-Bien señores, se acabo el entrenamiento- les digo a los nuevos novatos que entraron hace dos semanas.
-Comandante Han ¿qué pasa, porque tan repentinamente cesa mis actividades?-
-Comandante Jase, el General Shidow y el Coronel Clain lo esperan en el salón del Rey- el comandante Jase Hassol Bridge, un hombre alto de cabello negro y fornido que siempre trae bigote, uno de los mejores diez comandantes de la legión del Palacio. El quinto escuadrón. En total somos tres mil aproximadamente y en cada campo de entrenamiento hay treinta escuadrones que cada uno de ellos tiene entre cinco y diez miembros y entre ellos hay diez que destacan por encima de todos, después siguen los batallones los cuales son de nivel más alto todos tienen un rango de primer comandante de región, en cada campo de entrenamiento que en total hay cien, hay un batallón, el cual tiene cinco miembros, pero en el Palacio real de los cazadores hay cinco batallones. Después siguen los Especialistas los cuales con un grupo de dos mienbros en cuál tiene a los mejores cazadores del campo de entrenamiento los cuales sólo hay un grupo por campo pero en el Palacio hay cinco grupos, los cuales se llevan los trabajos más difíciles de todos. Y luego siguen los Jyuntaer quienes destacan por completo a todos en cada campo de entrenamiento hay uno pero en el Palacio hay cinco en lo cuales se encuentra el Coronel Clain y el General Shidow quien es el más fuerte te todos, dicen que si no existiera el ahora rey de los cazadores el sería el Rey.
-Voy en seguida comandante Han- me responde el comandante Jase mientras me dirijo hacia los otros comandantes.
-Maestre, ¿que haremos después de esto?- Jyannel me prugunta inquietamente pues él es mi único discípulo, siempre se mantiene conmigo a todos los lados a los que voy.
-No lo se Jyannel- le respondo.
Tras terminar de dar los mensajes a los comandantes que me habían dicho les hablará, me dirijo hacia la salida del Palacio de los cazadores para ver si no viene algún mensajero.
-Buenas tardes comandante Han- me dice uno de los guardias de la entrada.
-Buenas tardes cadete, ¿algún mensaje o carta de los otros campos de entrenamiento?- le pregunto al cadete guardián de las puertas el cual me dice que no ha recibido ninguna carta o mensaje a lo que decido irme a caminar a otro lado.
-Maestre, el entrenamiento de hoy no fue muy riguroso- me dice descontento mi discípulo.
Rasgo el aire convirtiéndolo rápidamente en una espada de plata con detalles color blanco azulado, el príncipe eléctrico de cincuenta centímetros le largo y diez de ancho en el filo. Sin esperar a que responda atacó a mi discípulo dando la vuelta con el ataque de la espada a la altura de mi hombro, recto de izquierda a derecha.La reacción...
Mi discípulo forma una espada color roja con detalles negros cubriéndose en pose de Samurai con el filo hacia arriba.
¡Boom! Se siente un estruendo y todos los jóvenes cadetes voltear a ver. El relámpago y el fuego se reencuentran.
Mi espada se cubre de rayos mientras la espada de mi discípulo se enciende en llamas creando así una batalla de muy altos poderes.
¡Shia! Se escuchan las espadas sonar tras los impactos entre ellas. -Eres aún muy débil- mi discípulo reacciona acentuando el ataque con una llamarada que se despega de la espada en dirección mía. -Reelash- digoMi discípulo se pone tenso pues de un segundo para otro aparezco detrás de él apuntando el filo de mi espada a su garganta. -Perdón Maestre, aún soy muy débil- me lo dice mientras tira su espada al suelo la cual desvanece y aparece nueva mente en las manos de Jyannel y se mueve rápidamente casi a la velocidad a la que yo me he movido. ¡Shia! ¡Shia! ¡Shia! ¡Shia! ¡Shia!
-Thunder- mis palabras son muy fuertes
-Shiander- las palabras de Jyannel se ponen rígidas.
