Winx Club. Nueva Generación 2: Viaje En El Tiempo.

Capítulo 28.

—¡Soraya!.

La rubia estaba enrollada en las sábanas, sentía como la sacudían y le gritaban pero no quería despertar.

—¡Soraya, despierta!.

Se giró, aún con los ojos cerrados.

—Dejame en paz, Marga. Ya no tenemos misiones.—reprochó cubriéndose más con la sábana.

Se despertó de golpe cuando escuchó una explosión cerca, Marga aún cargaba su pijama: un suéter negro y pantalón color vino. En la entrada de la puerta se encontraba Jenna totalmente alarmada en unos shorts verdes y una blusa rosa de tirantes.

—¿Qué pasa? ¿Qué hora es?.—se levantó rápido y fue a abrazar a su mejor amiga.

—Son las 4 de la madrugada, nos han encontrado.—contestó Jenna sujetándose a la puerta.—Valtor descubrió nuestro escondite.

Se escuchaban los gritos y disparos afuera, todo se estaba desmoronando bajo sus pies. Las Trix lideraban un ejército de monstruos que destruían todo a su paso.

—¡Hay que salir rápido!.—ordenó la hija de Helia, dirigiéndose a la salida.

Alguien abrió la puerta de golpe, haciendo que Jenna saliera medio volando hacia la cama. Tristán entró con pánico, solo tenía unos pantalones grises y una mochila colgada en el hombro.

—¿Están en una fiesta de té? ¡¿Qué esperan para salir?!.—les reclamó a gritos.

Los tres miraron a Soraya, quien se había sentado en la peinadora para maquillarse con paciencia. Marga apretó los puños.

—¡No tenemos tiempo para esto!.

—No voy a salir mal arreglada, primero muerta que sencilla.—se volteó a verla, hizo una mueca.—Cada vez que te veo, me pregunto por qué sigues siendo tan ordinaria.

—¡Maldita, te voy a...!.

Como siempre, Tristán tuvo que frenar a la impulsividad de Marga antes de que matara a la rubia.

—¡Yo me quedo con Soraya!.—dijo por fin, soltando a Marga.—Jenna y tú vayan con el resto a buscar las salidas de emergencia, los alcanzaremos.

—¿Estás seguro?.—alzó una ceja.

Un temblor interrumpió la plática, algunos objetos cayeron al piso, destruyéndose. Todos soltaron un chillido cuando parte del techo se vino abajo, justo donde estaba el armario.

—¡Salga ahora!.—ordenó el pelirrojo con voz autoritaria.

Marga ni Jenna protestaron más y salieron corriendo por los pasillos. No se podían explicar cómo fue que los encontraron, siempre fueron muy cuidadosos con respecto a la ubicación de la base. Marga tenía una leve sospecha, pero Jenna estaba totalmente impactada.

Al cruzar, frenaron el andar al tener frente a ellas varios de los monstruos capturando a los rebeldes que se defendían.

Jenna sacó una pistola de su bolsillo trasero y comenzó a dispararles a la cabeza mientras que Marga corrió directo a destruirlos con sus puños.

Por otro lado, Soraya se arreglaba las pestañas con sumo cuidado. La pierna de Tristán se movía impaciente, lo que estaba haciendo la rubia era innecesario y muy ridículo.

—Soraya, vamos a morir aquí sino te apuras.—advirtió, pasando su mano por su cabello.

—Si morimos, al menos morimos juntos.—una risita se escapó de sus labios.

«Soraya realmente está loca». La miró asustado.

Otro temblor sacudió las instalaciones, está vez más fuerte, haciendo que se rompiera la litera individual y el espejo donde se estaba viendo la chica.