El sol estaba regalando sus últimos rayos de luz antes de ocultarse por el poniente. La tierra se tornaba entre un color rojo y violeta a medida que el astro rey descendía. Pero allí estaba la gran muralla de acero lustroso que separaba al reino de Fallatia del desierto de la Gloria; también se veían grandes edificaciones que se asomaban por encima del muro. Allí, frente al trío se encontraban varios caminos y entradas, y el flujo de gente aumentaba por el lado sureste, una de las rutas principales que conectaban con aquel dominio.
—Helo ahí, muchachos, el pequeño reino de Fallatia— señaló Azuma con la mirada. Sus manos se encontraban puestas sobre la cintura al detenerse para indicar la llegada a su destino.
—¡Wow, es enorme! Y parece que está muy bien protegida— Comentó Rock tras observar la gran muralla y a varios guardias alrededor de ésta, a unos 20 metros de donde se encontraban parados.
—Ahora el problema va a ser entrar debido a que es un reino, y peor aún, dependiente de Fianna. Seguramente ya nos tienen en la mira desde lo que sucedió en Banks, mocoso—repuso Rossette.
—Rossette-chan tiene razón. No podremos entrar tan fácil. Supongo que los pandilleros tampoco podrán hacerlo sin llamar la atención. Debe haber otra forma más precavida para ingresar— añadió el corpulento y enorme hombre de cabello y barba rojizos, pensando una manera efectiva y cautelosa de traspasar la muralla de Fallatia.
Sin embargo...
—¡Azuma-san!—Gritó la chica de cabello castaño claro, señalando hacia el sureste con bastante pánico.
—¡¿Cuándo...?!— Se alarmó Kaguchi cuando miró en la dirección a la que apuntaba la chica a su lado.
Rock ya estaba cerca de una de las entradas del lugar, caminando tranquilamente, sin importarle nada.
—Realmente no hay tanto tiempo para planear un ingreso. Debemos encontrar a ese tipo y detenerlo antes de que provoque un desastre. Y también debemos llegar lo antes posible a Fianna. Este es el punto de cruce hacia mi objetivo— El peliazul hablaba para sí mismo, exageradamente centrado en lo que tenía qué hacer.
La entrada a la que Coldbear se dirigía era un enorme arco, custodiada únicamente por dos hombres pertenecientes al ejército; uno con el escudo real de Fallatia, que constaba de un círculo con una línea y un punto atravesándolo por el medio, el otro hombre vestía con la armadura de Fianna.
Rock llegó hasta ambos sujetos y se paró frente a ellos.
—Vengo como turista a este reino. Provengo de la lejana tierra de Risko. No vengo armado. Si quieren registrarme, háganlo— Habló con una voz bastante tranquila.
—Adelante— Comentó el hombre de Fallatia sin decir nada más. Así fue como el chico de cabellos azules pudo entrar.
Azuma y Rossette, a lo lejos, quedaron sorprendidos de la facilidad con la que su compañero había conseguido atravesar la muralla ¿Eran así de laxos en Fallatia? Ahora no importaba, simplemente siguieron a su compañero.
Ni siquiera dijeron nada, solamente caminaron hasta casi llegar al otro lado.
—¡Oigan, ustedes dos! ¿A dónde se dirigen?— El guardia de Fianna los detuvo desde atrás. Ambos se pararon en seco, con un levísimo escalofrío.
—Hola, buenas noches. Perdón, veníamos con el muchacho que acaba de entrar, pero se adelantó ¿Hay algún inconveniente?— Azuma se dio la vuelta para responderle, con la voz más pacífica y amable posible, al soldado.
—¿Entonces también son turistas? ¿O vienen a adquirir algún producto?— El hombre de plateada armadura con tela negra cuestionó.
—Simple turismo. No tenemos otras intenciones. Dicen que este es el lugar cúspide de la tecnología en todo el continente Daruness y que aquí fabrican el armamento para los soldados al mando de nuestra Gran Majestad, Aitor-ama. Sólo queremos ser testigos de tal magnificencia.— Continuó el taheño, con falsos halagos.
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Gaia
AvontuurEn un mundo en donde la magia y la ciencia conviven sin ningún problema todas las personas nacen con poderes (desarrollados a diferentes grados) llamados "conexiones". Estas conexiones son energías derivadas de los que se consideran como los 4 elem...