Black Rose [Camren]

Capítulo 30

Veronica's POV

-Olvidé mi billetera en el bolso de Lauren, voy a buscarla. –me excuse.

No podía sacar de mi cabeza al joven de cabello negro, que paso a pocos centímetros de donde estamos, ese aroma tan particular a pino, solo podía pertenecer a Vincent.

-Al menos tienes la iniciativa de pagar el trago. –

-Sé cómo tratar a una dama. – me defendí antes de meterme entre la gente con sigilo y discreción, dando uso a mis habilidades. No lo veo por ningún lado, el maldito desapareció.

Vuelvo al bar, unos buenos tragos me vendrían genial. En el camino observo a Dinah hablando con una chica distinta, vestía elegante y llevaba un antifaz. No podía ver su rostro, pero ese chaleco ajustado le sentaba muy bien.

-Aquí estoy, tuve que recorrer medio salón para encontrar a Lauren. -Mentí, interrumpiendo su conversación. - ¿Ya pediste? – agregué acomodando mi antifaz.

-Linda. – dije acercándome a la barra, había un especial de bebidas, y mi favorita se encontraba allí, me trajo una extraña melancolía. - Te pido un Zombie para mi amiga... y para mí un Ruby Black Velvet. – pedí seductoramente, nunca estaba de más tener una presa nueva.

Se tensó y dejo de sonreír. - ¿Estas bien? - le pregunte en tono suave.

Ella levanto su vista y palidecí.

Esos ojos.

<<¿Cómo no me di cuenta antes?>>

- N-no puede ser...- El único ser que podía hacer que mi corazón se acelerara estaba delante mío.

-¿Lucy? -

-Tanto tiempo...-

-Mucho tiempo...- suspire. Su voz me hizo viajar en el tiempo, a ese día en particular, el día en que fui una cobarde.

-Ahora entiendo todo... creo que sobro aquí. – escuche decir a la polinesia, levantándose para irse para el salón. - Voy a buscar a Camila. -

- El universo tiene todo planeado para que las casualidades se den. –

-Sabes muy bien que las casualidades no existen. - tome aire, tenía tantas cosas atoradas en mi garganta. - Lo siento. – solté arrepintiéndome por abandonarla, decir ese último te quiero y dejar que un sentimiento tan ruin como es el miedo, hiciese que la perdiera.

-Verónica...- Llamo mi atención tocando mi mano. - Toma asiento, te invitare un trago como en los viejos tiempos. – Su serenidad domina mis demonios.

-Está bien...- deje escapar un suspiro. – Solo como tú sabes hacerlo. – me senté a un costado de la barra.

-Tenemos la misma pregunta que hacernos. – dijo sin mirarme, sus manos se movían ágilmente con las botellas. - Por las molestias ocasionadas, tengo el privilegio de hacer primero la pregunta. – puso hielo en un vaso. -¿Qué hace Verónica Iglesias en un lugar como este?- vertió el licor.- Creí que ser la "chica universitaria" era solo una etapa. – dijo burlona mientras terminaba mi trago.

-Me extraña que digas eso. - di un sorbo a la bebida. – Cada vez que piso este lugar descubro algo nuevo. –

-Eso significa que no es la primera vez que vienes aquí. –

-La tercera – confesé. – Despertaron mis memorias, y descubrí que vine a este lugar mucho antes de lo que recordaba. Antes de que esta fachada sea una universidad. Una historia que todavía debo acomodar en mi cabeza. - hice una pausa. - Necesito hablar de lo que sucedió ese día. – propuse sin mirarla, mi confianza pendía de un hilo.