Capitulo cuatro

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Seguí mi trabajo sin siquiera mirarla ¿Quién se creía para tratar así a Maite? Era hermosa, y tenía mucho dinero.


Pero aun así no era nadie para tratar así a mi novia.


Por que así era, May era mi novia y si la niñita mimada creía que iba a conquistarme, estaba equivocada, llevaba mucho tiempo con Maite. Y ella era la mujer indicada para formar una familia.


No me imaginaba a Dulce teniendo hijos, ni nada por aquel estilo. De repente sentí una necesidad de mirarla.


No iba a negar que la deseara, pero Dulce era tan distinta que yo.


Cuando la busqué con la mirada, no estaba. Seguro se había ofendido por la manera en que la trate. Pero yo tenía razón.


Seguí trabajando hasta que llego la hora de salida. Salí de la casa Reverte, exhausto no veía la hora de llegar a casa y darme un baño. Pero antes de aquello debía darle de comer a Emma.


Llegue a mi pequeña casa, era humilde y se la rentaba a José un hombre algo rudo y frío. Y que ahora, me recordaba que debía de pagarle los meses atrasados y aun el señor Reverte no me pagaba.


Vi a Emma mirando la tele aun con su guardapolvo del colegio puesto.


- Emma ve a cambiarte que ya voy a servir la comida –Dijo mientras le besaba la frente-


- Bueno, Uckersito


Corrió a su habitación sonriendo, mientras yo también lo hacía. Emma era lo más hermoso que tenía en la vida.


Lo que más amaba.


El ruido de fuertes golpes detrás de la puerta me llamó mi atención. Salí a abrir y me encontré con la fría mirada de José, lo notaba... estaba furioso.


- Mi dinero –Dijo sin vueltas-


- José, aun no me han pagado, en cuanto lo hagan...-El me irrumpió-


- Christopher, si mañana mismo no tienes el dinero –Comenzó en tono duro- Los voy a tener que desalojar por la tarde.


Antes de que pudiera contestar, el hombre se fue dándome la espalda. Ojala pudiera romperle la cara... pero necesitaba el lugar.


El señor Reverte me pagaba recién la semana entrante.


¿De donde iba a sacar el dinero, para mañana?


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