Deséame pero no te enamores (parte 3 )

tu me creaste...

La noche callo sobre los muros de la Mansión , con el paso de las horas Scorpius parecía a verse recuperado y en ese momento se encontraba en su cuarto jugando con Dovi, Draco por el contrario había empeorado , tanto que ya apenas hablaba y a ratos su cuerpo temblaba con fuerza.

Hermione se encontraba sentada en la cama del rubio mirándolo, su cabeza estaba hecha un lio-lo había odiado durante tres años por algo que no hizo y ahora que lo sabia...¿Qué motivo tenia para odiarlo? Quizá ese odio sin fundamento fuera solo una excusa para no ser la única odiada por el otro , al contrario que ella Draco si tenia motivos para hacerlo...

Lo vio removerse en la cama , quizá estuviera soñando , aunque por su cara mas parecía estar teniendo una pesadilla....

Flash Back

Era tarde, posiblemente de madrugada...escucho al guarda abrir la ventanilla...siempre lo hacían , bien fuera para comprobar que no hubiera ninguna fuga o ninguna muerte...aunque de esto ultimo siempre había...

Draco abrió los ojos lentamente observando las paredes de piedra y la pequeña ventana, si se podía llamar así, con rejas que le permitía recordar que fuera había un mundo, la celda era pequeña, apenas cabía un hombre tumbado, y con la anchura justa para que entrara el y un pequeño lavabo. Cerro sus ojos de nuevo ignorando la vista del hombre...

Un quejido llamo la atención del guarda que miraba por la ventanilla por donde le pasaban la comida . Dentro de la celda, bajo una sucia y desvaída manta, alguien temblaba violentamente, acurrucado en el suelo.

-Lumos. -el guardia acercó la luz para iluminar el interior.

Hay estaba Draco Malfoy , la manta era lo único que le dejaron tener... Normalmente hubiera habido también un camastro, pero a el no se le había concedido uno... parecía enfermo. Su piel mostraba una palidez extrema, fruto de no haber visto el sol en años, estaba extremadamente delgado a causa de las mínimas raciones que recibidas, y estaba cubierto de suciedad, con el pelo convertido en una maraña de un tono paja, que antaño había sido tan rubia como el oro blanco.

Sin embargo, todo esto no lograba empañar del todo la belleza del hombre. La armonía de sus rasgos nobles destacaba incluso aquí.

Draco se estremeció y abrió los ojos grises , empañados por la fiebre, y los enfocó con dificultad en él, a través de los sucios mechones de su pelo rubio.

Draco temblaba, no importaba cuanto se esforzase por entrar en calor, tenía frío.... en Azkaban la piedra siempre estaba húmeda y helada. El frío se le colaba en los huesos, a través del suelo en el que estaba echado, a pesar de la manta con la que se envolvía.

Llevaba días enfermo aunque recién alguien lo notara...le dolía todo el cuerpo, sus pulmones se apretaban dolorosamente contra sus costillas cada vez que cogía aire haciéndole cada vez más difícil continuar respirando. Pero lo más terrible era el frío, agarrotaba sus músculos y helaba su aliento, cada vez que se movía era como si se le clavasen agujas por todo el cuerpo. Escuchó un chirrido antes de escuchar unos pasos cerca, y haciendo un esfuerzo abrió dolorosamente los ojos de nuevo. No podía ver más que un borrón iluminado por la luz de la luna pero imagino que era... Un guardia.

El hombre se acercó y lo miró más detenidamente

-¿Malfoy?

Draco estaba mareado, le pareció que le llamaba pero no podía estar seguro.

-Ey, ¿Puedes oírme?-pregunto agachándose junto a el

No lograba coger bastante aire, sentía que la conciencia se le escapaba.

Malfoy parecía estar tratando de decir algo, pero de entre sus labios azulados no salieron más que murmullos inconexos, demasiado débiles para ser interpretados.