Quédate conmigo.

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A la mañana siguiente, pequeños rayos de sol lograban colarse por las persianas. Me senté en la cama, y me rasque la cabeza, Scott aún seguía dormido, tenía la respiración lenta debido al profundo sueño en el que estaba.

No estábamos en la misma cama, pero podía verlo, se veía tan tranquilo tan...en paz.

Me deslice fuera de la cama, y toqué con la punta de los pies la madera, caminé hasta la puerta y tomé el pomo de la puerta en mi mano, girándolo. Me dirigí directamente a la cocina, la puerta del refrigerador estaba abierta, Kelsey estaba revisando el interior.

-¡Hey, buenos días!-saludó, tenía el rostro luminoso por la gran felicidad que emanaba de ella-¿Mi primo sigue dormido?

-Si, aún sigue dormido. ¿Qué estudias?

-Bueno, estoy en mi último semestre de Preparatoria, así que estoy estudiando Ciencias de la Comunicación. -respondió, Kelsey estaba demostrando muy bien ser una chica tranquila, era como la contra parte de Scott.

-¡Wow! Es una especialidad muy asombrosa.-exclamé.

-Verdad que sí.-miró su reloj, y luego me dijo:-¡Uy! Es tarde tengo que ir me, ya sabes toma lo que quieras estás en tu casa. Esperó que cuando regresé puedamos ir a la playa.

-Me encantaría.

Ella se despidió y cruzó la puerta dejándome sola en la cocina, revisé el refrigerador y tomé algunas verduras y me dediqué a preparar una ensalada para Scott. Volví al refrigerador y cogí algunas frutas; manzanas, fresas y uvas.

Tome una tabla de picar y comencé a cortar todo, busqué en la alacena y encontré una bolsa de bombones de diferentes colores, perfecto esto me serviría para hacer una ensalada de bombones.

Cuando terminé de preparar el desayuno, regresé al refrigerador y saqué algunas naranjas, me acerqué al pasamanos junto con las naranjas en mis manos, cogí el exprimidor y comencé a hacer el jugo.

Cuando terminé puse la mesa, me alejé un poco de ella para verla en otro panorama, si esté sería un desayuno feliz y perfecto.

Caminé por el pasillo, y abrí la puerta, Scott aún se encontraba dormido, me deslice con muchísimo cuidado por el piso, me acerqué a la cama de Scott y me puse en cuclillas y no pude evitar acariciar su rostro, con mi dedo medio acaricié el contorno de su rostro. Su piel era suave, al llegar a la parte de la barbilla se sentía rasposo prueba de los vellos que estaban a punto de salir.

Él soltó un suspiro, mi corazón se agitó enviando una sensación calidad por todo mi cuerpo, había tenido esa sensación la primera vez que vi a Adrien, pero esto de alguna manera era diferente, me sentía extasiada con tan sólo verlo suspirar, Scott era guapísimo.

Me acerqué a él con mucho sigilo, quedando a sólo unos centímetros de sus labios, su respiración era cálida y profunda, me acerqué más y más hasta que...

-Buenos días, Nette.-musito, yo me alejé asustada, ¿me habrá visto? Obvio que sí-¿Acabas de despertar?

-No, ya tiene como una media hora o un poco más. -respondí, sentía subir el fuego por mis mejillas, quería besarlo en los labios, Scott me hacía querer tomarlo del cuello y desear besarlo con fiereza-¿Quieres desayunar? He preparado el desayuno.

-Me gustaría mucho desayunar. -susurró, sonriendo. A veces me preguntaba si Scott siempre se levantaba de buenas, o sólo era obra de un buen sueño.

Se sentó en la cama, y luego se paró, estirándose, pude escuchar sus huesos tronar. Lo cogí de la mano y lo llevé al comedor, se veía perfecto.

Juego de niños [AU- Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora