«¿La venganza?» me preguntó en mi mente mientras la bestia articula unas palabras...
-Esto no debe ser posible- La criatura da un paso atrás y mi madre dice
-Imposible- Volteó a ver a mi madre que se quedo viendo mi arma y descuido un momento a la criatura y mi madre grita.
-¡Hijo!- cuando volteó la enorme bestia se dirigía hacia nosotros, un pánico enorme sentí y de la nada por mi lado izquierdo y el derecho de la bestia aparece otra bestia que en sus manos y patas traía consigo brazaletes de oro con símbolos muy extraños y una gargantilla igual de oro con esos mismos símbolos, que venia corriendo para alcanzarla y cuando llega junto a ella nos cubre dándole un golpe con un escudo de oro y detalles parecidos a los que mi arma trae, pero los de el son negros también trayendo el símbolo que había visto en la capa de ese desconocido rey que en ese momento, su color del símbolo empezaba a cambiar a rojo fuego como si lava corriera por el, dando así con el un golpe que sintió como un gran terremoto en el aire despidiendo de el una energía negra: oscuridad, tras impactar. Después de ese impacto la bestia que había sido lanzada ocho metros metros a la derecha, se dan dos extrañas explosiones del tamaño de una persona de esa misma energía negra que había salido del escudo, al lado de la bestia enemiga dando forma rápidamente a dos personas con capas negras que al postrarse de cada lado levantan rápido las manos uniéndolas a la altura del pecho mientras aun la bestia se espabila del golpe antes recibido, de la nada en el suelo suben cuatro pilares de luz como rayos y de ellos saliendo otras luces que se pegan a la bestia levantandole las manos. saliendo después de esas luces al mismo tiempo atrás de los pilares se marca una especie de puerta mas grande y más alta que los pilares y de ella salen otras luces atravesando los hombros y tórax y jalándola y después de tres segundos lo que eran las luces como rayos eran unas cadenas transparentes como fantasmas que ajustaban a la bestia de pies, manos, cuello y tórax.
La bestia había sido capturada...
Tan fácilmente...
Por esos dos...
¿Hombres?...
¿Y ahora que?
Ahora que la bestia que había matado a mi padre estaba en frente de mis ojos...
¡Indefensa!...
¡Ahora qué!...
¡Mi furia es tanta!...
¡Quiero destrozarlo!...
¡Acabaré con él!...
¡Destrozar!...
¡Cada parte de él!...
¡Matar!...
¡Matar!...
Los pensamientos que tenía en ese momento eran matarlo y destruirlo sin importar el costo, lo único que quería era matarla.Ahora que mi sangre está corriendo rápidamente por todo mi cuerpo siento como si mi brazo estuviera más largo que el otro cuando volteó a ver el que traía el arma me percató de que pareciera como si tuviera vida propia, esas marcas rojas color fuego lava estaban latiendo al ritmo de mi corazón en sincronía.
-¡Eyllein!- escuchó a mi madre gritar muy fuerte pero era como si estuviera muy lejos, en ese momento lo único que quería era matar.
-¡Eyllein!- su voz se iba haciendo cada vez menos notoria en cada gritó la escuchaba menos.
-¡Eyllein!- ya casi no escuchaba a mi madre, cegado por ese odio lo único que lograba ver en todo ese momento era a la bestia, mi objetivo.
Dando un paso adelante, siento que no estoy caminando ni haciendo esfuerzo alguno, en lo que tardó en darme cuenta de eso estoy a dos metros enfrente de la bestia, a la cual veo con tanto odio, ahora que la tengo enfrente me percató que atrás de ella se ve un hombre de una capa que apenas se alcanza a ver entre la oscuridad de mis ojos, la bestia abre los ojos mientras ese hombre camina por un lado.
En esos ojos azules se logra ver un destello de luz de inocencia, pero inocencia porqué?.
-¿Ojos dorados?¿La venganza?- con una voz casi humana me dice tranquilamente eso.
-Te matare- tranquilamente le digo mientras voy subiendo mi arma para apuntar a su cara.
-¿Porque quieres matarme chico?- irónicamente me pregunta.
-¿"Porqué"?- mi odio se siente en esas palabras articuladas por mi boca.
Ya teniendo en la mira su rostro de lobo intentó disparar mi arma la cual no tiene ningún efecto.
-Hahaha aun eres un niño que no sabe lo que quiere y ¿quiere matarme?- la voz de la bestia casi cambiada me irrita al escuchar sus burlas al darse cuenta de que mi arma no tiene ningún disparo.
Una voz en todo el exterior...
Una mujer...
El aire...
El tiempo...
En todo el lugar...
Se escucha...
-El día está pronto...- la voz de una mujer se escucha y se siente en el aire.
-En el nombre del rey, yo proclamó...- la bestia voltea a todos lados buscando a quien lo dice.
-Todos han de temer...- yo aun vigilando los movimientos de la bestia que abre los ojos con terror volteando a ver a un lado de mi con una intranquilidad.
-El día ha llegado...- aún la voz de una mujer resuena en todo el ambiente.
-Cuando los ojos dorados se junten con la venganza del rey...- las voces de un hombre y una mujer dicen en sincronía todo eso.
