Ultimátum.

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Tres días después de que me dieran de alta, Kelsey decidió ir con nosotros a París. Scott y mi padre se fueron un día antes que nosotras, Kelsey dijo que tenía que pasar por un poco de ropa para quedarse.

Adrien y su madre regresaron a París dos días antes que nosotras. Logré verlo antes de que se fueran, mamá no me engañó. Adrien tenía muy pocos rasguños, y uno que otro cardenal.

Cuando llegamos a casa, Kelsey estaba más que emocionada por conocer nuestra casa, bajamos del auto y caminamos hasta la puerta, ella introducio la llave en la ranura y abrí la puerta, el aroma de rosas y canela me hizo bienvenida. La casa estaba en penumbras, cuando mi madre subió el interruptor comenzaron a caer pepelillos de colores, mientras todos gritaban: ¡BIENVENIDA, MARINETTE!

Todos estaban aquí; Alya, Nino, mis padres, Adrien, la señora Agreste, Kelsey y Scott. Desvíe mi mirada un poco hacía la mesa, está estaba repleta de comida y bebidas de todo tipo. Me gustaba ver esto, ver a todos reunidos para darme una hermosa y cálida bienvenida, a la cual dejaría atrás en pocos días.

—Bienvenida a casa, Marinette. —musitó Adrien, mientras me regalaba una cálida sonrisa y una hermosa mirada, yo sonreí nerviosa, en su frente había una pequeña curita que cubría un rasguño.—Me alegra que estés bien, esperó me perdones.

—No fue tu culpa Adrien, en serio.

Seguí caminando hasta toparme con la madre de Adrien. Ella me abrazo y me dijo:—Me alegra tanto que tú y mi hijo estén bien.

—A mí igual señora Agreste. Muchas gracias.

Alya y Nino me abrazaron, era un abrazo fuerte y me dolía por algunos golpes, pero valía la pena. Extrañaría muchísimo a Alya y Nino. Durante las demás horas les presente a Kelsey a los chicos.

Alya estaba encantada con Kelsey tenían muchas cosas en común. Como; musica, libros y películas, incluso coincidían en la comida. Pizza y Hot dogs, quien lo diría.
Scott se unió a la conversación con nosotros.

Kelsey seguía hablando conmigo y con Alya hasta que su móvil nos interrumpió.—Uy, ahora regresó, es mi hermano.

Ella se deslizó por la sala y salió al aire libre, no pude evitar mi curiosidad y preguntarle a Scott:—Kelsey, ¿tiene un hermano?

—Eh, sí. Se llama Blake.—contestó Scott frunciendo el ceño, y luego curvó sus labios en una sonrisa juguetona.

—¿Y porqué no lo conocí mientras estábamos en Arizona?—le pregunté, confundida.

—Es que Blake es mayor que Kelsey, y él está en Port Ángeles estudiando su último año de Universidad. Por eso es que no lo conociste.

—Oh, entiendo.

Las horas pasaron demasiado rápido, Adrien se retiró juntó con su madre. Pero antes de hacerlo me pidió hablar a solas con él, yo acepté y salimos a la intemperie.

Él se aclaró la garganta y dijo:—Marinette sé que me he portado como un cretino, pero de verdad te pido mil disculpas por todo lo que te he hecho pasar. —suspiró. —Casi acabó con tu vida en un arranqué de celos, y mira gracias al cielo estás bien. Te amo.

Presionó sus labios contra los míos, su beso era calmado, dulce y sus labios se sentían bien contra los míos. Me sentía feliz y única, hasta que sentí un balde de agua fría caer en mí, posé mis manos en el pecho de Adrien, y lo empujé hacía atrás.—Dices que; «Me amas», pero yo te preguntó a ti: ¿Has dejado a Chloé?

Él negó con la cabeza y musitó. —No he podido localizarla, e intentado una y otra vez comunicarme con ella, pero me e imposible.

—Entonces, ya sabes mi respuesta.—intenté que mi voz no se quebrará, me dolía el alma decirle esto a él, pero el pareció entender y se marchó. Dejándome en la fría y dura obscuridad.

Juego de niños [AU- Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora