Tiempo, de nuevo has sido protagonista en esta historia, apareciste desde la primera vez que abrí los ojos, hiciste que tarde se me hiciera y con demora me vistiera, preparándome para el día tan emocionante que me esperaba... Me hiciste esperar amargamente hasta el momento designado por las agujas del reloj, por culpa tuya llegué tarde, entonces hiciste que el segundo se detuviera, como si usaras tus trucos y me dejases estancado en la eternidad de su mirar, aún guardo en mis retinas el momento... Tan maravilloso lo hiciste ver con esa cámara lenta...
Tras eso lentamente parecías transcurrir, la diversión se hacía palpable y ya comencé a hacer notar la rapidez con la que hiciste pasar ese helado paisaje que a mí tanto me cautivó, aún así no me quejé, tampoco te habías pasado y me habías dejado tiempo para disfrutar...
El problema llegó cuando a su lado al fin pude estar, Tiempo... ¿Tanto te gusta vernos sufrir por ese momento tan deseado y arrebatárnoslo de esa manera tan cruel y espontánea? De verdad eres malvado, oh, dueño de nuestra vida, te ríes de nosotros y nosotros te lo recompensamos suplicándote más tiempo a su lado... De verdad te crees importante, y por desgracia eres, sin ti hoy no podría haberme estresado con el pensamiento de que nos odias y adelantas velozmente los momentos en compañía de gente que amamos, así como en los de sufrimiento reproduces a cámara lenta, esperando avisar la desesperación en nuestro ser en cada milisegundo que pasa... De verdad eres malvado, oh, señor del abismo.
No sabes el vértigo que produces, haciéndonos pasar un día en cuestión de segundos, y tras hacer «tic» despertamos deseando dormir cinco minutos más, y al reproducir «toc» soñamos con que más despacio nos hicieras conducir nuestro camino... Que diecisiete años llevo a mis espaldas, que diecisiete años se dicen pronto... Que guardo bajo llave recuerdos que me recuerdan a mi infancia como si fueran ayer, que recuerdos de hace una semana parecen tan distantes como esas montañas heladas que deseo coronar... Que eres ávaro con almas jóvenes llenas de energía, que eres amable con ancianos que ni respirar solos logran ya... Que tus gritos nos pegan fuerte en los recuerdos destrozados, y tus suspiros nos rompen en trozos el corazón. Que tus caricias nos destrozan el alma y tu encaprichamiento nos mantiene contra la espada y la pared, que no queremos ver ese hierro caer, que tememos que esa tela de araña cortes con tus saltos de júbilo... Que nos odias lo sabemos, que nos retas en la vida a emplearla a fondo algunos lo desconocemos. Que queremos saber tus intenciones, tus deseos del por qué tanto sufrimiento crear con tu existencia. Que nos hieres en donde más duele, que nos hieres en el interior, que lágrimas nos haces derramar, que dolor nos haces sentir.
Mírame, Tiempo, ¡por una vez mírame, maldita sea! ¡No me ignores! ¡No seas tan cruel con nosotros! ¡¿Por qué tanta diversión en vernos desfallecer?! ¡¿Por qué tal burla ante nosotros muestras?! ¡¿Qué mal hicimos?! Solo respóndeme... Por favor... Te lo pido... Manda una señal de auxilio a esta alma en pena que destrozas sus sueños y alegrías, ¿le vas a negar la felicidad a todo ser existente? Nunca pensé que alguien tan cruel podría existir... Ahora me doy cuenta... El malo de la historia es el que nos quita el tiempo de contarla, dejándola incompleta, inservible, con deseos sin cumplir por no tener tiempo a conseguir lo indispensable para partir, que sin sueños me quedaré por su culpa, pero este cuento llega a su fin, y el malo ganó esta guerra.
Y colorín colorado, cayeron del nido y enterraron allí mismo.

ESTÁS LEYENDO
Escucha mi voz
PoesíaMi voz resuena en estas líneas, lee si quieres escucharla. Mil historias pasan por mi mente, mil pensamientos diferentes, mi pluma se encarga de representar lo que siento, en cada momento que pienso. Desde páginas y páginas a una...