Estaba hecho.
Ya no había vuelta atrás.
Ya era imposible arrepentirme a estas alturas.
Mi nombre estaba allí, plasmado en tinta negra dentro de una de las casillas de ese papel después de haberlo escrito en aquel recuadro, siguiéndole a una buena cantidad de nombres antes que el mío. ¿Iba a ser una buena idea? No podría adivinarlo, pero cabía la posibilidad de que obtuviese los resultados favorecedores que le darían un desenlace satisfactorio a lo que tenía en mente. ¿Iba a ser una mala idea? Quizás. Quizás termine poniéndome en vergüenza, quizás todo resulte al revés. Quizás termine poniéndome en ridículo.
Y la gente ya no solo me recordará como la chica que fue abusada, sino también como la chica que fue abusada y pasó la vergüenza del siglo.
Pero tenía que intentarlo, debía intentarlo o no iba a estar en paz en lo que quedaba de día, de semana, de mes. Apenas vi el cartel en la entrada del colegio, no lo pensé dos veces y me dirigí hacia donde las inscripciones de aquel concurso de talentos se llevaban a cabo sin importarme que estaba llegando tarde a Ciencias Biológicas, coloqué mi nombre en la casilla vacía y me dije:
Si la gente quiere hablar, dales una mejor razón para que lo hagan.
No estaba segura de si iba a ser el mejor momento para dar a conocer ese oculto, ultra secreto y confidencial talento que hasta el sol de hoy solamente Yoongi conoce y que según su opinión era evidente y merecía ser reconocido, no sabía si estaba del todo preparada para pararme en un escenario al que asistirán cientos de personas y participaran alumnos mucho más talentosos que yo, pero la urgencia que sentía por actuar de una vez por todas y hacer que las personas del colegio dejaran de señalarme por lo que sufrí semanas atrás, carecían de límites.
Estaba. Colosalmente. Harta.
Cansada, exhausta, frustrada, irritada, ansiosa, inquieta, desesperada, nerviosa. Lo que sentía tenía un sinfín de emociones que se volvían cada vez más incontables, pero todas tenían solo una razón.
Escuchar a la gente seguir dándole atención al maldito tema me tenía con unas desmesuradas ganas de gritar, ganas de romper todo a mi paso, ganas de golpear lo que sea que se me atravesara. Necesitaba...no, anhelaba que por lo que más quisieran, dejaran atrás el tema de una vez por todas, ya habían pasado dos semanas, no entendía por qué seguía siendo tópico latente en este sitio. Quería que me ayudaran a superar esto y escuchar a los alumnos y maestros por los pasillos múltiples veces tocar el tema, juntar las palabras «Song Eunmi» y «violada» casi que, a diario, sin filtros, sin disimulos y sin importar que yo estuviese escuchándolos era una tortura psicológica constante, me hacían retroceder lo poquísimo que he avanzado en estos últimos días. Era como si con cada palabra grabaran a martillazos sobre mi subconsciente el hecho.
Ahora...un concurso de talentos ¿En qué mundo iría yo a pensar que en mi vida iba a participar en un concurso que no tuviera nada que ver con matemáticas, algebra, física o alguna rama de la ciencia sino más bien en algo artístico? En ninguno. Ni en Marte me habría esperado recurrir a esto. Ni siquiera tenía planeado lo que iba a hacer, vale, se supone que debía demostrar que podía dominar algún elemento artístico, tenía que demostrar algo que he estado ocultando toda mi adolescencia tan fervientemente por miedo a las críticas. Haberme inscrito fue un impulso de momento, pero no pensaba dar mi brazo a torcer, debo hacerlo, tengo que hacerlo. Solo necesito prepararme...
El pánico escénico, el miedo a las críticas, pares de ojos observando detalladamente mi demostración artística, opiniones distintas, perspectivas variantes, todo seguía ahí...no obstante, debía buscar la manera de despojarme de esos dilemas a como dé lugar. Aun así...
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Sellado ↔ MYG ff. ✔️(resubiendo)
Fiksi PenggemarEscuchar a Min Yoongi emitir palabra alguna era algo irrealizable, la mayor parte del tiempo solo pasaba desapercibido, y después de desarrollar en su infancia una condición que no se lo permitia, él simplemente...calló. Lo que Song Eunmi no imagin...