-Dios, Mayen, me asustaste.-le reprochó Kyle a su jefe, tratando de calmar su respiración.
-Ehh... Kyle, hablamos luego, estoy en una reunión.-dijo Cinthia rápidamente y cortó la conversación.
Respiró hondo y trató de concentrarse en que hay un millón de 'Ians Parks' en el mundo y que no necesariamente era su hermano.
Giró lentamente y abrió nuevamente la puerta de la dirección.
-Lo lamento, era mi marido, quería saber que había pasado con nuestro hijo del medio.-se disculpó Cinthia apenas entró.
-No te preocupes.-sonrió Carolina.
*¿Marido?, ¿me perdí su matrimonio?, ¿un niño de cinco años es el del medio?, ¿cuantos hijos tuvo?* se preguntó así mismo Ian.
-Creo que todo esta aclarado y ya no tiene sentido esta reunión.-mencionó Carolina, al ver que a su marido se le habían ido todas las agallas.
-Si, salgamos.-concordó Ian.
Se despidieron de la directora y salieron de la dirección.
-¿No te vas, Cinthia?.-preguntó Carolina, al ver a la mujer sentarse en una banca que estaba en la sala de espera.
-No, esperaré a mi otro hijo, no tiene sentido irme para luego volver a los dos minutos.-contestó Cinthia.
-Te acompañamos.-anunció Ian, al ver como se divertían los niños.
-Gracias.-suspiró Cinthia.
-¿Cuantos niños tienes?.-preguntó Carolina.
-Cuatro, Neal de doce, dos de cinco: David y Connor, y Bautista que tiene dos años.-contestó en automático, con la mirada perdida.
-¿Cuantos años tienes?.-preguntó Ian.
-Treinta y un años.-contestó mirando a la pareja, y vio que ambos se sorprendieron.
-¿Tuviste a Neal a tus diecinueve?.-preguntó Carolina atónita, ya que ella a esa edad estaba recién saliendo de la universidad.
-Veinte, me fui de casa a los dieciocho y traté de tomar las mejores decisiones,y aunque mis últimos años en la universidad fueron difíciles no me arrepiento de nada.-respondió Cinthia con una melancólica sonrisa.
-¿Porqué?.-preguntó ésta vez Ian.
-Tenía dieciocho años, no pensaba en lo que hacía, era una adolescente con deseos de libertad y muy restringida.-contestó.-Mis pensamientos exactos eran: "quiero volar, no que corten mis alas".
Luego de esa frase, Ian, estaba casi seguro de que esa mujercita de treinta años era su hermana, pues esa frase fue la que estaba escrita en la carta que ella dejó al desaparecer, en realidad era la única frase que estaba escrita.
-¡Mami!.-chilló Connor corriendo a los brazos de su madre.
-Hola, cariño.-saludó Cinthia a su pequeño.
-Hola.-saludó el pequeño con timidez a los señores Parks.
-Hola, pequeño.-saludaron los Parks al unísono.
-Bueno, creo que debemos irnos.-anunció Cinthia mirando a la pareja.
-Si, nos estaremos viendo.-contestó cordialmente Carolina.
-Claro.-respondió Cinthia sin muchos ánimos.-¡DAVID!, ¡TIAGO!.-llamó a los niños, quienes se acercaron corriendo a sus padres.
-Ya nos vamos, niños. -anunció Ian.
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El pasado llega al presente
RandomLa verdad sale a la luz, el pasado se aparece en su vida, tenía la necesidad de saber qué había pasado, pues veamos si encuentra la respuesta. ATENCIÓN: Está historia tiene referencias a violación, maltrato y abuso. Posee spanking paternal, nalgadas...