Esta mañana me desperté y me sentí con fuerzas para poder mover montañas, sentí que con un suspiro que pudiera salir de mi boca haría embravecer a las mareas, que con solo gritar al mundo lograría cualquier cosa, que al reír provocaría la alegría en los niños, que al saltar podría crear terremotos llenos de vida, que con el cantar de mi voz los animales se me uniesen en una orquestra alrededor del espacio, que al llorar las nubes me harían compañía, y sobretodo sentí que al soñar, lograría lo que más deseo, poder huir y no estar encerrado en esta habitación, en este edificio... No me gustan estas paredes blancas, solo me recuerdan lo vacío y muerto que estoy, sin poder sentir, sin poder gritar, sin poder reír, sin poder saltar, sin poder cantar, sin poder llorar...
Me mantienen con vida, con agujas y tubos conectados a mí... ¿Para qué? Dejadme por una vez cumplir todo lo que siempre soñé, dejadme descansar, dejad de halagarme por seguir con "vida", dejad que me sienta vivo por única y última vez, dejadme poder volar hacia el cielo y poder al fin gritar, correr, lo que quiera, dejadme. Dejadme soñar libre.
Vengo a molestar para decir que me inspiré mientras escuchaba la canción que os dejo arriba, Ikitemasu, de Kaai Yuki.
¡Hasta la próxima!
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Escucha mi voz
PoesíaMi voz resuena en estas líneas, lee si quieres escucharla. Mil historias pasan por mi mente, mil pensamientos diferentes, mi pluma se encarga de representar lo que siento, en cada momento que pienso. Desde páginas y páginas a una...