25.

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Bien, hoy estoy decidido a hablar con Kagome, pronto nos darán las vacaciones y necesito hablar con ella, tengo que pedirla que sea mi novia.

Vuelvo a mi rutina de levantarme temprano para coger el coche, aparcar cerca de la facultad, caminar hacia la cafetería y pedirme un café antes de sentarme en una de las mesas ya que no he encontrado a Kagome. Saco mis apuntes para repasar un poco el examen de dentro de tres horas mientras me tomo mi café. Cuando me le acabo, me quedo un rato más allí esperando a Kagome.

No aparece y no me ha contestado a las llamadas y al mensaje de ayer, así que decido no insistir. Salgo de la cafetería para meterme en el centro y vagar por los pasillos, no tengo clase a primera, por lo que venir aquí y no encontrar a Kagome ha sido una pérdida de tiempo.

Me acuerdo de lo que me dijo Rin de todos las cosas que está haciendo para cambiar de facultad y tal vez está demasiado ocupada con eso y por eso es más difícil encontrarla. 

Tengo tiempo mientras doy vueltas por los pasillos y pienso en la pregunta que Spark soltó para que me asegurara de que no quería a Kagome solo por ser algo inalcanzable, y solo soy capaz de rayarme más... ¿acaso es una pregunta trampa? Porque yo no le encuentro sentido.

Me encuentro con Ayame, que me confirma lo ocupada que está Kagome con eso, y también me anima a decirle de una vez lo que siento.

- Pensaba decírselo hoy, pero no aparece por ningún sitio...

Ayame gira la cabeza a modo de duda.

- Tiene clase a segunda, debería estar rondando por la biblioteca... - contesta- Y por cierto, nosotros también tendríamos que pasar por la biblioteca.

- ¿Y por qué?

- ¿No te acuerdas lo que dijo el profe la semana pasada? Tenemos que usar el tomo 3 del libro que está en la biblioteca para hacer el trabajo.

- Oh Dios, es verdad.- contesto cuando me acuerdo

Así que nos ponemos a caminar hacia la biblioteca y, cuando entramos, Ayame se pone a buscar el libro mientras yo busco a Kagome. Y la encuentro, pero no sola, si no hablando y riendo junto a un chico de mi altura, con los ojos azules, el pelo negro y la piel morena.

Ahora mismo no me apetece moverme. Ni siquiera me apetece irme o llamarla para que se de cuenta de que estoy delante. ¿Qué tengo que echarle en cara? Nada, no somos nada. 

El Diario De Un Ojidorado {InuKag}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora