Jack, Daniel y Jonah comenzaban a ayudarlo a estudiar cada día para lograr hacer la prueba para entrar en la escuela nuevamente, los padres de Jack estaban muy felices de tener a Corbyn ahí, le dieron la habitación de invitados para su estadía y también le dieron dinero para comprar ropa, y una tarde con Zach fueron de compras.
"—¿Qué tipo de ropa te gustaría vestir?."—preguntó Zach.
"—No lo sé, algo normal."
"—¿Hace cuánto que no compras tu ropa?."
"—Desde hace dos años."
Zach rió.
"—Aveces me asustas, Corbyn."
"—Gracias, gracias."
"—Es en serio."
"—Oh, lo siento."—dijo riendo.
Al final se decidieron por unos pantalones negros, unas sudaderas y algunas camisetas bastante lindas, los chicos salieron del centro comercial mientras iban hablando sobre lo que se habían perdido el uno de el otro.
A Corbyn le estaba comenzando a agradar pasar momentos a solas con cada uno de sus amigos, así podía saber lo que haya pasado personalmente en la vida de cada uno, sólo los dos, y eso era mucho más cómodo que estar interponiéndose en una conversación con los otros chicos.
"—Me gustó una chica, su nombre era Chloe."—dijo Zach.
"—¿Estuvieron de novios?."
"—Sí, pero realmente no era lo que esperaba, se acercó a mí por que le gustaba Jonah."
"—¿Es en serio?."
"—Ajá."
Corbyn negó.
"—Entonces no era la chica perfecta para ti."
"—Pero no existe la chica perfecta."—contradijo el castaño.
"—No, no existe. Son las imperfecciones las que hacen perfectas a las personas."
"—Y después preguntan por qué tengo amigos mayores."—dijo sonriendo.
"—Zach."
El chico levantó la cabeza en modo de atención.
"—¿Me extrañaste?."
Zach intentó sonreír, pero se vio más como una mueca.
"—Creo que Jack fue el que más sufrió, pero sí, sí te extrañe. De echo, no sabía con quién jugar béisbol después de todo."
Al llegar a la casa de Jack, Zach y Corbyn tomaron helado junto al dueño de casa, y siguieron estudiando para la prueba de Corbyn que daría espacio ese mismo día, un par de horas más tarde.
Zach y Jack ayudaban al chico intensivamente, con todas las intenciones de que se ganara la beca en el preciso instante de cuando dará su nombre. Daniel llegó una hora más tarde con su móvil en mano, en señal desesperada de dar una información.
"—Corbyn, te encontré un trabajo."—dijo apenas entró.
Corbyn saltó de su asiento, exaltado.
"—¿Es en serio?."
Daniel asintió.
"—¿De que trata?."—preguntó Zach.
"—Es un cupo de guardia en el museo central, la chica que trabaja allí está buenísima."
"—Es Afrodita, la chica que conoció Corbyn, de las que nos habló, es ella."—dijo Jack.
Jonah entró a la casa de Jack con una pizza, y al llegar vio todo ese alboroto que se había formado por los malos entendidos.
"—En resumen."—comenzó Zach hacia Jonah—."Corbyn va a trabajar de guardia con la chica que le gustó instantáneamente la noche antes de encontrarnos, y ahora estamos estudiando para que pueda entrar a la escuela y tener una linda historia de amor con esa chica."
"—No realmente."—contestó el rubio—."Pero algo parecido."
"—Ya sólo dejen de hablar."—dijo Daniel—."Prefiero que este chico estudie lo último para entrar a la escuela de una vez por todas."
Corbyn dio la prueba, y sí quedó. Corbyn entraría a la escuela la semana siguiente, y sintió como si la vida de sonriera por aquello. Era un nuevo logro, el primero de la lista de los cambios de Corbyn Besson, y había comenzado de la manera correcta, había acertado, y eso le reconfortaba de una manera impresionante. Fueron esas palabras de la directora que ya conocía, esa misma directora que no se enteró que Corbyn había dejado la escuela después de unos meses más tarde. Esa que le pronunció esas palabras que comenzaron a vivir la vida como si los dos últimos años no hayan pasado nunca, y eso fue lo mejor.
Esa sensación lo llevó al cielo. Y entonces tenía que hacer lo que seguía.Se dirigió a la habitación de la casa de Jack, la que próximamente debería llamar suya, y ordenó su mochila, su móvil y le pidió a Jack que lo acompañara al museo central.
"—Ese es mi chico."—dijo—."Arrasa con ella."
Corbyn reventó en risas.
"—Conquistar es lo que mejor sé hacer."
"—Nació para eso."—dijo Jonah.
"—¿No crees que primero debes imponer más estilo?."—preguntó Zach.
"—Impongo más estilo que Kylie Jenner."
"—Deberías hacer una cuenta de Instagram."—propuso Jack.
Corbyn no había tenido ninguna red social debido a que no tenía internet, pero aún así tenía un teléfono para cumplir la regla adolescente de vivir con uno. Corbyn le aventó el teléfono a Zach.
"—Creala tú."
"—Okay."—dijo comenzando de inmediato su labor.
"—Corbyn y yo iremos al museo."—anunció Jack.
"—Suerte."—dijeron los demás al unísono.
Los chicos fueron casi trotando involuntariamente del nerviosismo, no cruzaron ni una palabra, sólo caminaban rápido. Al llegar, Corbyn se arregló el cabello y olió su cuello, todo en orden.
Entonces la vio ahí sentada en la entrada, revisando unos papeles. Y cuando levantó la mirada, Afrodita sonrió.
"—Corbyn Besson."—dijo.
Jack le pegó un codazo.
"—Comienza tus métodos infalibles de conquista."—susurró.
Corbyn sonrió.
"—Afrodita."
"—¿En qué puedo ayudarte, príncipe en problemas?."
"—Quiero el trabajo de guardia."