Juego de niños [AU- Terminada]

Escapé.

A las 10:00pm apagamos las luces y nos fuimos a dormir, por fortuna el resto de la tarde había sido un poco más tranquila, les di las buenas noches a mis padres, caminé hasta mi habitación fui a el baño y comencé a desvestirme un buen baño me haría bien, giré el grifo y me puse de pie bajo la regadera, el agua era fresca, se deslizaba por mi cuerpo con gran rapidez en pequeñas gotas, cogí la esponja, el jabón y comencé a hacer espuma, cuando estuvo lista empecé a deslizarla por mi cuerpo, cada parte de ello, volví a meterme a la regadera y el jabón se fue limpiando de mi piel, eché un poco de shampoo en mi cabeza y di suaves masajes. Cuando todo estuvo listo enjuague, dejándome libre de espuma. Tome una toalla y me seque, tome otra toalla blanca y envolvi  mi cabello en ella, salí del baño, y comencé a vestirme.

Después seque mi cabello, y lo cepille. Me metí en las sábanas de mi cama, tome mi smartphone y coloqué los auriculares en mis oídos y me puse a escuchar música.

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Había estado soñando con Adrien cuando mis ojos se abrieron de golpe. El crujido de la madera había penetrado en mi sueño, despertándome de una sacudida. Una figura sombría se agazapaba en mi ventana bloqueando la luz de la luna.

La figura entró con un salto, aterrizando en mi habitación tan sigilosamente como un gato. Me senté de golpe, y todo mi aliento  se escapó en un silbido.

—Shh.—murmuró Scott, posando un dedo sobre sus labios—No despiertes a tus padres.

—¿Q-qué estás haciendo aquí?—logré balbucear finalmente.

Él cerró la ventana detrás suyo.

—Te dije que te visitaría pronto.

Me dejé caer de nuevo sobre la cama, intentando recuperar un ritmo cardíaco normal. No había visto mi vida pasar ante mis ojos exactamente, pero había estado vergonzosamente cerca de gritar a todo pulmón.

—Te faltó mencionar que involucraría meterse a la fuerza en mi habitación.

—¿Hay alguien aquí contigo?

—No. Sólo mis padres. Yo me quedé dormida, pero no los he escuchado.

—Vistete.

Le eché un vistazo al reloj. Luego le eché un vistazo a él.

—Es casi media noche, Scott.

—Muy detallista, Dupain. Resulta que vamos a ir a un lugar al que será mucho más fácil entrar a la fuerza a estás horas.

Oh Dios.

—¿A la fuerza?—repetí con voz temblorosa, aún sin recuperarme de ser despertada tan abruptamente. Especialmente si Scott hablaba en serio acerca de hacer algo potencialmente ilegal.

Mis ojos finalmente se estaban ajustando a la borrosa oscuridad, y lo sorprendí sonriendo.

—No tienes miedo de hacer un poco de allanamiento ilegal, ¿verdad?

—En lo absoluto. ¿Qué es un delito grave? No es que tenga grandes esperanzas de ser diseñadora de modas o conseguir casarme por lo menos.—bromeé.

Él ignoró mi sarcasmo.

—Encontré un lugar que te encantará.—cruzando la habitación, se escabulló hacia las escaleras—¿Estás segura de que están durmiendo?

—Completamente.

En cierto modo tenía miedo, pero había algo que enviaba un sentimiento exactamente cálido, difuso a través de mí, pero razone que estaría con Scott todo el tiempo. Y si había una cosa que yo quería era, sacar a Adrien de mi vida para siempre.