Capitulo 2:Intento de escape

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Capítulo 2

Intento de escape

Steve veía la situación confusa, estaba ante una faceta de su amigo Howard, que nunca había visto, para él su amigo siempre fue un genio, un hombre amable y excéntrico, orgulloso, pero confiable y ahora parecía un cruel alfa abusando de un omega, que además era su hijo. Intervino de inmediato.

—Anthony, por favor ve por tus cosas y prepárate para venir conmigo, nos retiramos en una hora. Empaca todo lo que necesites. También despídete de quienes quieras hacerlo.

Dijo con una amable autoridad, el joven lo miró a los ojos, justo como se suponía que no se debía mirar a un alfa, a menos que fueses otro alfa en igualdad de condiciones. Lo miro retador, aun cuando tuvo que ponerse de puntillas para hacerlo.

—No voy a obedecer, no iré a ningún sitio con usted.

—Ya oíste la orden del alfa. ¡Obedece!

Grito Howard, con su voz de mando provocando dolor al chico. Tony perdió su postura aguerrida al momento llevándose las manos al pecho, justo sobre el corazón que latía desbocado, causando una dolorosa arritmia.

—Amigo, ¡detente!, lo lastimas. —Pidió Steve.

— ¡Obedece!

Repitió Howard, con furia, la cual hizo temblar a Tony, que sólo asintió y se retiró del lugar rumbo a su cuarto yendo a paso lento tratando de contener las lágrimas.

—Howard, te pasaste, has sido muy rudo con el chico.

Amonesto el capitán, aun sorprendido por la actitud del genio.

— Tony no es un omega común, él es...Te lo dije ya, es problemático, pero espero que tú puedas ponerlo en cintura.

— Cuidare bien de tu hijo, te prometo que no lo tocaré, cuando quieras que vuelva a casa sólo dime, entiendo que esto es una especie de castigo por su rebeldía. —Dijo el capitán, quien sinceramente creía eso. Howard bufo.

—Por mi quédatelo y follalo si se te antoja, sólo te pido que no lo golpees, o no mucho, no lo lastimes, ni lo andes compartiendo con otros alfas, salvo eso, has lo que quieras con él.

Steve, aun no podía creer esas palabras de su amigo. Casi lo desconocía, no era el Howard, que él admiraba. Ningún padre diría eso de su hijo, quizá sólo hablaba así porque estaba frustrado.

—No entiendo por qué estas actuando así.

El hombre sonrió y se llevó la mano al cabello desesperado.

—Lo siento Steve, pero ya no puedo más, ya no soporto a ese mocoso, ha sido siempre una piedra en el zapato. Perdón por enjorquetártelo así, pero pensé que al menos el chico es bonito y tú podrías usar su cuerpo y compensar las molestias.Se que eres un hombre de honor y no vas a hacerle daño. Dios ha castigado mi arrogancia dándome un defectuoso hijo omega.

Steve no comprendía del todo la situación, para él no tenía nada de malo unirse a un omega o procrear uno. No veía el problema y se preguntó entonces que tan rebelde sería Tony para haber puesto a su padre así. Quizá lo averiguara pronto.

Se sentó en el sofá con su amigo y espero a que el muchacho con sus maletas apareciera. Ambos tomaron un par de bebidas ligeras. Pasada ya la hora comenzó a desesperarse, el moreno demoraba mucho, pensó que quizá en vez de empacar el muchacho estaría llorando en su cuarto. No sería de extrañar, dadas las circunstancias, quizá debiese consolarlo y asegurarle que estaría bien a su lado.

Obsequio para un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora