La noche anterior, no había tenido ningún sueño raro por suerte.
Como siempre, mi madre me había dejado encima de mi cama lo que debía ponerme. Pero como yo era toda una rebelde pues como no, fui al armario a coger algo distinto cuándo...
-¡¿Como puede ser posible que no haya ropa en mi armario?!-Dije frustrada. Suficiente con que me escogiese la ropa pero ahora va y me tira todo.
Salí de casa sin desayunar con una falda de seda y un top ajustado blanco junto a una chaqueta vaquera negra.
En la universidad, comenzaban a dar el número correspondiente de taquilla. La mía número 56, se encontraba al girar el primer pasillo en la entrada.
Mi combinación era 4812. Abrí la taquilla y deposité mis libros.
Fui corriendo a clase y nos informaron que íbamos a tener que compartir la sala con otros compañeros. No me digas... La clase de Mike y Avery.
Me puse contenta y pensé en guardarles dos asientos en frente de Gregor y yo.Justo cuándo iba a depositar mi mochila para sus plazas, dos seres vinieron. Como siempre, yo llevaba mi capucha y no alcancé a ver quiénes eran.
Así que por muy vaga que fuese tuve que quitármela y me encontré con él. Seguía sin saber el porque de lo que hacía y miraba. Pero sus pintas me decían que sus padres no le querían.
-Perdona pero, ¿podrías quitar tu mochila?-Dijo él indiferente. Cuándo iba a responderle, Gregor se adelantó y les dejó el asiento libre.
-Pero, ¿que haces?-Susurré.
-Peyton, no busques problemas. Por favor ahora no.-Dijo Gregor cómo si me suplicase para toda la vida. Tuvimos que proseguir con la clase.
Los profesores nos explicaron que iba a haber un viaje escolar. Y que solo los 10 mejores estudiantes iban a tener el derecho de viajar una semana a un lugar desconocido. Pero que aún no había fecha para eso y que si realmente queríamos participar en ello, tendríamos que currarnos el año.
Me fascinó la idea. Poder ver otros tonos del cielo en otros lugares. Nuevo objetivo desbloqueado: formar parte de los 10 mejores estudiantes.
Las horas cada vez iban pasando mas rapido pero no sé porque ni como, esta fue la más larga de mi vida. Tener a Eliot Hampton delante me incomodaba, a parte de las miraditas de su hermano Tobias que no dejaba de girarse para ver que hacíamos Gregor y yo.
Noah estaba sentado justo detrás nuestro y nos mandaba papelitos con dibujos muy raros. Uno de ellos se le cayó encima a Eliot pero Tobías lo atrapó antes de que su gemelo se percatase. Lo abrió y se empezó a reír sólo, no entendía el porque. Segundos después, no sé como hallé el papel que antes tenía Tobias encima de mi mesa. Escrito en el papel se encontraba el apellido Brooks tachado en rojo por un lado y por el otro lado un sol. Un miedo repentino brotó en mi y miré rápidamente a Eliot y Tobías antes de que sonáse el timbre.
Aunque gracias a Noah, Gregor, Ivery y los demás pudimos pasar un buen rato.
Llegadas las tres de la tarde las clases finalizaron. No me apetecía quedarme fuera así que fui a casa a recoger mi cuarto y intentar contactar a mi abuela.
~Biiip~ Nada.
~Biiip~ Nada por segunda vez.
~Biiip~ Nad-Espera..Alguien había contestado.
-Si??
-Esta es la residencia Stars??
-Si. Quiere que deje algún mensaje?
-Humm, si por favor. Díganle a mi abuela, Wendy Brooks que su nieta Peyton la ha llamado.
Se escuchaba un tecleo de fondo. Me imaginaba que buscaba a mi querida abuela en el registro.
-Perdóneme la pregunta pero....En el registro no hay ninguna Wendy Brooks. Está usted segura que se llama así?
-Que??-Me extrañó. Según Mamá y Papá la abuela llevaba tres años en esa residencia...A menos que mis padres me hubiesen mentido. O tal vez era una fugitiva y se había disfrazado.
-Hola?? Esta ahí?
-Ah si! Perdone. Muchas gracias por su ayuda. Adiós.-Dije colgando rápido.
Decidí que era hora de investigar. Me senté en mi escritorio y busqué todo lo relacionado con la residencia Stars.
Pero nada... Todo lo que encontraba era algo que ya sabía o algo indiferente.
Al día siguiente, me desperté por sonidos que mi oido llegaba a percibir. Se escuchaba el hulular de los búhos, el movimiento de las hojas de los árboles.
Me levanté y preparé lo necesario para la uni. Cuándo iba a sacar la moto del garaje, una mano se posó en mi hombro.
-¡Hola!
Me giré y Noah me empujó haciendo que saliesemos del garaje. Le miré raro, a mi nadie me tocaba. ¡Yo era intocable!
-¿Porque me tocas??-Le dije yo haciendo una mueca de asco.
-Porque somos amigos.-Dijo esbozando una sonrisa.
-Primero no somos amigos y segundo aunque seamos amigos no me toques.
-Deja de ser tan aburrida, Peyton.
Oh... Ni siquiera éramos amigos y se atrevía a llamarme aburrida? Este día iba a ser muy largo...
Le di a Noah un casco y subió en la moto conmigo, hasta que llegamos a la uni donde se bajó. Nos dirigimos a la clase de inglés, que bien sabíamos iba a ser la hora más larga del día.
-¡Good morning, students!-Decía Jennifer, nuestra profesora.-¿How is your day going?
La verdad que mi día iba... ¿normal? Llevaba despierta desde hace 1h, no podía decir que iba mal supongo. A mi lado estaba Juliet, Noah y Gregor detrás. Juliet había tomado esta optativa parece ser.
-Buenos días Juliet, ¿qué tal?-Le dije yo sonriéndole.
Ella se giró para mirarme, trató de esbozar una sonrisa que duró mili segundos y se volvió a recomponer para seguid haciendo lo que hacía.
Me giré para ver a los chicos que me miraban desde antes y se reían porque Juliet me había ignorado, otra vez más.
La estás poniendo en peligro, Brooks.
Dijo una voz en mi cabeza. Pegué un chillido que ahogué porque era imposible que mi consciencia dijese eso.Deja de tratar de buscarle la lógica a todo. Dijo nuevamente la voz.
Gírate y descubre quién soy. Volvió a comentar la voz.
Una vez me giré, ¿adivinad quién me saludaba con su sonrisa traviesa? Nada más y nada menos que Tobías Hampton, obviamente acompañado de Eliot que ya llegareis a imaginar lleva la misma cara de siempre.
Como ya dije antes, éste día iba a ser muy largo...
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Susúrrame tu nombre ©
Teen Fiction-Peyton no quiero que mueras.-Sollozaba Eliot. Tobias, detrás de él, estaba al borde de las lágrimas. Noah Y Gregor solo me miraban tristes, arrepentidos de lo que estaba ocurriendo. -Lo sé, pero soy la única que puede salvaros. Sobre todo después d...