

-El se fue a París con su hermana-dice Ronnie-. Hablamos el otro día por Skype y me dijo que puede que haya encontrado a alguien. 

-¿Sí? Pues que bien, se lo merece.

-Ajá.

Se hizo un pequeño silencio, el cual era solo roto por el ruido de los cubiertos al chocar contra los platos. 

-Bueno-dijo Effy animada-, ¿y qué es de vuestra vida?

Ronnie y Zayn se miraron sonrientes. 

-Nos va genial-contestó el moreno.

-¿Y qué tal los niños?

-Muy bien, están jugando en la playa. 

Los ojos de la rubia comenzaron a llenarse de lágrimas.

-Ay, joder, soy gilipollas. Es que os he echado mucho de menos. 

Las dos chicas se levantaron de la mesa y se fundieron en un gran abrazo mientras Harry y Zayn recogían la mesa. 

-¿No tienes un servicio que hace esto por ti?-preguntó Harry enfurruñado.

-Sí, pero hoy les he dado el día libre para que tuvieses que limpiar tu.

Pasaron la tarde hablando de sus vidas, de cómo eran y a qué se dedicaban. Al final del día, los cuatro estaban sentados en la pequeña terraza a pie de playa que poseía la pareja de la casa tomando unos mojitos. Dos niños morenos llegaron corriendo con el pelo mojado y unos bonitos bañadores. Entraron corriendo hacia la casa, hasta que Ronnie les paró.

-¡Eh, eh, eh! Sabéis que no se entra en casa mojado, me lo vais a poner todo perdido. Además no habéis saludado a nuestros invitados-concluyó con una sonrisa. 

Los dos niños se giraron y sus caras se iluminaron cuando vieron a la pareja.

-¡Effy! ¡Harry!

Ambos se lanzaron a los brazos de sus padrinos, que les recibieron con besos y abrazos. 

-Louis, le has mojado la ropa a tu tía-dijo su padre en un tono de reprimenda. 

-Bah, no pasa nada, así tendré una excusa para quitarle algo de ropa a tu mujer.

Ambos rieron. 

-¿Qué tal estás, machote?-le preguntó Harry a su ahijado William. 

-Muy bien. Y mira, ya estoy casi tan fuerte como tú. 

Flexionó el brazo e intentó sacar músculo, cosa prácticamente imposible a sus siete años de edad. Los gemelos habían nacido un año después de la boda y los padres habían elegido a Effy y a Harry como padrinos por su buena amistad. 

-Venga, ahora secáos con estas toallas e id a bañaros. Vamos a ir a cenar fuera. 

Los dos niños obedecieron a su madre y desaparecieron por la puerta. 

-Nosotros también estamos intentando tener una niña-dijo Effy sonrojada.

-¡Oh, eso es genial!-gritó Ronnie emocionada. 

-Queremos que sea niña la primera, y el segundo niño.

-Bueno, cariño, tampoco te precipites que primero habrá que acertar-dijo Harry, que se había puesto blanco de repente.

Todos rieron y el rizoso dió un largo trago a su bebida, vaciando el vaso. 

Una niña morena de pelo rizado y grandes ojos color miel llegó hasta la terraza corriendo torpemente y agarrándose de la camisa de Ronnie, que sobresalía por encima de sus pantalones cortos. 

-Hola, peque.

La cogió en brazos y la sentó en su regazo. Zayn se levantó a llenarle el vaso a su amigo y le dio un corto beso en la cabeza de paso. 

-Hola, Gabi-saludó Effy con tono dulce-, que mayor estás ya. 

-Dile hola a tu tía-susurró Ronnie.

La pequeña sacudió la mano suavemente y se escondió en el pecho de su madre sonrojada. 

-Es igual que su madre-dijo Harry con una media sonrisa.

Ronnie se sonrojó levemente y todos se rieron.  

La puesta de sol estaba llegando a su fin cuando Ronnie agarró de la mano a su amiga Effy. Su pelo rubio brillaba con destellos rosas por culpa del reflejo de la puesta de sol en el mar. 

-Por favor, prometedme que volveréis por aquí más habitualmente. Sé que estamos lejos pero os echo muchísimo de menos. 

-También podéis ir vosotros a Australia-se quejó Harry-, esto están el culo del mundo. 

Zayn le dio un suave golpe en el pecho y ambos se rieron. 

-Nos veremos más a menudo, eso te lo aseguro. Quiero seguir viendo crecer a mis sobrinos-dijo la rubia.

-Y nosotros queremos ver crecer a los nuestros.

La afirmación de Zayn hizo que las mejillas de Harry se tiñesen de un color cálido, casi llegando a sonrojarse.

-¡El mismísimo Harry Styles se ruboriza! Oh, Effy, ¿qué has hecho con este hombre?

Los cuatro estallaron en carcajadas, incluso Harry. Ronnie y Effy volvieron a mirarse. Se habían hecho una promesa tiempo atrás de la que nadie sabía nada y no pensaban romperla. 

-¿Prometido?-preguntó la morena.

-Prometido-corroboró la rubia.

Y, bajo una puesta de sol carmesí en la costa de México, se selló una promesa con unos mojitos y varias sonrisas. 

Gunpowder. (Pólvora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora