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•| Capitulo 9 |•

En el Dojo

Leonardo intentaba bloquear los golpes de Raph con sus brazos pero como este último era más fuerte se le dificultaba demasiado.

Raph lo barrió con su pierna pero por suerte su hermanito calló en su manos dando una vuelta por detrás y al quedar de rodillas se logro impulsar rápidamente quedando atrás del de rojo y en un salto darle una patada que por desgracia para el menor este logro bloquear ese golpe con su brazo. Raphael intento darle otro golpe en su cara pero logrando agacharse lo esquivó y pudo alejarse un poco más.

Raph: ¡¡basta!!

Leonardo se puso derecho y después se puso de rodillas para darle una leve reverencia a su maestro.

Raph: no lo has hecho tan mal (se cruza de brazos) pero tienes que mejorar la fuerza de tus golpes

Leo: es fácil de decir cuando tú eres más fuerte que yo (ve sus brazos) me dejaste más rojo que tú antifaz

Raph: oh vamos, que yo sea más grande y fuerte que tú no significa que no puedas llegar a superarme

Leo: (se levanta) quiero pelear contigo con armas

Raph: ¡ja! aún no estás listo para...

Leo: yo solo quiero superarte...por favor hermano, y si tú ganas podrás darme entrenamiento doble

Raph: Jajajaja...eso no es un castigo para ti

Leo: pero en el día en que Karai me lleva con ella a su guarida

Raph: (piensa un poco) bien, ¿y si tú ganas?

Leo: ¡es sorpresa! (con una sonrisa inocente)

Raph: jaja, bien (se dirige a las armas y le entrega a Leo una Katana) pero solo usarás una ¿de acuerdo?

Leo: Karai me deja usar las dos (haciendo puchero)

Raph: si pero ¿quién es tu maestro ahora eh?

Leo: (colocándose en posición) muy bien...ahora sabrás que no soy un pequeño niño

Raph: aunque pasen 50 años serás un niño pequeño

Leonardo entonces se abalanzó sobre su hermano alzando su Katana pero Raph fue rápido y con ambos sais bloqueó aquella arma que se dirigía a su cabeza.

El de rojo le dio una patada en su estómago, pero midió su fuerza para no lastimar tanto a su hermano pequeño pero si lo suficiente para mandarlo lejos.

El pelinegro con rapidez le lanzó su katana y por suerte para el de rojo pudo detenerla golpeándola haciendo que su trayectoria fuera hacia arriba. Y mientras estaba distraído Leonardo corrió para poder patear el estómago de Raph logrando distraerlo un poco mientras que la Katana caía de nuevo en las manos de Leo y colocando la punta filosa de esta cerca de la cara de su hermano el temperamental.

Leo: ¡gane! (con una gran sonrisa)

Raph: pe...pero ¿cómo? (sorprendido)

Leo: fácil, nunca esperabas que te lanzará mi Katana y mientras que tú trataste de detenerla pude golpearte y como una vez Karai me enseñó, volver a tomarla

Raph: bueno...supongo que de algo sirve que Karai te entrene (despeina su cabello) bueno...ganaste y, ¿ahora qué es lo que quieres?