Winx Club. Nueva Generación 2: Viaje En El Tiempo.

Capítulo 37.

Un portal se materializó en los jardines traseros de la escuela Fontana Roja. De él, salieron tres figuras distintas, dos chicas y un chico.

—¡¿Éste es?! ¡¿De verdad estamos aquí?!.

Soraya se arrodilló en el suelo, llorando de alegría ya que la pesadilla había terminado.

Luego de saltar al portal, regresaron al pasado donde Tristán había provocado la separación de sus padres. Llegaron minutos antes que sus anteriores, logrando una ventaja significativa.

Antes de que siquiera se levantaran, Marga se lanzó encima de ellos gritándoles que no cometan alguna locura. Les hicieron un resumen de lo que había pasado y sus contrarios palidecieron al saber lo que provocarían.

Al regresar a su presente, ambas versiones de ellos se fusionaron con los mismos recuerdos de el presente alterno.

—Eso creo.—comentó Tristán.—Todo luce muy normal.

Marga se destransformó, su nariz aún sangraba y tenía algunos moretones.

—¡Iré a revisar!.—avisó la rubia corriendo dentro de la escuela.

Los otros dos se quedaron riendo de la euforia de Soraya, no la habían visto tan contenta desde que Marga la acompañó de compras.

—A juzgar por los árboles, diría que la piedra nos dejó un mes después de mi coronación.—analizó el pelirrojo detallando la vegetación.

Marga abrió mucho los ojos.

—¡¿Qué?! ¡Mis padres van a matarme!.—exclamó, totalmente asustada.

Tristán comenzó a reír, tomándola por los codos.

—Tranquila, tenemos la excusa perfecta para presentarnos como pareja.—dijo con una sonrisa.—Les voy a decir que te arrastré a mi fuga por el problema con mi padre y nos enamoramos.

—¿Ah sí?.—alzó una ceja, divertida.—¿Y cómo se supone que me enamoraste?.

Tristán fingió pensar, haciendo una mueca chistosa.

—Les digo que te enamoré con mis perfectas serenatas.

—¿Serenatas?.—se burló la chica.—¿Sabes cantar?.

—¡Pues claro! Tuve muchas lecciones con un tutor personal. Debo decir que no lo hago nada mal.—se halagó a sí mismo.—Adora se quedó con las clases de baile.

Marga lo empujó en forma de juego, Tristán le siguió el juego. Poco a poco, se fueron acercando hasta estar a centímetros del otro.

—Tonto.—le susurró.

—Eres bastante astuta al seducirme así.—reconoció coqueto.

No resistieron más la conexión y se dieron un largo beso en los labios. Tristán la apretó por la cintura mientras que Marga enredó sus dedos en el cabello de él. Se sentían tan bien con el otro, como si el resto no existiera, solo eran ellos y nadie podía separarlos.

—... ¿Marga?.

La nombrada se separó bruscamente al escuchar esa débil voz. Su alma se fue de su cuerpo al encontrarse con Soraya frente a ambos, con los ojos llorosos y una expresión de decepción y tristeza combinadas.

«Ella... Nos vió besándonos».

—Soraya, escucha...

—¿Cómo pudiste?.—su voz apenas fue audible.—Sabías cuanto me gustaba Tristán.

—Soraya, déjame explicarte.—Tristán intervino, él era el más culpable aquí.

La rubia miró a Tristán y luego volvió a Marga, indignada.