Decidí volver a mi casa , para revisar los supuestos hechizos del cuaderno de mi abuelo Max que acababa de descubrir, tras dejar a Noah en casa junto a su madre y para descubrir que era ser una auguratricis.
Y dalo por hecho, o a medias ya que encontré a Gregor en el camino de vuelta.
-Greg!!-Dije corriendo y saludándole.
-¿Que haces por aquí Peyt?
-Saliendo de casa de Noah.-Dije confusa cuándo vi que Greg se rascaba la nuca y en su antebrazo había el tatuaje de un sol blanco acompañado de una corona.
-Oh, vaya...-Dijo con sarcasmo. Se dio cuenta de que había visto su tatuaje y me miró fijamente a los ojos denotando curiosidad y angustia a la vez.
-Greg, ¿si te pregunto una cosa prometes ser sincero?-Él asintió. Yo carraspee y suspiré antes de proseguir.-¿Eres un ser féerico?
Mi pregunta no cambió su estado de ánimo ya que solo esbozó una sonrisa y se acercó para que yo pudiera ver su tatuaje.
-Ouch... Has descubierto mi secreto.
-Y que ser féerico eres???
-Soy un auguratricis diurno.-Yo seguía observando su tatuaje sin entender porque él tenía una corona y yo no.-En idioma humano significa adivino o hechicero. -Dudé si enseñarle o no mi tatuaje aunque al final, si se lo mostré.
-Eso quiere decir que yo...-No pude terminar mi frase.
-Peyton... ¿Desde cuándo tienes este tatuaje?-Dijo fríamente interrumpiéndome.
-Desde hace dos semanas. Sé que también soy una auguratricis pero... ¿porque tu tienes un sol blanco y yo una luna negra??
Él dudó. Finalmente dio un largo suspiro y cuando fue a responder algo empezó a vibrar en mi bolsillo.
Miré en todas partes y percibí unas dos llamadas perdidas y 7 mensajes de mi familia en la pantalla de mi móvil.-Greg... No sé que pasa pero creo que va a haber un contratiempo. Mi familia me necesita. Hablamos luego??-Dije incomodándole.
-Si. Pero no podrás escaparte de la realidad.-Dijo convenciéndome de que esta conversación no había hecho más que empezar.
Fui corriendo a casa. Pero algo me desconcertó. Dónde estaban mis padres y mis hermanos?
Busqué en todas las habitaciones y también salí fuera pero nada. Me senté en el sofá y reflexioné.-Porque se han ido sin siquiera dejar una insignificante nota....??
Me detuve a pensar dónde podrían estar en estos momentos. Y me acordé que tenía 7 mensajes de ellos. No tuve tiempo antes para poder leerlos así que este era el mejor momento.
Mamá:
-Te he visto salir corriendo. Algo no va bien? 14:30
-La comida ya está lista. ¿Cuándo volverás a casa? 15:01
-Peyton, la vecina pregunta por ti, dice que hace mucho que no te ve. 15:20Papá:
-Donde estás?? 15:00
-Hija tenemos malas noticias. 16:47
-Si lees esto y ves que no estamos en casa no trates de buscarnos! Nos veremos pronto cielo. 16:59Lina:
-Hermanita, dónde estás? 17:05Mason:
-Peyton, corres peligro. Mamá, papá, Lina y yo hemos sido convocados. No nos busques. 17:02La única que podía saber donde se encontraban era doña Petunia, con quien horas antes tuve un malentendido. Formaba parte del consejo feérico y en el mensaje de Mason, él decía que habían sido convocados. Me puse un abrigo ya que hacía frio y me dispuse a llegar a mi destino.
Toqué en su puerta y me eché hacía atrás.
-Oh Peyton....-Doña Petunia tenía cara de haberse tomado el aire fresco en plena cara.
-Yo..Si no quiere verme lo entenderé pero por favor déjeme hablar con Noah.
-Pasa cielo. Lo siento por la escena de antes haz como que nunca pasó, ¿vale? En Rhowen, últimamente las cosas no van bien y no quiero que me convoquen.
-Si usted lo dice..-Dije extrañada acordándome de lo que venía a hacer.-Yo venía también a hablar con usted. Mire lo que mi familia me ha dejado escrito antes de desaparecer hoy.
Le mostré los mensajes pero sobretodo los de Papá y Mason, que revelaban más información sobre la situación.
-Mi niña, creo que tu familia está metida en un lío pero por desgracia no se la verdadera razón. Déjame investigar y en cuanto sepa algo, prometo mantenerte al tanto.-Dijo mientras me hacía seña de pasar a dentro.
Tomé paso hasta el comedor, dónde me encontré con tres miradas encima mio.
Noah, Tobias y Eliot.
Oh..Ya había olvidado porque había venido así que di la vuelta y me dije a mi misma que no era el mejor momento para charlar con Noah si sus amigos me odiaban y viceversa.
-Pey-Peyton vuelve....-Dijo Noah precipitándose hacia mi.
-Volveré otro día acabo de olvidar si quiera porque estoy aquí.-Dije riendo nerviosamente.
Empecé a dar pasos gigantes hasta que sentí una gran corriente de aire fría chocar contra mi cuerpo. La puerta estaba cerrada y tenía a Tobias Hampton enfrente mío.
¿Como había llegado antes que yo si había dado grandes pasos? Le miré directo a los ojos, fría y despiadadamente.
-¿Porque te escapas..??-Dijo él riéndose. Su hermano, que estaba detrás nuestro, carraspeó y Tobías lo miró serio.
No contesté. Noah se acercó a mi y me cogió por los hombros.
-Ven y siéntate.
Negué con la cabeza y me alejé de ellos.
-Noah, no pienso mantener una conversación contigo si estos dos están escuchando todo y menos cuando mis padres han desaparecido y puede que yo sea la razón.-Noah me miró dudoso y miró a los gemelos.
-Chicos, id a la cocina mientras llegamos nosotros. Mi madre habrá hecho algo de comer, podéis ir a sentaros.-Dijo Noah sin mirarlos. Ellos le escucharon y tomaron rumbo a la cocina mientras él y yo nos sentábamos en el sofá.
-¿Estás mejor?-Le pregunté asustada.
-Si, tranquila.-Me dijo mientras se echaba su pelo azul a un lado. Tenía varias cicatrices en la frente.
-Mis padres y hermanos se han ido sin decirme nada. Dicen que han sido convocados. Es muy raro que ellos hagan este tipo de cosas.-Dije y recordé lo que Jack y Diana me habían dicho.-Encima, todo esto parece que está encadenado a lo que me ha ocurrido hace dos semanas, lo de la cuarta media luna.
Mis manos y pies empezaban a temblar y moverse por el estrés. No sabía que hacer, el miedo me carcomía. El miedo de ser la razón de todo lo que estaba pasando.
-Peyton, ven aquí, es urgente.-Me chilló doña Petunia desde la cocina.
Mi consciencia solo podía pensar en una cosa: Mis poderes traían consigo muchas consecuencias.
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Susúrrame tu nombre ©
Teen Fiction-Peyton no quiero que mueras.-Sollozaba Eliot. Tobias, detrás de él, estaba al borde de las lágrimas. Noah Y Gregor solo me miraban tristes, arrepentidos de lo que estaba ocurriendo. -Lo sé, pero soy la única que puede salvaros. Sobre todo después d...