Black Rose [Camren]

Capitulo 2

Camila's POV

Pedí las llaves de mi cuarto en secretaria. Antes de llegar a la que iba ser mi habitación este año, vi a alguien intentando abrir una puerta. Enseguida me di cuenta de quien se trataba, mi compañera de cuarto.

-Dinah si tu vida dependiera de abrir esa puerta ya estaría mandándole las condolencias a Milika y Gordon-.Dije apoyando un hombro en la pared.

-¿¡Eh!?- Dijo exaltándose- ¡Ay Mila, eras tú joder!- dijo golpeando mi hombro- Debes dejar de juntarte conmigo, se te pega lo sarcástica. No puedo abrir esta maldita puerta, estoy cabreada-.

-Eso veo, déjamelo a mí- Me dio las llaves, mire que tenían colgando el número de habitación. "Nº27" mire la puerta y palmee mi frente decía "Nº24".- Y tú vas a tener que dejar de juntarte conmigo Dinah, se te ha pegado lo torpe- le dije mostrándole que era el numero equivocado.

-Cambiamos de personalidad, sabía que este lugar estaba encantando- Dijo con hincapié en "encantado" simulando voz de misterio.

-¡Dinah!-. Dije poniendo los ojos en blanco mientras nos reíamos de sus incoherencias.

Cuando llegamos a la puerta correcta, entramos, sorprendiéndonos lo elegante y acogedora que era la habitación. La estructura que se veía por fuera y esta no encajaban.

El edificio eran grandes torres con similitud a la de castillos de siglo pasado, lo primero que se me vino a la mente fueron cuartos similares a un calabozo con camas de clavos y paredes con horribles gárgolas observándonos. Bueno no, quizás exagere.

Pero realmente me había sorprendido, viendo paredes blancas con marcos de madera oscura, cuadros de paisajes con ríos y montañas, dos camas con fundas bordo con almohadones a juego, cada una contaba con una mesa de luz, una lámpara y libretas con el símbolo de la Universidad. Parecía que nos alojábamos en un hotel 5 estrellas.

Dejamos las maletas a un costado y ambas nos tiramos en la cama para comprobar si eran cómodas tanto como se veían. Eran de resorte, así que costo solo dos minutos para que empezáramos a saltar sobre ellas cuan niñas pequeñas.

Estábamos en una etapa de la vida donde te conviertes en "adulto joven" pero eso no importaba cuando se trataba de Dinah y de mí. Nos conocíamos desde siempre ya que fue mi vecina por muchísimos años. Hubo un tiempo en el que estuvimos separadas por que sus padres tuvieron que mudarse momentáneamente a New York, habían abierto una sucursal nueva donde trabajaba Gordon, su padre.

Fue difícil, pero mantuvimos conversaciones por Skype casi todos los días. A los pocos meses los volvieron a traer a California. Habían contratado gente para la nueva sucursal y lo necesitaban de nuevo aquí.

Dinah volvió teniendo novio, Siope creo se llama, el cual habían cortado hace apenas unos días por que según Dinah "era aburrido a la distancia" el intento viajar, pero ella le dijo que no lo haga "porque lo que pasaba en New York debía quedar en New York". Nada, Dinah era simplemente Dinah y así la quise siempre.

Hace dos años que empecé la carrera de Bellas Artes. La única Universidad disponible cerca de la ciudad era Montreux. Así que como mi deseo era estudiar música y Dinah quería seguir con baile e interpretación de obras teatrales no fue coincidencia que decidiéramos venir juntas.

Y gracias a dios fue así, la academia podía tener ese efecto de ponerte los pelos de punta y la gente no era la más agradable, venían mucho de familias adineradas y padres con cargos muy importantes que obligaban a sus hijas a estudiar ballet o piano, entre otras carreras extenuantes y bien vistas por la gente de "alta estirpe". Pareciera que les obligaban a ser personas poco simpáticas y correctas.