CAPITULO 10: MALAS NOTICIAS

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A medio día creí que las cosas no podían estar peor. Mi confusión iba acrecentándose al igual que mis sentimientos hacia Camila. Sentí como mi alma se partía en dos; mi corazón seguía queriendo a Ally, pero Camila se colaba lentamente abarcándolo todo. Me sentí frustrada, por desearla y no poder tenerla; le era fiel a los sentimientos jurados por Ally pero Camila comenzaba a llenar mi vida. No quería sentir lo que estaba sintiendo por ella. Pero el amor no es algo que puedas evitar. Me enamore de la persona de quien menos quería.

En ese momento escuche los pasos de Camila acercarse a mi habitación. Visualice su sombra por debajo de la puerta, se detuvo un momento y luego dio media vuelta para retirarse.

Algo dentro de mi gritaba que saliera y me lanzara a sus brazos, pero no me lo permití.

Me recosté de nuevo en la cama y me quede dormida. Cuando desperté un par de horas mas tarde encontré una nota en el suelo frente a la puerta. La levante y por un momento me asustó la idea de que Camila se marchara y me dejara sola en aquella cabaña.

Lauren:

Seria un honor para mi que aceptaras compartir la cena de noche buena conmigo... si aceptas te espero a las 8:00 pm en el comedor.

Atte.- Camila

Hice la cuenta de los días, y si, era noche buena. Sonreí ante la ocurrencia de hacer una invitación formal.

Todo eso había comenzado por una apuesta en donde las dos nos estábamos arriesgando. El verdadero juego estaba comenzando y enamorarse significaba perder.

Entré al baño y me di una ducha rápida; el contacto con el agua me provoco un ardor. Sentí el calor subir a mis mejillas al recordar sus uñas clavadas en mi espalda.

-Que estas haciendo Jauregui?- me dije cerrando los ojos y dejando que el agua tibia recorriera mi piel. -Porque no son sus manos?- Me espante de lo que estaba diciendo y salí corriendo del baño, como si el agua fuera ella metiéndose de nuevo en mi piel. No iba aguantar estar a solas con ella y no tocarla. Cuando entre a la recamara encontré de nuevo la comida sobre el buró.

Oscureció muy rápido y cuando me percate ya estaba sentada en el comedor esperando a que Camila saliera de la cocina. Eran las 8:40, he creo que tarde un poco en decidirme a bajar.

-Hola-

-Hola- respondí

Camila traía un plato con la cena y una botella de vino tinto.

-Creí que no bajarías-

-Yo también lo creí-

-Ya sirve el teléfono, por si quieres llamar a tus papás-

-en un rato los llamo-

Puso el plato sobre la mesa en mi lugar

-pizza?-

-he... es que no compramos pavo... y pues no se me ocurrió otra cosa-

Sonreí y ella fue por su plato a la cocina.

-Es una extraña combinación... pero sabe bien-

-Si jajaja es extraño... pero eso lo hace encantador-

Extendió su copa hacia mi esperando que yo hiciera lo mismo

-Porque brindamos?- dije complaciéndola

-Por un futuro mejor-

-Por un futuro mejor- repetí chocando mi copa con la de ella.

Nos sentamos en el sofá cada una esperando a que la otra hablara... Me volví y ella tenía su mirada clavada en mis labios; estaba ruborizada y respiraba algo agitada. Supe lo que estaba pensando y me ruborice un poco pero no me sentí incomoda.

La apuesta (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora