(Libra)
-Este no es el camino a casa-miré preocupada a Aries.
-Es un atajo, tranquila.
-Mamá te va a matar sino llego temprano-lo tironee un poco del brazo.
-Tranquila mierda-lo dijo con su tono duro de siempre pero con una gran sonrisa.
Al doblar la esquina ya sabia hacia donde estabamos yendo.
¿La plaza?
-¿Por qué...?-Aries no me dejó terminar la frase que me tapó los ojos con su mano.
-¿Te acordas esa vez que me describiste ese árbol que te gustaba cuando eras chica?
-Me sigue gustando-sonreí.
-Ese no es el punto-aunque no lo veia sabia que estaba con una gran sonrisa en su rostro-Lo estuve buscando todo una tarde en esta maldita plaza y... lo encontré-paramos de caminar.
Me destapó los ojos.
Y ahí estaba mi árbol favorito, el que me da paz en mis dias tristes, el que siempre esta ahi a pesar de los años.
Estaba ahí, como siempre... pero mas hermoso que nunca.
Delicadas cintas doradas cubrian todo el árbol y una cajita colgaba con un hilo de una de sus ramas.
-Esto... ¿Lo hiciste tu?-sentia que en cualquier momento iba a llorar.
-Todavia no abriste la caja-ahora se lo veia avergonzado, miraba al piso y se mantenia estatico.
Agarré la pequeña cajita y la abrí.
Era un collar con forma de rompecabezas.
-Que bonito- se lo extendí para que me lo enganchara en el cuello.
Luego bajó una de las mangas de su camperas y me mostró su mano.
En ella habia una pulsera con una pieza parecida a la mia.
Acercó su mano a mi collar. Las piezas encajaban perfectamente.
Al igual que nosotros.
Él es la guerra, yo soy la paz.
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Escuela del zodiaco
Roman pour AdolescentsUna escuela en donde asisten los doce signos de zodiaco, cada uno con su personalidad y aspecto físico. (Las parejas entre los signos son fijas)