Miro los ojos llorosos de Kagome sin poder creerlo. No puede ser cierto lo que me acaba de decir eso... Eso es de ser muy gilipollas...
No sé qué decir, mi mirada no se aleja de la suya, mi boca está seca, tengo un nudo en el estómago y miente se nubla por momentos mientras aprieto mis puños pero, pero no puedo irme, no puedo dejarla así, sola y aquí, en la fiesta.
Instintivamente mis brazos rodean su cuerpo y mi mano acaricia su pelo en un intento de acallar sus sollozos y de mantenerla caliente, esta noche hace frío y que ella esté empapada y helada no ayuda.
(Una horas antes...)
Hoy es sábado por la tarde y tenemos nuestro primer partido de la temporada, un amistoso con un equipo de una universidad cercana. Según me contó Spark, los amistosos nunca llegan a ser... eso, amistosos...aunque lo suponía.
Pero bueno, aquí lo importante es ganar, y todos tenemos en mente patearles el trasero cuando nos saludamos antes de empezar el partido.
Empieza bien, somos nosotros los que conseguimos el balón y conseguimos encestar un conseguir 2 puntos. Después, al número 3 le arrebatan el balón pero gracias a Bankotsu no encesta y nos dirigimos a su canasta, donde anota un triple y el público nos vitorea.
Los ojos de Kagome y los de Bankotsu chocan en una mirada apasionada, y llevan así todo el partido. No soy quien para decir nada al respecto pero, me molesta, me molesta y mucho.
Suspiro cuando tengo el balón en mi poder y marco un triple.
El partido continua así hasta que acaba, gracias a los triples del capitán, el número 3 y los míos hemos ganado el amistoso y, ahora, como siempre, nos vamos a una fiesta.
Ya había estado en un equipo de baloncesto y sabía que las chicas se tiran a nuestros brazos, pero nunca pensé que lo harían literalmente hasta que no entré en la casa de Bankotsu que olía a marihuana y con la música a tope.
Después de estar evitando a chicas babosas y buscando una cerveza fría después de celebrarlo con los chicos con los que mejor me llevaba, los ojos pardos de Kagome chocaron con los míos... del susto casi escupo la cerveza. ¡Por Dios! Estaba guapísima, sus hombros desnudos, su vestido ceñido y azul oscuro era precioso y le quedaba como un guante, y todo el mundo que había girado la cabeza a ver a la novia del capitán estaba de acuerdo con mi comentario.
Su pelo estaba suelto y liso, sus tacones la hacían ver más alta y esbelta y su leve maquillaje hacía que quisiera acercarme a ella.
Negué con la cabeza mientras daba un sorbo a la cerveza cuando alguien me palmeo la espalda muy fuerte.
- ¡Amigo!
- ¿Miroku?- él asintió- ¿Qué haces aquí? La fraternidad está al otro lado de la cuidad...
- Yo nunca me perdería un fiesta, y menos si tu está en ella... - arqueé la ceja- Bueno, las chicas de tu universidad son famosas por estar buenas, uno tiene sus debilidades.
Me reí en su cara por el comentario, es lo que necesito, desconectar, festejar, beber y tal vez liarme con alguna chica de esta fiesta pero, desde que mis ojos se posaron en Kagome, cada vez se ha hecho más y más difícil llevarme a una chica a la cama.
Como si mi amigo estuviera escuchando mi lucha interna, su mano se posa en mi hombro para que deje de mirar a la azabache de forma inconsciente.
- No pasa nada tío - me dice- Diviértete hoy, preocúpate de tu corazón mañana.
- Es más fácil decirlo que hacerlo.
- Siempre es así, Taisho, siempre es así

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El Diario De Un Ojidorado {InuKag}
FanfictionInuyasha tiene un objetivo en mente, conquistar a Kagome, ¿y qué mejor forma de anotar sus ideas que en un diario?