Capitulo III

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-          Ocurre algo?- pregunté al abrir la puerta, la verdad era una pregunta bastante estúpida pero no supe que decir- Alan?- no contestaba me estaba mirando fijamente, entonces me dí cuenta, solo llevaba ese vestidito blanco que no dejaba mucho a la imaginación

-          Emm no nada, solo quería hablar contigo- contesto nervioso

-          Está bien pasa, ahora vuelvo- fui a por una bata, no podía quedarme así. Cuando volví el estaba sentado en el sofá

-          Y bien? De que querías hablar?-

-          Pues como el contrató lo firmo mañana aun no se mis horarios y no sabía a qué hora tengo que ir mañana- mi cara cambió de golpe, me imaginaba cualquier cosa menos eso

-          Perdón, no te lo había dicho- sonreí fingidamente- pues a las 9 ya deberías estar en tu despacho- Ahora que lo pensaba yo también, ya eran las 12 de la noche y debía ir dormir, pero no iba a decirle que se fuera

-          Tampoco te lo pregunté en la cena, y como hacía poco que te habías marchado supuse que estarías despierta- me sonrió. En ese momento un se escuchó un trueno y yo me asuste

-          Ei, es solo una tormenta, no te asustes- se rió, puse una cara molesta

-          No me asusto por la tormenta pero no me esperaba ese ruido y me he sobresaltado

-          Está bien, bueno yo ya me voy. Nos vemos mañana- me sonrió

En ese momento se fue la luz, fui hacia la ventana a tientas y vi que no había luz en toda la calle y que llovía a mares

-          Voy a por unas velas, no te muevas vale?- le dije

Las encendí y me volví a sentar en el sofá

-          Tienes que ir a casa de tus padres?- le pregunté

-          Sí, porque?

-          Porque está lloviendo a mares y no hay luz, te puede pasar cualquier cosa si coges el coche

-          Y que sugieres que haga?- dijo en tono pícaro, pero continuo al ver que no contestaba- no voy a ir con mi hermana ya que despertaré a todos, no te preocupes estaré bien- se levanto y yo le detuve

-          Bromeas? Tengo una habitación de sobra y mañana vas a trabajar al mismo lugar que yo, puedes quedarte- le dije sonriendo, sé que no debía pero quería tenerlo cerca y mas con el temporal que hacia fuera

-          Pero no quiero ser molestia, enserio no te preocupes.

-          No eres molestia, por favor quédate- si se lo había pedido…

-          Si me lo pides así no me puedo negar- sonrió ampliamente y mi corazón dio un vuelco, de verdad que esto nunca me había pasado pero ver esa sonrisa ponía mi corazón como loco- Gracias- yo solo asentí

Le llevé al dormitorio de invitados y le dí las buenas noches. Cuando me tumbé en mi cama no podía dormir, estaba nerviosa, al fin y al cabo tampoco lo conocía casi y estaba durmiendo en mi casa pero se había portado tan bien conmigo que se lo debía y no podía dejarle marchar así. Me entraron unas ganas tremendas de ir a verlo, de estar a su lado un rato más, cada vez me gustaba más y no sabía qué hacer. Tampoco tenía nada de malo que quisiera estar con él no? Pero y si él no quería? y si no se sentía como yo? No quería darle más vueltas, lo que tuviera que pasar pasaría y esta vez no lo frenaría y seguiría mis sentimientos.

Algo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora