One-shots de FFVII [Posibles fanfics]

[One-shot: Yazoo] Dispara dos veces

[LÍNEA TEMPORAL: FFVII ADVENT CHILDREN]

Hace mucho tiempo, cuando Shinra estaba en auge y nuestros héroes eran los SOLDADOs de primera clase: Sephiroth, Génesis y Angeal el mundo parecía un lugar mejor, pero como todo lo bueno, tiene un final...

En aquellos tiempos, yo trabajaba como una miembro del equipo de los Turcos, hacía mi trabajo de manera eficaz y ganaba mucho dinero a cambio. En una misión que tuvo lugar en Junon contra unos miembros del equipo AVALANCHA, todo se nos fue de las manos a mi compañera Freya y a mí y por poco nos matan, si no fuera porque Sephiroth apareció en el momento justo y nos salvó la vida.

-No hacía falta, lo teníamos todo controlado, ¿verdad que sí, Freya? -dije mientras la ayudaba a levantarse del suelo.

-Por supuesto, somos Trucos cualificados para esta tonta misión -dijo Freya de pie, cruzándose de brazos. 

-Ya... -dijo Sephiroth con una mueca-. Lo que digáis, chicas...

Desde ese evento, nuestros caminos (el de Sephiroth y el mio) se cruzaron en varias ocasiones más, y con cada encuentro nos volvíamos más cercanos el uno del otro. Al principio pensaba que lo nuestro no iría a ninguna parte, pero con el tiempo nuestra relación se fue fortaleciendo hasta que se volvió más y más fuerte. Era un hecho, comenzamos a salir en secreto ya que las relaciones formales en Shinra no estaban muy bien vistas, y más entre una Turco y un SOLDADO de primera clase. 

Todo iba bien, hasta que llegó ese fatídico día... El día en el que Sephiroth perdió la cabeza y quiso hacerse con la cabeza de Jénova. Cuando reportaron lo que estaba pasando en Nibelheim con Sephiroth no quise creerlo y me puse en camino a Nibelheim para intentar intervenir de alguna manera. Cuando llegué a Nibelheim sólo vi destrucción y muerte. No creía lo que estaba viendo y no creía que Sephiroth hubiera sido capaz de algo semejante, pero desgraciadamente, así era.

Cuando llegué a su posición, al lado de de otros  SOLDADOs conseguimos derrotar a Sephiroth, fue una lucha difícil, sobretodo por mis sentimientos hacia él, pero sabía que debía pararle a cualquier costo, sabía que no era realmente él, pues no estaba en sus cabales.

Cuando Sephiroth no pudo mantenerse más en pie por la gravedad de sus heridas, dejó de luchar y se quedó en silencio por un momento. Yo hice un gesto para que todos los SOLDADOs se quedaran quietos y empecé a avanzar hacia él despacio.

-Sephiroth, ya basta... -dije llevándome la mano al costado, estaba exhausta-. Es suficiente.

-No, nunca será suficiente -dijo él con su tenue voz-. No pararé hasta conseguir mis objetivos, -camino hacia atrás y se dispuso a caer al vacío del reactor de Mako.

-¡Nooo! -exclamé corriendo hacia él para intentar alcanzarle a tiempo, extendiendo la mano.

Pero fallé y Sephiroth cayó, pero antes de hacerlo él murmuró desafiante:

-Tenedlo por seguro.

Me dejé caer de rodillas sobre el frío suelo metálico del reactor, mirando con miedo el horrible vacío de reactor al que estaba cayendo Sephiroth, hasta que ya no pude vislumbrarle. 

-Sephiroth... -murmuré-. ¿...Por qué tuviste que dejarme aquí sola? 

Los años pasaron, pero ya nada fue lo mismo para mí... Ni para mí, ni para la compañía que casi acaba por desaparecer debido a AVALANCHA. A ojos del público la compañía Shinra había desaparecido, pero en los suburbios de Midgar el jefe y el resto de los Turcos seguíamos planeando el resurgir de Shinra. Nos dimos cuenta de que el mundo que conocíamos había cambiado y para mal, mientras el mundo trataba de recuperarse de lo sucedido los años anteriores, nuestro jefe, Rufus contrajo una extraña enfermedad llamada "Geostigma", enfermedad que también había contraído la mitad de la población. Sabíamos qu necesitábamos encontrar una cura cuanto antes, pero para el jefe lo más importante era volver a levantar la compañía Shinra.