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Y ambos estaban para camisas de fuerza, calmantes y electroshock

Fin ❤️


—¿Elleonnor? —oí a mamá— ¿Estás dormida?

—Antes lo estaba —murmuré con un bostezo, quitándome la cobija de la cabeza.

—Necesito hablar algo importante —parecía preocupada, y yo sabia de que se trataba—. Te espero abajo.

Llevaba meses intentando evitar aquel tema, pero ahora nada me salvaría.

Me aseé y bajé a la sala. Mi madre puso el desayuno en la mesa y me senté al frente de ella. Ninguna dijo una palabra, yo pensando en que le respondería a cada pregunta y ella, ella seguramente pensando en como acabar conmigo después de las tonterías que le diría.

Luego de desayunar lavé los platos y me senté a su lado en el sofá. Mi madre era una mujer hermosa y tranquila, sin mucho de que hablar, pero cuando ella se enfadaba era increíble lo agresiva que se volvía, no dejaba nada sin decirme. Era alta con cabello negro y ondulado, yo no tenia nada de ella, ni siquiera sus hermosos ojos grises.

—Elleonnor —su voz era suave y tranquila, ella hacia un gran esfuerzo por no gritarme, pero yo sabía que no duraría para siempre—. El doctor Wrets me envió un mensaje, muchos mensajes, en realidad —añadió nerviosamente—, dicen que has estado faltando. ¿Por qué?

—¿Por qué te envió mensajes?

—¿Por qué faltas?

—Sólo fue un mes —me defendí, apartando la mirada.

—Dos meses —suspiró con cansancio—, y dos semanas.

—Estaba ocupada —escusa ridícula, nadie que me conozca creería eso, nunca tenía nada que hacer.

—Elleonnor, estos días estuve muy ocupada, muy cansada. Sé que no he tenido tiempo de estar contigo, pero sólo te pido que no faltes. Por favor.

—No quiero seguir yendo —dejé de mirarla.

—Sólo es un día a la semana, Elleonnor.

Un día en el que pudiera dormir, dormir tranquilamente, sin pensar en nada. Sólo en lo miserable que era y lo patética que podría llegar a ser.

—No quiero.

—¿Hay motivos?

¿Qué si había motivos? No, no había motivos, sólo no quería seguir yendo a un lugar donde me trataban con amabilidad por pensar que estaba loca, no quería estar en un lugar donde me hacían pregunta tras pregunta de como me siento o si deseo estar viva, contestar que si, quiero vivir, cuando lo que deseo decirles es "Vayanse al diablo".

¿Que podrían saber ellos? ¿Acaso eran conscientes de las cicatrices? No, no lo eran, la única que lo sabía es Ether y sólo porque lo descubrió en educación física, pero del resto, nadie. Nadie más iba a saberlo.

—No, no hay motivo, sólo no quiero ir, me siento mejor, no tengo motivos para ir ahora.

—No, Elleonnor, no estás bien —alzó un poco más la voz, lo cual me hizo mirarla—. Tienes que ir.

—Pero no quiero, es vergonzoso, no quiero ir más a ese lugar cada semana.

—Escúchame, Elleonnor, tienes una vida normal, sales con Ether, te diviertes siempre que puedes. Sólo te estoy pidiendo un dia a la semana.

—¿Por qué tengo que ir? Quieres que vaya sólo porque un oficial te dijo que estaba loca. ¡Pero no es verdad! Sé lo que paso, sé lo que vi.

—¡No, no paso! Comportate de una forma normal por primera vez en tu vida. Siempre a sido así, cuando eras niña también y estoy harta, estoy harta de que cada vez que te dejo sola termines haciendo algo ilógico que no tiene sentido y me pongas en una situación que no puedo controlar. No me importa lo que pienses o creas, irás con el doctor Wrets.

𝐴́𝑛𝑔𝑒𝑙𝑒𝑠 𝑦 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠  [#1/COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora