11. Consecuencias

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Decidí volver a mi casa , para revisar los supuestos hechizos del cuaderno de mi abuelo Max que acababa de descubrir, tras dejar a Noah en casa junto a su madre y para descubrir que era ser una auguratricis.

Y dalo por hecho, o a medias ya que encontré a Gregor en el camino de vuelta.

-Greg!!-Dije corriendo y saludándole.

-¿Que haces por aquí Peyt?

-Saliendo de casa de Noah.-Dije confusa cuándo vi que Greg se rascaba la nuca y en su antebrazo había el tatuaje de un sol blanco acompañado de una corona.

-Oh, vaya...-Dijo con sarcasmo. Se dio cuenta de que había visto su tatuaje y me miró fijamente a los ojos denotando curiosidad y angustia a la vez.

-Greg, ¿si te pregunto una cosa prometes ser sincero?-Él asintió. Yo carraspee y suspiré antes de proseguir.-¿Eres un ser féerico?

Mi pregunta no cambió su estado de ánimo ya que solo esbozó una sonrisa y se acercó para que yo pudiera ver su tatuaje.

-Ouch... Has descubierto mi secreto.

-Y que ser féerico eres???

-Soy un auguratricis diurno.-Yo seguía observando su tatuaje sin entender porque él tenía una corona y yo no.-En idioma humano significa adivino o hechicero. -Dudé si enseñarle o no mi tatuaje aunque al final, si se lo mostré.

-Eso quiere decir que yo...-No pude terminar mi frase.

-Peyton... ¿Desde cuándo tienes este tatuaje?-Dijo fríamente interrumpiéndome.

-Desde hace dos semanas. Sé que también soy una auguratricis pero... ¿porque tu tienes un sol blanco y yo una luna negra??

Él dudó. Finalmente dio un largo suspiro y cuando fue a responder algo empezó a vibrar en mi bolsillo.
Miré en todas partes y percibí unas dos llamadas perdidas y 7 mensajes de mi familia en la pantalla de mi móvil.

-Greg... No sé que pasa pero creo que va a haber un contratiempo. Mi familia me necesita. Hablamos luego??-Dije incomodándole.

-Si. Pero no podrás escaparte de la realidad.-Dijo convenciéndome de que esta conversación no había hecho más que empezar.

Fui corriendo a casa. Pero algo me desconcertó. Dónde estaban mis padres y mis hermanos?
Busqué en todas las habitaciones y también salí fuera pero nada. Me senté en el sofá y reflexioné.

-Porque se han ido sin siquiera dejar una insignificante nota....??

Me detuve a pensar dónde podrían estar en estos momentos. Y me acordé que tenía 7 mensajes de ellos. No tuve tiempo antes para poder leerlos así que este era el mejor momento.

Mamá:
-Te he visto salir corriendo. Algo no va bien? 14:30
-La comida ya está lista. ¿Cuándo volverás a casa? 15:01
-Peyton, la vecina pregunta por ti, dice que hace mucho que no te ve. 15:20

Papá:
-Donde estás?? 15:00
-Hija tenemos malas noticias. 16:47
-Si lees esto y ves que no estamos en casa no trates de buscarnos! Nos veremos pronto cielo. 16:59

Lina:
-Hermanita, dónde estás? 17:05

Mason:
-Peyton, corres peligro. Mamá, papá, Lina y yo hemos sido convocados. No nos busques. 17:02

La única que podía saber donde se encontraban era doña Petunia, con quien horas antes tuve un malentendido. Formaba parte del consejo feérico y en el mensaje de Mason, él decía que habían sido convocados. Me puse un abrigo ya que hacía frio y me dispuse a llegar a mi destino.

Toqué en su puerta y me eché hacía atrás.

-Oh Peyton....-Doña Petunia tenía cara de haberse tomado el aire fresco en plena cara.

-Yo..Si no quiere verme lo entenderé pero por favor déjeme hablar con Noah.

-Pasa cielo. Lo siento por la escena de antes haz como que nunca pasó, ¿vale? En Rhowen, últimamente las cosas no van bien y no quiero que me convoquen.

-Si usted lo dice..-Dije extrañada acordándome de lo que venía a hacer.-Yo venía también a hablar con usted. Mire lo que mi familia me ha dejado escrito antes de desaparecer hoy.

Le mostré los mensajes pero sobretodo los de Papá y Mason, que revelaban más información sobre la situación.

-Mi niña, creo que tu familia está metida en un lío pero por desgracia no se la verdadera razón. Déjame investigar y en cuanto sepa algo, prometo mantenerte al tanto.-Dijo mientras me hacía seña de pasar a dentro.

Tomé paso hasta el comedor, dónde me encontré con tres miradas encima mio.

Noah, Tobias y Eliot.

Oh..Ya había olvidado porque había venido así que di la vuelta y me dije a mi misma que no era el mejor momento para charlar con Noah si sus amigos me odiaban y viceversa.

-Pey-Peyton vuelve....-Dijo Noah precipitándose hacia mi.

-Volveré otro día acabo de olvidar si quiera porque estoy aquí.-Dije riendo nerviosamente.

Empecé a dar pasos gigantes hasta que sentí una gran corriente de aire fría chocar contra mi cuerpo. La puerta estaba cerrada y tenía a Tobias Hampton enfrente mío.

¿Como había llegado antes que yo si había dado grandes pasos? Le miré directo a los ojos, fría y despiadadamente.

-¿Porque te escapas..??-Dijo él riéndose. Su hermano, que estaba detrás nuestro, carraspeó y Tobías lo miró serio.

No contesté. Noah se acercó a mi y me cogió por los hombros.

-Ven y siéntate.

Negué con la cabeza y me alejé de ellos.

-Noah, no pienso mantener una conversación contigo si estos dos están escuchando todo y menos cuando mis padres han desaparecido y puede que yo sea la razón.-Noah me miró dudoso y miró a los gemelos.

-Chicos, id a la cocina mientras llegamos nosotros. Mi madre habrá hecho algo de comer, podéis ir a sentaros.-Dijo Noah sin mirarlos. Ellos le escucharon y tomaron rumbo a la cocina mientras él y yo nos sentábamos en el sofá.

-¿Estás mejor?-Le pregunté asustada.

-Si, tranquila.-Me dijo mientras se echaba su pelo azul a un lado. Tenía varias cicatrices en la frente.

-Mis padres y hermanos se han ido sin decirme nada. Dicen que han sido convocados. Es muy raro que ellos hagan este tipo de cosas.-Dije y recordé lo que Jack y Diana me habían dicho.-Encima, todo esto parece que está encadenado a lo que me ha ocurrido hace dos semanas, lo de la cuarta media luna.

Mis manos y pies empezaban a temblar y moverse por el estrés. No sabía que hacer, el miedo me carcomía. El miedo de ser la razón de todo lo que estaba pasando.

-Peyton, ven aquí, es urgente.-Me chilló doña Petunia desde la cocina.

Mi consciencia solo podía pensar en una cosa: Mis poderes traían consigo muchas consecuencias.

Susúrrame tu nombre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora