✐ Amada tú ✉

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Han pasado dos años, amor, y todavía lloro sobre tu tumba. Aún vengo a contarte mis problemas e incluso imagino que estás acá sentada junto a mí escuchándome como cuando estábamos en las clases de guitarra.

No te guardo rencor pues solo tú sabes el infierno que vivías, pero eso no me ayuda a dejar de extrañarte.

Luego de tanto tiempo no me queda sino decir que admiro tu valor; he tenido dos años para pensar en lo que sucedió y me doy cuenta de que aguantaste mucho más de lo que yo hubiera podido. Mi dolor por no verte no era ni mínimamente comparable con tu sufrimiento por todo lo que pasaba dentro de tu casa... y pese a todo, siempre me dijiste "estoy bien".

¿Ves cómo eras de valiente?

Cada vez que pienso en ti quiero exigirte que me digas cómo dejo de echarte de menos; métete en mis sueños y por favor dime cómo dejo de soñar con tu compañía, dime en dónde consigo una copia de tu sonrisa para que me ilumine o una réplica de tu alma para que me dé vida. ¿Dónde encuentro tu mirada? Ni la más hermosa foto que tengo de ti se acerca al brillo real del café de tus ojos.

Me siguen desvelando, ¿sabes?

Puedo agradecerte que me quedó algo bueno: puedo alardear en un futuro que sé lo que es amar con locura. No muchos pueden decir eso con sinceridad a los veinte años.

Tú me diste todo y el destino nos lo arrebató, pero aún tengo esperanzas respecto a nosotras. Sé que tú estabas hecha para mí y ese hilo que une a las almas te tiene a ti al otro lado del mío. Así que no te acostumbres a estar sola, ya llegaré algún día. Solo... no dejes de esperarme, amor mío, porque yo jamás dejaré de amarte.

Tenía planes para nosotras, Gaby, y no puedo olvidarlos.

Aún imagino ilusamente que todo eso es posible y me despierto en las mañanas pensando que te veré... luego pasados unos minutos recuerdo que no estás y de nuevo la desolación me invade. No hay día en que al menos una lágrima con tu nombre moje mi almohada.

Solo debías esperar unos meses, amor mío. Unos meses a cambio de una vida me parecía un acuerdo justo pero el destino no lo quiso así y eso es algo que ni el amor más grande puede cambiar.

Dijiste que querías que yo encontrara a alguien, pero ¿cómo hacerlo si mi corazón se fue contigo? Solo tengo uno y te pertenece. En el pasado, hoy y en el futuro, mi corazón está en tus manos incluso si estás en tu paraíso en el más allá.

Quizás en unos años te pida que me lo prestes para poder vivir con alguien mientras me encuentro contigo del otro lado pero siempre será tuyo en todas las vidas que existan.

No sé cuánto se supone que debo tenerte en luto. Todavía no siento que haya mermado el dolor ni un poco; aún quiero que en la mañana tu voz me despierte y me digas que solo fue una pesadilla y que estamos en París vacacionando juntas como siempre deseamos.

Mi arcoiris se tornó gris, el brillo de mi existencia se apagó con tu partida.

En nuestra maleta de la vida estaba la felicidad, la alegría, el amor y las razones para seguir viviendo y tú te la llevaste a ese viaje repentino.

Eres todo y ahora que no estás, no me queda nada más que tu recuerdo y tu carta que se está deshaciendo por tantas veces que la he leído. El relicario que me diste aún cuelga de mi cuello como la más preciosa joya, es lo más tangible que tengo de ti.

El sonido de tu voz va perdiendo nitidez con el paso de los días.

¿Recuerdas nuestras canción, Gaby? «Si caes, estaré tras de ti para recoger los pedazos». Amor mío, te llevaste todo y no hay alguien además de ti que pueda recoger los míos. Estoy en un vacío en el que siento que floto, un vacío en el que estoy sola con los trozos de mi vida.

Lo superaré algún día. Lo sé. O eso espero.

Pero no aún, mi Gaby. Todavía te necesito y seguiré viniendo a molestarte por un tiempo más; te leeré mis cartas, sonreiré con nuestros momentos felices, leeré tus letras y seguiré llorando.

Donde sea que estés, no me olvides.

Donde sea que estés, cuídame.

Donde sea que estés, espérame.

Mis días se alargaron más en este mundo pero al igual que tú, te amaré hasta el último día que viva y luego en la vida eterna también te amaré con locura.

Solo se ama con esta intensidad una vez, solo hay un terremoto de emociones que mueva todo un mundo, los demás son réplicas que no se acercan a la fiereza del primer temblor.

Además, ahora que sé lo que es amar profundamente y ser correspondido, ¿cómo podría conformarme con un cariño pasajero? Es imposible y por eso dudo poder reponerme pronto.

Solo estás tú; siempre has sido y siempre serás tú.

Hasta acá llegó nuestra historia, amor mío, comenzó en clases de guitarra y termina conmigo llorando en un cementerio; es el más desafortunado de los finales luego de soñar con tantos buenos para nosotras. Te leo nuestra historia con frecuencia porque así puedo sentir que sigues viva y a la vez te recuerdo que no te he olvidado; mi corazón hará que vivas por siempre.

El fantasma que me queda de ti es todo a lo que puedo aferrarme y es suficiente.

Te amo, querida, amada, hermosa Gaby.

Te amo, querida, amada, hermosa Gaby

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Sarang •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora