Tony Stark es un omega, razón por la cual su padre lo desprecia y sólo quiere a su hijo menor Arno Stark, un alfa como él, para Howard, Tony no es importante, pero entonces decide obsequiarlo a su mejor amigo, Steve Rogers un alfa, Capitán de la mil...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 12
Él es mío
Se desesperó, no pudo evitarlo, intento por todos los medios mantener la calma, pero al final había fracasado inútilmente, estaba embarazado y eso les añadía un toque extra a sus hormonas ya de por si alocadas. Bueno ahora podía echarles la culpa a las hormonas, cuando en realidad él siempre había sido dramático, mitómano y bueno, muchos otros eran sus defectos.
Pero nadie se merecía lo que le estaba pasando. ¡Nadie!
─Se los juro, pseudo médicos infernales, cuando mi alfa me encuentre desearan no haber nacido.
Grito enfadado cuando uno de esos tipos de bata blanca, inserto una aguja en su brazo por enésima vez para inyectarle una extraña sustancia, sabía que pronto volvería a desmayarse y ellos harían experimentos con él. Se preocupaba más por su bebe que por sí mismo, en lo que esas pruebas podrían hacerle. Tenía mucho miedo, al menos aún le faltaba un par de meses para parir, porque de lo contrario estaría más asustado, por lo que harían con su bebito.
Junto a él había otros omegas, todos en malas condiciones, con la mayoría de ellos hacían las mismas pruebas que con él, pero al ser humanos no resistían y enfermaban o les era difícil sanar de las heridas que recibían por las distintas biopsias y demás. A él su genética lobuna le ayudaba bastante, aun así, no sabía por cuanto podría aguantar.
Sintió la somnolencia invadirle y aun así trato de conectar con su alfa.
─Thor, maldita sea apúrate, te necesitamos.
Después todo se volvió negro y los científicos iniciaron sus pruebas. Mas análisis de sangre, más potenciadores inyectados en el omega, nuevas muestras de piel entre otras cosas.
Tony no se sentía nada feliz de que su periodo de celo y ensueño hubiese sido interrumpido, la noche con su alfa había sido fabulosa, pero él quería más, el celo le duraría otros tres días, siempre le duraba exactamente cuatro, y no era justo que sólo hubiera pasado uno con su alfa, por que tuviese que salir de misión al momento.
─ ¿Realmente tienes que salir? ¡No es justo!
─Lo sé cariño, pero no puedo dejar las cosas simplemente así, debo ayudar a Thor, el rescate de Loki, es crucial.
─Que lo rescate su alfa.
─Tony...
─Ya sé, ya sé lo entiendo, el chico debe estar pasándola mal y aterrado y yo aquí de egoísta, lo siento. Es solo que realmente quería estar contigo, se supone que deberíamos estar desnudos en la cama y disfrutando de nuestra unión.
Steve acaricio con cariño la mejilla de su pequeño omega, luego lo alzo para que este quedase entre sus brazos y mirándole directamente al rostro.
