"La venganza"

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-¿Como es posible que puedan hacer eso?- pregunto al aire sin esperar una respuesta.
-Ese, es el salto- Lucian responde a mi pregunta que había hecho al vacío.
Ya era casi de noche, recordando lo que había sucedido me doy cuenta de que ya faltaba muy poco para anochecer había estado inconciente dos horas, una hora faltaba para que llegará la noche, ya se veía menos claro y mi madre ya estaba prendiendo las velas para no quedarnos completamente a oscuras y en lo que encendía la última le hablaba a mi hermana.
-Elizabeth- a lo que mi hermana le respondía tranquilamente
-Madre, ¿Qué pasa?- mi madre estaba un poco preocupada, su mirada lo decía
-¿Donde están Luna y Blade?- mi hermana responde inmediatamente.
-Se quedaron atrás en el pueblo- mi madre se preocupa un poco más a lo que se dirige a Gabrielle y a mi.
-Vayan ustedes dos a su encuentro- a lo que Lucian interrumpe la conversación.
-Mi señora, si usted desea puedo traerlos aquí- lo dice mientras señala el piso de madera de la casa.
-Lucian ellos aún no saben lo que ha pasado aquí- era obvio que no sabían que pasaba pero, de que manera Lucian iba a traerlos o porque mi Madre le dijo que no
-Madre, ¿que es lo que realmente ha pasado?- pregunta Elizabeth aún dudando ya que ella muy difícilmente se le puede mentir, a eso respondo yo poniendo en claro que es verdad lo que han dicho.
-No ha pasado nada más de lo que te hemos dicho, Elizabeth- en eso mi madre le pide a nuestro vigía un favor.
-Lucian, por favor acompaña a Gabrielle al encuentro con mis otros hijos-
-Si, mi señora- después de la respuesta, Lucian y Gabrielle se ponen en marcha y abren la puerta de la casa, yo me voy de tras de ellos y en eso alcanzó oír a mi madre decir.
-Elizabeth, tengo que hablar contigo- a lo que me detengo en la puerta al escuchar lo que mi madre le dice a Elizabeth
-Si, madre- Elizabeth responde mientras mi madre se acerca a la puerta de la casa y me pone la mano en el hombro, yo volteó y le pregunto.
-Madre ¿quieres que yo me quede?- a lo que mi madre me responde inmediatamente.
-Si, Eyllein- en el momento que mi madre da su respuesta de repente se siente una brisa muy extraña y me volteó a ver a dirección donde estaba Lucian y estaba ahí un enorme caballo parecido a Tormento pero este tenía unos símbolos muy extraños al rededor de sus ojos y patas de color blanco como si hubiesen sido pintados en ellos pero, es como una marca de nacimiento y antes de que Lucian se suba a el le pregunto.
-¿Porque esas marcas?- Lucian me ve como si quisiera reír y me responde alegremente, mientras hace una pregunta pone su mano cerca del ojo de caballo.
-¿Estas? Son marcas de nacimiento y sólo salen en caballos imperiales, solo unos pocos tienen un caballo así, como tu padre- mi madre interrumpe nuestra conversación y dice.
-Lucían da prisa a eso, no quiero que algo más pase- Lucian se sube al caballo mientras mi hermana ya ha subido a un caballo en los que venían y sale del establo.
-Entonces inicio la partida mi señora- Lucian y Gabrielle se apresuran poniéndose en marcha al encuentro de mis hermanos, en eso mi madre se adentra en la casa y se sienta en la mesa mientras yo cierro la puerta.
-Elizabeth, lo que te voy a decir es algo que no dirás a tus otros hermanos- en eso Elizabeth se sienta en una de las sillas y se pone sería y le pregunta a mi madre.
-¿es sobre papa? Verdad.- yo le reniego a mi madre y le pregunto
-¿Estas segura de que lo dirás madre?- mi hermana se me queda viendo con tristeza y me grita llorando.
-¿¡Es papá verdad!?- no sé que decir a la pregunta que me ha hecho, me pongo mal y agachó la cabeza para que no vea mis lágrimas salir, pero al final se da cuenta y se acerca a mi y me da un fuerte abrazo y los dos nos ponemos a llorar.
-Hermano- escuchó su voz tan cálida en mi oído.
... la verdad no se como reaccionar
-No te preocupes ya, todo irá bien- Su voz cambia a un tono de protección.
...Lo se, pero ahora como te digo...
-Con o sin el, tenemos que ser fuertes- mi hermana separa su cuerpo del mío y pone sus manos en mis hombros, me ve con sus ojos llorosos y sonriendo.
-¿Me dirás como fue que pasó?- Volteó a ver a mi madre que se ha puesto de pie y me mira fijamente durante cinco segundos y asiente con la cabeza dandome el permiso para decirle a mi hermana sobre lo sucedido
-Estábamos en casa y él llegó en Tormento- digo mientras mi madre toma asiento y le dice a mi hermana.
-Siéntate hija- a lo que mi hermana se sienta en una silla que jala hacia afuera de la mesa
-Continúa Eyllein- me dice mi hermana para que yo continúe narrando lo que sucedió.
-Le dije a mi madre que ya casi llegaba- Mi hermana voltea a ver a mi madre que asiente a lo que yo he dicho.
-Era de día aún, aunque no faltaba mucho para que la noche llegara- solo unas cuatro horas faltaban para el anochecer.
-Fui hacia el establo donde el ya estaba bajando de su caballo- ya desde ese momento sentía que algo no andaba bien.
-Le dio felicidad verme, me dijo "Feliz cumpleaños hijo mio"- aún cuando él me había dicho eso, yo no le dije a mi hermana que se sentía desde ahí algo extraño.
-Veníamos camino a la casa y me dijo que yo esperara adentro, que el casaría un cervatillo- aún así yo entre a la casa, no le dije a mi hermana de lo que sentía ya desde ese momento.
-Pasaron treinta minutos y no volvía, se me hizo raro pero tal vez no habían ciervos- mi hermana voltea a ver la puerta que hizo un ruido, el crujido de la madera
-Después de pensar en eso se escucharon diez disparos- al decir eso se apagó una de las velas que mi madre tenía prendida.
-Agarré el rifle que el año pasado me había regalado y fui en su búsqueda- mi madre volteo a ver la repisa donde estaba antes mi rifle y me doy cuenta de que no está.
-No encontraba a mi papá pero después de buscar bien al fin lo encontré- mi hermana suspiró y mi madre se levantó de su silla en dirección a mi hermana.
-El tenía una herida muy grave y antes de morir me dijo "protege a tus hermanos, los amo a todos"- en ese momento mi madre llegó al lado de mi hermana y puso sus manos en sus hombros consolandola.
-Había un grande charco de sangre enfrente de el- mi hermana hizo una cara de sorpresa al escuchar lo que había dicho.
-Parecía de un animal, fui tras de su rastro y más adelante me encontré con una enorme bestia color negro azabache y ojos azules parecía un hombre pero al igual un lobo- mi hermana se sorprendió aún más y me pregunto.
-¿Una bestia? ¿Hombre? Y ¿Lobo?- yo solo le asiento con la cabeza y continuó narrando.
-Se venía contra de mi y dispare el arma que había dejado papá que antes había tomado y dejado la que el me regaló a un lado de su cuerpo- una lágrima se me sale aún preguntándome si es cierto lo que ha pasado.
-Pero irrazonable para mi, el esquivo el ataque como si no fuera peligro alguno para el- la cara de mi hermana en ese momento es de terror y sorpresa.
-El me atacó, casi muero, pero Lucian estaba ahí y mi madre llegó y me curo y perdí mi consciencia- mi hermana voltea a ver a mi madre y le toma de la mano.
-Desperté aquí y todo pasó así- mi hermana se levanta en mi dirección y me da un abrazo llorando y me dice.
-Pero, ¿seguro que tú estas bien?- En el fondo sabía que no pero si le decía.
-Si, hermana- Que yo estaba mal se hubiera puesto peor.

-¡No! ¡Por favor no lo mates!-
-¡Déjalo en paz! ¡Mamá!- un gigantesco estruendo se escucha no muy lejos de la casa, pero las voces que se escucharon...

En ese momento reaccionó volteando a ver hacia la puerta y con mi mano rasguño al aire y rápidamente aparece un rifle que ya sostenía en mi mano derecha.
Un bello rifle parecido al de mi papá pero más pequeño y color negro perlado con marcas rojas fuego que parecía como si lava corriera dentro de las marcas, también tenía de colores dorados y el mismo símbolo que tenía la de papá a un costado en el mango.
Corriendo me encaminó a la puerta y por alguna extraña razón no tengo necesidad de jalar de ella, como si hubiese desaparecido.
Al salir me encuentro con mis tres hermanos tirados en el suelo llorando; mis dos hermanas abrazando a mi pequeño hermano.
Me apresuro corriendo hacia ellos y les pregunto.
-¿Qué es lo que ha pasado?- y mi hermana Luna sorprendida voltea a verme.
-¿¡Eyllein!? Como es que has...- las palabras de Luna se cortan al ver hacia dirección de la casa con una mirada de terror.
-¿Co-Co-Como es que estamos ya en la casa?-
No nos da tiempo de responder pues mi madre llega corriendo y les grita.
-¡Levantense y corran adentro de la casa!- todos se levantan corriendo menos Blade y mi madre jala a Blade que estaba tirado aun en el piso con mucho pánico cargandolo se lo pasa a mi hermana Elizabeth y los dos salen corriendo.
Mi madre y yo éramos los únicos ahí, esperando algo y apenas mis hermanos cierran la puerta de la casa.

Pasos, pisadas... muy fuertes se empiezan a escuchar.

A lo lejos se ve la enorme bestia haciendo estragos a su paso y de un segundo a otro se detiene y toca algo que aquella vez no traía en su cuello, algo nada creíble pasa, pero ya en ese momento nada me impresionaba, al tocar ese amuleto en forma de collar que colgaba de su fornido cuello desaparece del lugar que a lo lejos se veía y aparece a escasos cinco metros de donde estábamos parados mi madre y yo, con el arma en mi mano derecha.
Se queda viendo con mucho furor y odio a mi madre y se dirige a ella con su voz diciendo
-Ya va siendo hora de...- sus palabras se detienen al voltear a ver a mi dirección y baja la mirada en dirección a donde estaba mi nuevo rifle que empuñaba en mi mano y su mirada se vuelve de una mirada de odio y rencor a una mirada de terror y miedo y dice casi con pánico.
-¿"La Venganza"?-

Hunter: Ojos dorados; El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora