『Capítulo 24』

19.9K 2.7K 1.2K
                                    

Terminamos de comer, o bueno, yo termino de comer. Ya que, aparte de comer rápido tenía hambre. Toda la acción la hacemos en silencio, empujo mi plato con el dedo indice más adentro de la mesa y veo los cubiertos descansar sobre la carne asada que no comí. Bebo un poco de mi vaso de soda y alzo la cabeza para ver a Owen, que terminar de tragar y limpiar sus manos con la servilleta para luego observarme.

─ ¿Soy muy bello? ─Pregunta meneando las cejas, en ese baile gracioso que nunca pude reproducir. Y es que lo intenté, pero no me sale. Es frustrante.

─ Qué más quisieras tú. ─Sonrio y miro hacia los ventanales.

─ Admitelo Leyla, soy bello.

─ Admitelo Owen, eres un narcisista.

─ Me amo, no soy narcisista. ─Replica.

─ Oh no, claro que no. ─Me mofo de él y clavo mi mirada en sus iris verduzcones. ─¿Cuándo me devolveras el celular?

Apoya los hombros en la mesa y se inclina un poco.

─ Te lo he dicho ya Leyla, cuando la cita termine. ─Hago amago de pararme.

─ Entonces me voy yend...

─ Y me convenza. ─Me corta mirándome con una pizca de gracia. Bufo y vuelvo a acomodarme en la silla.

─ ¿Te parece gracioso? ─Custiono cruzándome de brazos y alzando un poco la barbilla.

Eleva uno de sus brazos, con el codo aún en la mesa y apoya su cabeza sobre su palma. Y abre los ojos como haciéndose el desentendido.

─ No, jamás. ─Niega.

─😂 Eres molesto. ─Refunfuño.

─ ¿Qué haces aquí si te molesto? ─Pregunta él, con un aire de cinismo.

─ No lo sé. ─Me encojo de hombros. ─ Tal vez sea por que un capullo me robó el teléfono celular.

─ Oh, que infeliz. ─Rie y yo lo miro con el ceño fruncido. ─ Pero vamos Leyla, puedes darle el beneficio de la duda.

─ ¿Qué beneficio de la duda? ¿De qué me hablas? ─Ironizo. ─ El muy capullo me robó el movil y luego fué tan cara dura de obligarme a venir a una cita por el.

─ Todos merecen el beneficio de la duda querida Leyla. ─Tiene razón. ¿Para qué negarlo si el muy hijo de su madre tiene razón?

─ Claro que lo tiene, pero dime ¿Qué harías tú si un capullo te roba y para colmo de males te obliga a ver su fea cara?

─ Punto uno: ¿Qué pasaría si el capullo en realidad no te robó el teléfono?
Punto dos: ¿Alguién te puso una pistola en la cabeza y te obligó a venir a la cita con el capullo?
Puno tres: Bombón, tu y yo sabemos que negando que te gusto no haces más que confirmarlo. ─Me guiña un ojos. Maldito capullo, feo y narcisista.

─ Oh claro, como si el celular misticamente hubiera salido caminando el solo de mi mochila e ido a parar a las manos del capullo. ─Rio sin humor. ─No, nadie me obligó a venir, y para que lo sepas capullo, ni siquiera eres tan lindo. ─Después de reír sin humor sonrío sinceramente al notar lo comico de la situación.

No me responde, solo se queda mirándome fijo. Parpadea de vez en caundo pero no omite ruido ni movimiento diferente al de la respiración.

─¿Qué te pasa? ─Balbuceo nerviosamente intentando dejar de sonreír como boba, y apartando un mechón de mi cabello negro, que se había corrido cayendo como un telón de cabello negro sobre mi ojo derecho, tras mi oreja.

❝Proyecto G❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora