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"Uno, dos, estás soñando"


—Me gusta Keim.

Y eso era lo más triste que podía pasarme.

No sólo tendría que preocuparme por las tareas de la escuela, concentrarme en el trabajo de medio tiempo que ocupaba, y salir ilesa de todas las locuras que me sucedían. Además tendría que lidiar con mi cabeza pensando día y noche «Keim, Keim, Keim» y con mis manos escribiendo frecuentemente en mis libretas «Keim, Keim, Keim». Y con mis ojos buscándolo, y mis manos queriendo tocarlo, y mi boca queriendo besarlo...

Y eso está muy bien, nena —me ánimo Ether—, pero son las cuatro de la mañana, y apenas estamos a sábado.

Y tenía, además, una amiga terriblemente imprudente a la que debía proteger tanto como a mí misma.

—Lo siento, pero no he podido dormir. Vine a mí habitación hace una hora, estuvimos viendo una película malísima y hablando hasta hartar a mamá, y no dejo de pensar en él, y en todo relacionado a él.

Aja.

—¿Sabías que tiene lunares en su cuello? Son tan hermosos, y...

¿Soy buena amiga si dejo el celular en el buró para que hables sola y me echo a dormir? No sería la primera vez que lo hago, de todos modos.

Rodé los ojos, encendiendo por quinta vez la luz de la lámpara, sólo para apagarla una vez más y repetir el proceso una y otra vez.

—Necesito algunos consejos tuyos, Ether, ya has tenido novio —me corregí, porque era absurdo—. Novios.

Mmm —la escuché bostezar—. Para empezar, no lo llames a las cuatro de la mañana un sábado.

—No, bueno, él fue quien me llamó una vez...

Sí, sí, que romántico, déjame hablar.

Miré el celular, desconcertada por su actitud.

A los hombres no les gusta que te les pegues todo el tiempo, a menos que sea para besarlo o tocarle el paquete.

Que encantador, pensé.

Y no tienen problemas de autoestima, pero les encanta que hablen bien de su físico. Tienes que dejarlos ganar en todo y siempre decir «Necesito tu ayuda en esto» «Sólo tú puedes hacer bien aquello» «Que increíble eres, mi amor» «¡Qué bello eres, mi vida!».

—Ether.

¿Mmm?

—¿Qué clase de novios has tenido?

Ella bufó con fastidio.

Mira, no sé qué te preocupa, Elleonnor. Según me contaste en toda esta muy molesta hora, él mismo se autoproclamó tu novio, deberías estar agradecida con eso, porque tú no ibas a dar el paso nunca. Y mira, tu madre lo ama, y lo tienes allí todo el tiempo para hacerte favores, como cuando fue a buscarte a mi casa. No muchos chicos hacen eso, he tenido novios que ni siquiera contestan mis llamadas. Keim es increíblemente guapo y podría haber elegido a cualquier otra chica, pero se tomó su dosis de inteligencia y eligió a la mejor de todas. Sólo deja que las cosas pasen y ya. Si duran un mes o dos y se terminan aburriendo, pues está bien, porque estuvieron en el parque más extraordinario de sus vidas, y es normal aburrirse, porque uno siempre se termina aburriendo de los parques. Eres una adolescente, vas a enamorarte y decepcionarte millones de veces en toda tu vida. No hay un hombre indicado, ni una mujer indicada, somos sólo un montón de humanos buscando encajar con algún ser tan imperfecto como nosotros. Y está bien si hoy piensas que sólo te gusta Keim, y mañana puedes amarlo, y pasado mañana puedes decepcionarte, pero somos demasiado jóvenes para preocuparnos por todo eso, ¿no? Sólo sigue con lo que has estado haciendo y déjame dormir hasta las tres de la tarde un sábado.

𝐴́𝑛𝑔𝑒𝑙𝑒𝑠 𝑦 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠  [#1/COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora