Juego de niños [AU- Terminada]

Invitación.

Estaba profundamente dormida cuando el smartphone sonó estridentemente. Saqué un brazo por el lateral, deslizando la mano por la mesita de noche y encontré mi smartphone. Era un mensaje de Scott.

No te me vuelvas a acercar, Marinette. Lo digo en serio, por favor. Evita que me llegué a comportar como un patán contigo.

Por alguna razón sentí una fuerte punzada en mi corazón, yo no entendía el porque sentía esto. Porque me importaba tanto lo que Scott me dijera, odiaba este sentimiento, yo no podía estar enamorada de Scott. No ahora, que quizás podría tener algo con Adrien. Mi mamá gritó desde el piso de abajo, despabilándome de mis pensamientos. Cepille mi cabello y bajé los más rápido que pude. Ella estaba de pie frente a la puerta, mirando hacía afuera, pero la puerta me evitaba ver quien estaba al otro lado de ella.

Era Adrien, llevaba unos jeans y una camisa negra ajustada. Azul y verde se encontraron, sus ojos verdes estaban decorados con oscuras formas circulares a su alrededor, y su rostro palidecía, yo le indiqué a mi mamá que se fuera y ella asintió, dejándonos solos a Adrien y a mí.

—¿Qué quieres?—dije cruzando mis brazos, a veces detestaba que fuera tan cretino. Su rostro aún de mostraba tristeza, pero después se volvió sereno—¿Acaso no te bastó con casi romperle la mandíbula a Scott?

Él sonrió.—Eso es una de las cosas que menos me importan, sólo quería disculparme contigo. Fui algo...salvaje.—hizo una pausa—pero yo no soportaría si el te tocaba más haya de la cuenta.

—No son tus problemas Adrien. Ni tampoco te tienes que meter en mi vida.—contesté—Si yo salgo con Scott es mi problema, además te recuerdo tú aún sigues con Chloé. O ¿no?

Él brillo de sus ojos se desvaneció.—Si aún sigo con ella,  estoy buscando un modo de no lastimarla, no sé. Siento que no se lo merece. Sería algo cruel.

Exploté.—Bien, entonces te quiero fuera de mi vida. Largate.—dije cerrando la puerta, empujándolo hacía fuera.

El opuso resistencia e intentó volver a entrar invoque toda mi fuerza y lo saqué. Toqué la puerta con mi mano derecha, y dejé golpear mi cabeza con ella, en resignación, podía escuchar a Adrien respirar al otro lado. Y luego dijo:—Lo siento, sólo quería decirte eso y también si querías venir conmigo a la fiesta de solsticio de verano está noche.

Yo no respondí, desee poder abrir la puerta y rodear su cuello con mis brazos, pero una parte de mi me dijo: «No» así que hice caso, tome una buena bocanada de aire y me deslice de espaldas por la puerta, hasta estar sentada en el piso. Estaba confundida, ya no sabía que sentimientos tenía hacía Adrien y Scott. Todo parecía un asqueroso plan de la vida para destruirme paso a paso. Me sentía molesta conmigo misma, me sentía molesta con todos, aún cuando ellos no tenían la culpa.

—¿Estás bien?—preguntó mi madre, estaba parada en el arco de la cocina su mirada era cálida y dulce, ella solía calmar mi dolor—¿Qué sucede?