CAPITULO 8: NIEVE

3.1K 172 11
                                    



-Toco mucho mejor que tu y lo sabes- Ya estaba a unos centímetros de su rostro. Y no pude evitar mirar sus labios acercándose a mi. Estábamos a punto de besarnos; y yo lo deseaba con cada poro de mi piel. Sentí su aliento sobre mi rostro, se me erizo la piel. Tomo mi mano y la aprisiono tiernamente. Mi corazón latía rápidamente y mi mano comenzaba a sudar. No pude evitar sentirme nerviosa.

-No lo creo... ya estas viejita. Hasta Ally ya toca mejor que tu-

Su expresión cambio tan rápido como salieron sus palabras de sus labios. Y yo me aleje tan rápido de ella como me había acercado.

-Ally?... como sabes que Ally toca mejor que yo?-

-Lau...- Camila agacho su rostro y evitaba mi mirada.

De nuevo sentí enojo inundando mi ser. Mis puños se contrajeron y mi corazón por un momento se detuvo.

-Cuando la viste?-

-Lolo... por favor-

-Te pregunte cuando la viste?- dije airada sin mirarla

- Las ultimas vacaciones- su voz parecía un susurro apenas audible.

-Donde esta?- Camila no me respondía –Dime donde carajos esta!!!!!-

-En New York-

-Eres increíble; todo este tiempo supiste donde estaba, me veías sufrir, me viste llorar y no dijiste nada-

-Lolo... déjame explicarte por favor- dijo tomando mis manos entre las suyas.

-Cállate!... no quiero escuchar tus excusas; no puedo creerlo, eres una maldita Camila!!!!!!- le arrebate mis manos y me levante del banquillo.

-Lauren por favor- dijo intentando tocarme de nuevo.

-No me toques!, me das asco Camila Cabello!-

Salí corriendo lo mas rápido que pude.

-Lauren no te vallas!... esta nevando... es peligroso- me gritaba.

No la escuche. Salí por la puerta y el frío me calo. Sentí como entro el aire congelado por mi nariz hasta mis pulmones. Sentí como se desvió, y como las calles de Miami en ese momento, convirtió mi corazón en nieve. (/Ya sé que en Miami no cae nieve pero en mi mente si pasa asi que... ¡como sea!).

-Lauren!- Me grito desde la puerta, pero no volví mi vista atrás.

El auto iba a gran velocidad. Las lagrimas que corrían a lo largo de mis mejillas no eran de tristeza, era de coraje, odio... rencor. Mis manos aprisionaban el volante tan fuerte que se me pusieron los dedos blancos por la presión. Seguía el camino sin ninguna dirección. Me sentí estúpida... Me había dejado llevar por mis sentimentalismos y logre hacerme daño de nuevo. La odie, la odie como nunca la había odiado. Mi celular comenzó a sonar, me estaba llamando; cinco minutos después volvió a sonar y esta vez era Louis. Lo tome y lo arroje a la parte de atrás. No quería escuchar a nadie. Grite, llore, y pise a fondo el acelerador.

Aunque ahora sabía donde estaba Ally la idea de irla a buscar me aterro. Y si ya no sentía lo mismo por mi? Si ya me había olvidado?. Intente detener el auto para dar vuelta y regresar a casa, pero este patino y perdí el control. El auto giro y giro hasta que algo lo detuvo. Estaba temblando, sentí miedo hasta de moverme. Fue un montículo de nieve lo que amortiguo el impacto. Metí reversa aun temblando un poco y me fui directo a mi casa. ¿qué me había dolido tanto? El saber que no podía confiar en ella... o el querer confiar en ella. Su mentira? o el hecho de que estuviera enamorada de Ally?...

La apuesta (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora