Capitulo 3: Complejo A

16.7K 1.6K 462
                                    



Capítulo 3

Complejo A

Tony se había quedado embobado mirando aquella dulce sonrisa. No sabía bien por qué, pero de pronto sintió que tenía enormes deseos de ser besado por ese alfa, sacudió su cabeza enfadado, eso estaba mal, malditas feromonas, maldita fuera su condición de omega, no. Se dijo a sí mismo dándose una bofetada mental y se alejó un par de pasos de aquel potente pecho.

─Déjeme ir, usted no tiene que cargar conmigo, soy un omega indeseable, no soy lo que un alfa busca, soy defectuoso y monstruoso a morir, una vergüenza y...

Steve poso un dedo en sus labios acallándolo. Sonrió ante la sarta de palabras que salieron de la boca del chico, era una letanía sobre los defectos de los que Howard le acusaba, él no veía eso. Por el contrario, veía un omega fuerte, y peculiar, alguien totalmente adorable.

Y es que cómo no iba a pensar que era adorable con su pequeña estatura, sus grandes ojos achocolatados, semejantes a los de un cervatillo y esa pequeña barbita de candado que le hacía ver curioso, era la primera vez que veía un omega con barba, eso era cosa de betas y alfas, pero este omega la llevaba por rebeldía, estaba seguro de eso. En lo personal hubiera preferido que su rostro estuviese libre de ella, pero no le molestaba tampoco, sí Tony la quería podía conservarla, él no era un alfa tirano.

─No puedo dejarte solo, sé que crees que si te escapas serás libre, pero eso no durara, el mundo es peligroso y más para un omega como tú.

─Sí ya sé. Un alfa grande y malo vendrá a violarme, así que mejor tú. ¿No es así?

Steve sonrió ante ese sarcasmo.

─Yo nunca te violaría. No soy esa clase de alfa. Vamos, Tony, te mostrare tu nuevo hogar.

─Mi nueva celda dirás.

Respondió el chico aceptando que lo sacasen de la fila. Steve, cargo su maleta como si de una almohada de plumas se tratase y eso le enfado, pues él la había tenido que arrastrar con gran dificultad y de no ser por sus rueditas, no habría logrado moverla. Odiaba las diferencias físicas de alfas y omegas, pinche naturaleza, era una madre injusta.

─Anthony, calma, te aseguro que estarás bien, no te hare daño.

─Tony, llámame Tony.

─De acuerdo, tú llámame Steve.

El chico le miro con asombro, ¿era en serio? No iba a exigirle llamarlo alfa, o alfa Rogers u otra cosa como Capitán, jefe, amo, dueño o algo así ¿De verdad le estaba autorizando a usar su nombre? Ningún alfa le había permitido eso antes, salvo Arno y eso porque era su hermanito.

─Steve...

─ ¿Sí?

─No, nada, lo siento.

El rubio lo condujo hasta una calle en donde esperaron dos minutos, hasta que una limosina, color negro con vidrios polarizados se estaciono y Steve, indico a Tony, que entrase. Él también lo hizo.

─Al complejo Sam, tenemos un nuevo miembro de la manada.

El aludido, un alto alfa de color, se giró sonriente y miro al chico con apreciación.

─Es bonito, vas a tener que cuidarlo mucho.

─Al menos de ti no.

Respondió el rubio sonriendo también y el chofer asintió.

─Sí de mí no, Mi Buck, es todo lo que amo y necesito. Al fin accedió a intentar tener cachorros, no sabes lo feliz que estoy Steve, ese es un paso muy grande para él.

Obsequio para un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora