Corbyn no dejaba de pensar en aquella chica, era realmente estricta consigo misma, esa noche llevaba el cabello recogido en una coleta y se le veía cansada, realmente era linda, pero al chico no le interesaba eso, ella era una guardia, y él era un ladrón.
Eso era Corbyn, un ladrón. Un chico que vivía del esfuerzo de los demás, un chico que tenía un celular costoso por que se lo arrebató a la persona que realmente le pertenecía. Y también robaba cosas de mayor valor sentimental, ha robado de todo, a quitado de todo. A dejado de ver sonrisas al dirigirse a su nombre, y ha comenzado a ver rechazo y asco. Su madre había muerto por culpa de su padre borracho al volante, su hermana se había ido a un orfanato al momento en el que Corbyn aceptó que él no podría hacerse responsable de una niña de siete años. Para Corbyn nada era importante, vivía relajado y cuándo robaba su corazón dejaba de acelerarse por la costumbre. Para el chico era normal escuchar cada día insultos hacia su persona, robarle a la sociedad era lo que mejor sabía hacer y el mundo odiaba a las personas que robaban. Eran unos "mal nacidos" unos hijos de perra que no sabían nada más que hacer con sus vidas que arrebatar el esfuerzo de los demás.
Todos dicen ese tipo de cosas de personas como Corbyn, pero nunca nadie se pregunta que pasa con ellos. ¿Quién se pregunta qué pasa por la cabeza de un culpable?. Es sólo una manera más de despreciarlo. Una manera más de evitar una vida que ni siquiera ha sido disfrutada.
Todos están tan ocupados pensando en cómo se encuentra la víctima, que no piensan en el culpable. Ni siquiera piensan qué tenía en la cabeza el hombre. Corbyn Besson roba por que no sabe hacer nada de él, tiene apenas dieciocho años y no tiene idea de nada, dejó la escuela hace un año y ha buscado trabajo desde entonces, pero todos sus intentos son en vano, es imposible pensar en que la vida de Corbyn iba mal, la mayoría cree que los ladrones roban por que quieren ser respetados o por que simplemente lo necesitan. Corbyn vive de lo que roba, así de simple.
Corbyn no se intimidaba. Corbyn no le tenía miedo a nada ni a nadie. Sólo a él mismo, el chico no sabía de lo que era capaz de hacer, y le sorprendía de lo que descubría día a día sobre él mismo. Es una manera más de conocerse, Corbyn, por muy ladrón que sea, es un jovencito sin identidad, no tuvo tiempo para crearse una. Es difícil, difícil para él. Él no tiene idea de lo que es capaz hasta después de las acciones que ni siquiera decide tomar, es impulsivo, pero al mismo tiempo muy relajado. Aveces el se sienta a pensar que está haciendo de su vida, y luego sale de ese shock y vuelve a la realidad, a su realidad. Él había conocido a una chica la noche anterior, él se encontraba lejos de su hogar, la chica no lo conocía, la chica no sabía que Corbyn era peligroso.
Pero dicen que cuando menos quieres algo, es cuando más lo tienes. Pensó en la conversación que tuvo con esa chica, y creyó que por primera vez en un lapso de un año, Corbyn no se había sentido impulsado a desistir con alguien. Se encontró pensando en la chica una y otra vez, sonriendo mientras miraba el suelo de su incómoda habitación.
"—Afrodita, guardia del museo."
El chico recordó que la chica tenía el nombre de una diosa, y eso le atrajo a preguntar la razón de por que llevaba tan magnífico nombre.
"—¿Como la diosa Griega?."
"—Exacto. Mi padre me puso así ya que amaba la mitología griega."
Corbyn asintió.
"—Así que, Corbyn."—comenzó—."¿Puedes responderme la razón de qué haces aquí en el museo a altas horas de la noche?."
"—Creo habértelo dicho, la lluvia."
"—Soy guardia, chico. Sé que estás mintiendo."
"—¿Como puedes saber algo que no es verdad?."
"—Es por tu forma de mirarme y de apretar tu mandíbula, o estás nervioso, o estás mintiendo. Y es imposible que estés nervioso ya que si así fuese no habrías estado corriendo por las calles de Nueva York a media noche en medio de un temporal, para eso como mínimo tienes que andar seguro en la calle, y como es invierno, es imposible que seas un idiota nervioso y que estés a altas horas de la noche en la calle solo, por eso cabe resaltar que es obvio que estás mintiendo, se llama quinésica, rubio. Reconozco una mentira cuándo veo por primera vez al mentiroso."
"—¿Y qué más puedes pensar de mi con apenas saber mi nombre."
"—Definitivamente eres estadounidense, no estudias en ninguna escuela o universidad, ni menos trabajas. No debes tener muchos recursos."
"—Espero con ansias tu explicación."—dijo el rubio sarcásticamente.
"—Es obvio que no vas a la escuela, es martes y deberías estar en tu casa dormido, apenas llevas una sudadera y está más que claro que no llevas nada abajo, puedo ver tus clavículas desde aquí, quizás eres stripper pero no hay ningún bar que contenga ese tipo de personas por aquí cerca, la lluvia comenzó hace más de una hora y si fueras stripper no hubieras parado en este museo, y por eso mismo no tienes recursos para vestirte con algo mejor en invierno, ya que no pensabas que llovería, saliste con ropa casual para no ensuciar la poca ropa que tienes."
Corbyn recordó la intelingencia y astucia de la chica con una sonrisa en su rostro. Primera vez que Corbyn deseó conocer una chica desde la muerte de sus padres, y lamentó no haberle pedido algo más que su nombre.