-Será tiempo de que todos teman, el rey ha regresado...- todo mi ser siente una enorme calma, todo el odio que antes sentía estaba desapareciendo y me empezaba a dar cuenta de todo a mi alrededor.
-El principio de las sombras... La oscuridad y las tinieblas han vuelto a ponerse en contra... La guerra nunca acabó- la voz de un hombre se escucha a un lado detrás de mi, ¿quien podrá ser?.
-Hijo del demonio sol, tu has robado...- la bestia, tiene un enorme pánico que sería imposible de no ver.
-Has robado uno de los Arkh del tiempo- la bestia pone su mirada en ese amuleto que colgaba de su cuello de forma de un reloj de arena con pequeños cristales color azules y rojos.
-Y ahora quieres jugar con el tiempo...- la bestia ahora tiene una mirada lasciva y llena de veneno.
El amuleto se levanta prolongadamente separándose de su cuerpo a la altura de su garganta y empieza a brillar de una manera muy extraña.
Parece como si el mismo amuleto empezará a tragar a la criatura como si fuese un especie de hoyo negro en forma de remolino, así casi desapareciendo.
-Será tu final, si así lo quieres...- la bestia aun mirando a mi lado suelta una carcajada y dice.
-El rey oscuro esta muerto, yo vi cuando el ángel de las tinieblas lo mataba, tú no puedes ser él...- después de decir eso la bestia desaparece en el tiempo sin dejar huella alguna, el amuleto se lo ha comido o llevado
Y ahora he vuelto a perder mi oportunidad de matarlo.
Me rezago y me tiro en el piso de rodillas así desapareciendo mi arma.
-La familia Jyevenus tendrá un hijo, el cual se convertirá en el rey de los cazadores- la voz de ese hombre extraño ahora se dirigía hacia a mi.
Me levanto y poco a poco empiezo a voltear a ver a ese hombre que me hablaba.
-Será que en verdad ¿eres el rey?- pregunto inconscientemente y al darme la vuelta estaba ahí un hombre vestido con un traje de cuero pegado a el, botas perfiladas color negras, el pantalón de piel negro que traía puesto muy pegado a sus fornidas piernas, traía con el muchos espacios llenos de armas de diferentes tamaños, dos cuchillos de oro como de unos treinta centímetros a la altura de las pantorrillas, dos dagas de oro de veinte centímetros un poco arriba de las rodillas en pose horizontal, dos espadas de oro de cincuenta centímetros pegadas a la altura de la cintura, dos pistolas de oro con mango de color hueso de unos treinta centímetros, todas ellas con marcas color negro muy diferentes a las que mi arma traía, la camisa de cuero tipo chaleco color negra que vestía traía en la parte de atrás, que era lo único que veía porque el hombre estaba de espaldas, ahí traía dos espadas de oro de unos sesenta y cinco centímetros en la parte de arriba las dos cruzadas entre sí, y cuatro dagas de oro de treinta centímetros y diez en la parte más ancha a la altura de la espalda baja en pose horizontal igual con esas marcas negras, en sus brazos traía como guanteletes que cubrían desde el codo hasta la muñeca, igual de piel color negro que ahí se veían dos dagas de oro de veinte centímetros y cinco en lo más ancho incrustadas en cada mano, cuatro en total.
Su cabello era largo y lacio de color negro azabache agarrado como una cola de caballo.
El me responde.
-Tu los has dicho, puede que sea el rey- no tengo palabras para responder a lo que me ha dicho a lo que continúa diciendo.
-Tu eres ese hijo, ese cazador, el muchacho de los ojos dorados, con la venganza del rey...- la verdad es que no entiendo todo lo que está diciendo.
-Yo soy el ahora rey de los cazadores- cuando dice eso se voltea y no se ve completo su rostro pues esta tapado con una máscara color negra que también tiene esos símbolos extraños de color oro la cual sólo hace que se vean sus ojos color púrpura.
-Yo soy...- su voz ha cambiado completamente no es la misma y sus ojos también, azules ahora son azules...
Sube su mano a la altura de su cara y repentinamente su cabello se suelta y se empieza a quitar la máscara.
-Soy el- su máscara va a la mitad de su rostro blanco como la nieve.
-Señor de la oscuridad- sus labios rojos claros, cuando articula sus palabras se alcanzan a ver entre sus dientes, colmillos blancos más grandes de lo normal parecidos a los que se narran en esas leyendas de esos seres invencibles e inmortales chupa sangre.
-Soy la maldita perfección en este mundo- sus ojos han vuelto a cambiar de azul a púrpura.
Imposible...
Tras parpadear mis ojos y volverlos a abrir vi que desde su cuello empezaba a salir energía negra, se está empezando a formar una capa tras el paso de la misma de arriba a abajo.
Al final me doy cuenta que ese hombre el que estaba en frente de mi traía la misma capa de ese extraño rey que antes había visto en la entrada de mi casa y que había escapado por medio de "El salto"...
El desconocido rey estaba frente a mi...
El rey oscuro...
Estaba ante mi...
ESTÁS LEYENDO
Hunter: Ojos dorados; El heredero
FantasyHe aquí hijo de Fhanonhive... La verdad esta detrás de esa puerta. Busca, porque quieres respuestas. Encuentra porque la verdad estará aquí. Tras una guerra oculta a los humanos, el rey Cazador dejo sin sucesor la cas...