Chapter 15

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Corbyn despertó más temprano de lo normal, estaba feliz. Estaba alegre, estaba enamorado. Y se sentía bien, se sentía hermoso, sentía como las mariposas en el estómago se apoderaban de él y sus sentimientos se dejaban llevar, ella era increíble, ella era justamente lo que Corbyn había querido.

Ella era su diosa del amor.

Ella comenzaba a ser parte de su vida, y Corbyn no quería que ella se fuera de ello, que dejara de ser alguien tan importante, que dejara de ser en lo que se había convertido para él.

Le mandó un mensaje de buenos días, y dejó su teléfono en su mesa de noche para irse a desayunar. Jack y él hablaban de tonterías mientras la hermana de Jack miraba a Corbyn como si su vida dependiera de ello.

"—Ella está enamorada de ti."—susurró Jack a su oído.

Corbyn soltó una carcajada y luego se puso la mano en la boca disimuladamete para que la chica no notara que se reía de ella.

"—¿Es en serio?."—preguntó aún con las ganas de reír.

"—Ajá. Y agradecemos al mundo que no se enamoró de Jonah."

Los dos chicos rieron.

Corbyn estaba disfrutando de la vida como nunca antes, más que cualquier otra vez.

Los chicos se fueron a la escuela, Corbyn con esa satisfacción de ver a la chica que tanto quería, que tanto quería ver desde que abrió los ojos hace menos de una hora. Estaba emocionado, hasta hizo a Jonah parar para comprarle un presente, un chocolate, para que lo disfrutara como Corbyn la disfrutaba a ella.

Al llegar a la escuela, Corbyn se sentía feliz, sentía como todos lo seguía mirando con desagrado, pero también sintió el poco interés que tenía en ello, y como todo funcionaba correctamente, como cada paso que daba estaba más cerca de ver a la chica que tanto quería.

Y cuándo la vio, no era exactamente lo que esperaba.

Afrodita lo saludó de lejos, desde el otro extremo del campus, Corbyn corrió a saludarla con un beso, pero ella corrió la cara para que este fuera solo en la mejilla.

Corbyn omitió comentarios, pensó que aún no se sentía lista para estar avanzando tan rápido.

"—Qué tal."—dijo en modo de saludo.

La chica miraba el suelo envés de mirar a Corbyn a la cara.

"—Todo bien. Hey, tengo que ir a hablar con el profesor de álgebra, hablamos más tarde."

"—Te acompaño."—se ofreció el chico.

"—No, gracias. Son cosas privadas de él y yo, creo que estoy reprobando la materia."

"—Ocupa tus maneras infalibles de ganar con astucia."—aconsejó.

Ella asintió y se retiró con una sonrisa incómoda. Corbyn se sintió raro, no pudo darle su regalo y ella parecía estar evitándolo, pero el muchacho no se inmutó, no supo cómo reaccionar de esa manera. El chico se fue con sus amigos, evitando denotar su confusión.

Durante todas las clases, Corbyn notó que Afrodita no lo miraba, que intentaba hacer como que él no existía, y que nada que fuera llamado un "nosotros" entre ellos hubiera existido nunca. Como si ella no hubiera estado en la azotea de Jack la noche anterior, y ella de retiraba de los salones lo más rápido posible, evitando a su enamorado.

Corbyn pensó en que quizás estaría teniendo problemas en su familia, aunque no viviera con ellos, quizás estaba pasando algo, y tal vez no quería comentarlo, pero el chico se encontró pensando en qué lo estaba evitando por que ella sabía algo. Sabía todo.

Tal vez Afrodita ya lo sabía todo.

Corbyn le llamó durante el almuerzo, durante toda la jornada, y las últimas clases se acercaban, y ellos aún no podían hablar. Corbyn acudió a Jack.

"—Afrodita no habla conmigo."

"—¿Que dices?."

"—Que me ha estado evitando todo el día."

"—Quizás ha tenido un día duro."

"—Jack. Sé de lo que estoy hablando."

"—¿Entonces crees que te está ignorando por que sí?."

"—Claro que no, idiota. Ella sabe algo."

Jack abrió la boca en una perfecta "O" y no supo que decir.

"—¿Crees que es así?."—preguntó luego de unos segundos después de su asombro.

"—Sí."—respondió el joven chico con la cabeza baja.

"—¿Y si sólo tuvo un problema?."

Corbyn negó.

"—Ella sabe afrontar los problemas mejor que yo."

"—Corbyn. En serio esto es grave."

"—Lo sé, lo sé muy bien. Si la pierdo no se que haré."

"—Pues dile la verdad."

Corbyn lo pensó, y Jack estaba en lo correcto. Le diría la verdad a Afrodita antes de que se hiciera ideas erróneas.

Cuando llegó a su lado, Afrodita intentó esquivar su presencia, pero al ver qué no lo había logrado, se dispuso a hablar con él.

"—Hey, estuviste alejada de mí todo el día."—dijo.

"—Sí, lo siento."—se lamentó mirando hacia otro lado.

Corbyn buscó su mirada.

"—¿Estás bien?."

Afrodita suspiró, no estaba bien.

"—Necesito hablar contigo, quiero contarte algunas cosas."—comenzó el chico.

Afrodita lo paró.

"—Lo sé todo, Corbyn."

El muchacho tragó saliva.

"—Hey, puedo explicarte todo, sólo dejame decírtelo con calma."

"—No, Corbyn. No hay explicaciones. Tú eres un maldito ladrón, y eso nada lo justifica."

Y Corbyn dejó que ella se fuera, por que sólo estaba diciendo la verdad.

Todo el mundo decía la verdad.

aphrodite. » corbyn bessonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora