Capítulo 34

20 0 0
                                    


-¿Como te sientes?-

-Extraña. - baje la mirada. Camila estaba recostada sobre mi pecho. – Necesito un segundo para procesar todo esto. -

-Los que necesites. -me preocupaba que no se sintiera débil, había bebido más sangre que la otra vez, ese asunto me inquietaba.

-¿Qué sucede?- levanto una ceja, mi cara debió extrañarle.

-Hay cosas sobre ti que aún no puedo entender. – dije.

-¿Lo dices por no huir de ti y dejar que me mordieras?- sonrió. La tensión que teníamos desapareció por completo, pero la sensación de peligro en mi interior seguía latente. Puedo respirar tranquila, mientras la tenga conmigo.

Aquella conversación con Verónica se hizo presente. Todo esto podía empeorar la situación.

-Eso no, confías en mí. Me lo permitiste ¿verdad? – hizo una profunda respiración y poco a poco se levantó de mi pecho, apoyando su peso sobre su codo.

-¿Que te preocupa? –

-Esa noche, la primera vez que te mordí...- se sentó en la cama, atenta.

Recordarlo me hacía sentir escalofríos

- Luego de que despertaste, sucedió algo, estábamos en esta misma habitación. Salí de bañarme cuando me acerqué a ti y volví a besarte. Tu mirada y actitud cambiaron drásticamente. -

-No recuerdo eso. -

-Estabas en trance. Lo hablé con Verónica y dijo que al darte mi sangre para curar la herida de tu cuello pude despertar ciertos instintos vampíricos en ti. Eso explicaría la fuerza que utilizaste para lanzarme contra la pared. - Camila me vio sorprendida.

-¿Yo hice que?- me reí.

-Ahora ya sabes por qué hay veces en las que al estar juntas tengo que, bueno, tengo que reprimirme. -

-¿Ese es tu miedo?-

-No es solo lastimarte físicamente. Hay una cuestión mucho más profunda y peligrosa, podría convertirte, pero no en un vampiro sino en un monstruo. No me lo perdonaría. -

-¿Como Brad?-

-Si. Yo hice eso, bueno, Lilith. Cargo con las consecuencias. -

-No te tortures, estoy bien. No me has convertido en vampiro ni nada parecido. – acaricio mi mejilla. - vamos a comer algo, tu ya lo has hecho. - se echó a reír, aunque de una manera extraña como si le hubiera hecho gracia algo que yo ignoraba.

-Me sorprende que lo tomes tan bien. –

-Ya te lo he dicho Lauren, no tengo miedo. –

La abrace con fuerza. Significaba mucho que dijera aquello después de saber toda la verdad sobre nuestro mundo. Fui a la cocina, no había muchas cosas comestibles para un ser humano. Así que opté por pedir una pizza, creí que era la mejor opción.

No me equivoque ya que devoro más de la mitad en tiempo récord. Supuse que era un efecto de que le haya mordido. No observe nada más que pudiera alertarme.

Fuimos a Montreux, había examen de historia, Camila no quería saltarse la clase. Dijo que yo la tenía fácil por haber vivido más de la mitad de las cosas que enseñaban. Estaba en lo cierto, no había preguntado mi edad, tampoco es que le prestase mucha atención. Pero trecientos años, no eran poco para un humano.

Después de tantas cosas, decidí optar por colarme por una de las escaleras que daba al balcón, alejado de las salas donde daban las clases. Cogí un lienzo, pintura y varios pinceles. No sé cuánto tiempo dejé pasar hasta que di por terminado el cuadro. Siempre que me dejaba llevar, pintaba los mismos escenarios surrealistas. Recuerdos de un mundo muy distinto a este, donde el cielo es majestuoso al igual que cuando ocurrió mi viaje astral con Lilith.

Black Rose [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora