Winx Club. Nueva Generación 2: Viaje En El Tiempo.

Capítulo 1.

—Tristán, pareces un lunático.—se quejó Adora rodando los ojos.

Estaban en el centro de Eraklyon, donde los mellizos fueron de compras por petición de la chica, y es que era importante buscar el vestido perfecto para la ceremonia que se acercaba.

Habían pasado 5 años desde la gran batalla contra las Trix, la dimensión mágica estaba en paz de nuevo y ésta vez, por la nueva compañía de la luz.

Un acontecimiento muy importante iba a pasar el día siguiente en el reino de Eraklyon, pues, ya que todo el planeta sabía que la princesa Adora se iba a casar con el príncipe Arwen tarde o temprano, el rey Sky anunció que el heredero al trono sería Tristán, por lo tanto, el día siguiente iba a ser nombrado rey de Eraklyon.

—Dejame en paz, enana.—el pelirrojo frunció el ceño, tendrán 21 años, pero seguían usando los mismos apodos de siempre.

—¡Me preocupas! Has estado usando ese collar desde que lo encontramos hace años y no te ha dado ningún resultado.—comenta señalando aquella joya que su tía Layla le regaló en su primer cumpleaños​.—Sé que te sientes un poco solo, y en parte es mi culpa, te quité a tu mejor amigo...

—Necesito encontrar a la chica ideal.—cortó a su hermana mayor, dejando de caminar.—Este collar brillará cuando encuentre a mi alma gemela.

—No entiendo tu obsesión por conseguir pareja, has tenido muchas citas y aún así te empeñas en buscar de la manera equivocada.—reprochó cruzándose de brazos.

—Y tú manera es la correcta.—dijo con sarcasmo.

—Sabes que mi situación es diferente a la tuya.

—Tengo que apresurarme, además, no quiero casarme con cualquier persona.—rió sin gracia, asustando un poco a Adora.—Al parece, nuestro padre no entiende eso.

El hada de la luz agachó la cabeza, recordaba el día en el que su padre le había dicho a Tristán que sería el próximo rey.

—¡Muchas gracias, papá! ¡Te aseguro que no te defraudaré!.—el jóven estaba muy feliz con aquella noticia, no creía que fuese tan pronto.

—Sé que harás del planeta un lugar maravilloso, hijo.—dijo Sky caminando hacia la ventana de la habitación.—Tu madre me contó el inconveniente con Lux, es una lástima, hubiera sido buena reina.

—¿De que hablas?.—Tristán frunció el ceño, la conversación estaba tomando otro camino.

—De que no puedes gobernar el reino tú solo. No me malinterpretes, eres capaz de eso y mucho más, pero necesito a alguien a tu lado, que te acompañe en todo momento.—el rubio suspiró.—Necesito que te cases lo más pronto posible.

—¡¿Qué?! ¡Estás bromeando!.—Tristán estaba sorprendido y enfadado.

Adora, que había permanecido fuera de la conversación, se metió para defender a su hermano.

—Papá, no puedes presionar a Tristán a conseguir pareja. Eso no está bien.

—Él debió escoger esposa desde los 16, así como Arwen y tú. Así no estaríamos en este problema.—la voz del rey era determinada, no importaba lo que le dijesen sus hijos, él tenía que ganar la discusión.

—¡Pero nadie sabe a que edad llega el amor de su vida!.—exclamó la jóven molesta por los pensamientos tan cerrados de su padre.—¡Arwen y yo ni siquiera estamos comprometidos!.

—Dame más tiempo, papá. Entiende, no voy a tomar una buena elección si me apresuras de esta manera.—rogó el futuro rey de Eraklyon ya con dolor de cabeza.