Algo inesperado

Capitulo I

Mi nombre es Sandra. Mi sueño desde pequeña había sido convertirme en una gran periodista y sobre todo conseguir tener mi propia revista. Ese sueño, a mis 24 años, se había cumplido y no podía ser más feliz. A mi edad haber conseguido algo así era increíble y por eso todos estaban orgullosos de mí. Tengo que admitir que los contactos de mi padre hicieron que me concedieran entrevistas pero también se debe a que los estudios que tenía y las propuestas que planteaba habían hecho que invirtieran en mi revista y así poder fundarla. Esta sería una revista de actualidad, en la que no solo se hablaba de moda, belleza y salud, sino también de los problemas actuales y de los acontecimientos importantes, claro está sin incluir nada de política. Era una revista diferente a las que había y tenía el presentimiento de que gustaría, y así fue. La verdad no me podía quejar porque las cosas me iban realmente bien.  Aunque con todo el trabajo que tuve al principio, no tenía tiempo para mí misma. Pero pronto, cuando estuviera todo estable ya lo tendría. Aun no tenía a todos los empleados que necesitaba, ya que al haberse conseguido meter la revista en el mercado, cada vez necesitaba más gente para cada sección, para las fotografías, el diseño y todas esas cosas.  Iba haciendo entrevistas, pero decidí hablar con mi padre para ver si conocía a alguien de confianza, porque aunque tenía como mano derecha a mi mejor amigo Marcos necesitaría a alguien más. Marcos había estudiado lo mismo que yo pero prefería ser uno más que jefe de revista por eso no quiso fundarla conmigo pero eso sí me iba a ayudar en todo lo que necesitara. Me levanté a las 9 y decidí ir a casa de mis padres para hablar con mi padre. Después de desayunar me di un largo baño y me vestí. Me puse unos jeans claros, una camiseta beis, una chaqueta de cuero marrón y unas botas marrones,  porque aunque en primavera en esta zona ya hace calorcito, era un día frío. Recogí mi pelo rizado y me maquille un poco. Yo tenía el pelo largo y rizado, aunque era moldeable y podía ponérmelo como quisiera y eso me encantaba, era de un color castaño claro y mis ojos eran verdes, tenía la piel un poco morena, pero no demasiado, no era muy alta, lo justo para que con unos tacones estuviera en la altura perfecta y me encantaban los tacones. Cuando acabé ya eran las 11 cogí el coche y me dirigí allí

Yo vivía a las afueras de Barcelona, en una casa que tenían mis padres,  ellos ya no vivían allí porque decidieron mudarse a uno de los pueblecitos de la costa de Girona, provincia al lado de Barcelona.  Aunque tenía un piso alquilado en el centro cerca de mi oficina donde me había instalado los primeros meses de la fundación de la revista porque no tenía tiempo de ir y venir de mi casa, pero incluso ahora después de 6 meses seguía ahí la mayor parte de la semana.

Me costó alrededor de una hora llegar. Me encantaba la casa de mis padres, era blanca y en zonas con piedra adornando la pared, tenía una piscina enorme y estaba en frente de la playa. No podía ser mejor, me encantaba el mar. Cuando llegue entre corriendo a saludar a mi madre, con todo el ajetreo que había tenido los últimos meses apenas la había visto y la había echado mucho de menos.

-          Mamá,  ¿Cómo estás?- le pregunté

-          Muy bien hija, tenía muchas ganas de verte, ya me tenias abandonada- dijo, la verdad siempre había tenido muy buena relación con mi madre, podía hablar de todo con ella y siempre me daba los mejores consejos

-          Me quedare a comer con vosotros, luego he de irme, pero vendré más a menudo, aunque también podéis venir- era verdad, ellos también podían venir a verme aunque mi padre solía estar ocupado con sus negocios.

-          Pues entonces te prepararé tu plato favorito- mmm me entró hambre solo de pensarlo, mi madre cocinaba muy bien y mi plato favorito lo hacía mejor que nadie (bueno siempre la comida de una madre es la mejor) era una especie de bacalao con tomate que se comía frío y estaba buenísimo.