De mi espada que levantó hacia el cielo cae un trueno de mucho poder hacia la espada que a su vez crea alrededor de unos quince relámpagos que pegan hacia el suelo removiendo toda tierra del lugar al rededor de dos metros en figura redonda a la espada.
Mientras Jyannel clava su espada en el suelo el cual se empieza a ver salir en cuatro líneas salir el fuego.
Los dos nos movemos contra el otro en un ataque relámpago con velocidad impresionante.
-¡Comandante!- somos interrumpidos por la comandante Sia Deflang. Nuestra batalla de entrenamiento se ha terminado.
-Comandante Sia, ¿porque ha interrumpido nuestro entrenamiento?- una mujer de cabellos castaños y ojos color miel de piel Blanca.
-El General Shidow le busca, dice que el Rey quiere hablar con usted- era obvio que algo importante pasaba pues nadie detiene nuestro entrenamiento.
-Voy en seguida, comandante Sia busque al Coronel Clain y dígale que siga con el entrenamiento de mi estudiante- le digo mientras me dirijo hacia el Palacio.
-Buen día, comandante Han- me dice el general Shidow que me espera a la entrada del Palacio.
-Buen día, Shidow, no necesitas ser así conmigo simplemente soy Eyllein Han Jyevenus Haunt para todos ustedes- me sonríe mostrando toda su dentadura, muchos colmillos, blancos.
-Lo se pero es raro que te digamos así, aún siendo el único al que el Rey llama personalmente, todos dudan de quien eres tú- me lo dice con una sonrisa muy marcada en todo su rostro.
-Y eso que, solo soy yo una persona normal- le digo mientras voltea a ver hacia adentro del Palacio.
-El Rey aún te espera- lo dejo y voy hacia donde esta el Rey en el salón principal.
Este corredor es demasiado grande y su alfombra roja, colgados en la pared están todos los cuadros y retratos de los Comandantes más importantes que ha tenido el Palacio, uno de ellos mi padre el cual dice abajo los grados que tuvo, Primer comandante, Primer jefe de batallón, El primer especialista, el mejor Hůņtêř antes del General Shidow y el más dotado para ser el siguiente sucesor del Rey, ese retrato me da tanta nostalgia, es el que esta afuera del salón principal. El salón del trono.
Tocó a la puerta y me abren dos extraños hombres que traen consigo unas armaduras de cuerpo completo sin poder ver sus rostros y quienes son.
El Rey esta de pie atrás del trono viendo a su retrato.
Me dirijo hacia él, parece que no se ha dado cuenta de que estoy aquí.
Llegando a cinco pasos antes de los escalones que suben hacia el trono siento una aura muy densa y poderosa, esa misma que sentía cuando iba en búsqueda de mi padre, esa misma sensación cuando sentí la mirada antes de llegar a ver a la bestia por primera vez.
-¿Señor me mandó a hablar?- nuevamente me encuentro en el salón del Rey cazador.
-Si Eyllein, toma asiento por favor- me dice el Rey mientras voltea a verme para señalar el trono.
A lo que estoy inseguro pues el trono sólo puede sentarse el Rey.
-Sin miedo Eyllein- me dice mientras me sonríe y les señala a todos los guardias que estaban en la entrada principal y las otras alternas que en total son siete a que se retiren.
Ya saliendo todos me siento más libre de sentarme pues ya nadie más esta viendo.
-¿Que se siente estar ahí?- me dice mientras solo escucho su voz pues se ha ido hacia atrás del trono.
Noto que se ve ampliamente desde este lugar, todas las entradas.
-Hace mucho tiempo un hombre que quiso estar ahí a como diera lugar, nunca lo logró y se vio forzado a huir de aquí, el se convirtió en nuestro enemigo- la verdad que no se con que fin me haya mandado hablar.
-Declaró la guerra contra mi anterior sucesor, hasta ahora sus ideologías de destruir a los cazadores han permanecido con sus discípulos- sólo me mandaría llamar para contarme sobre la historia del reino.
-eso sucedió hace diecinueve años, tu padre luchó contra él cuando intentó matar al anterior Rey, y fue derrotado por tu padre- recuerdo que mi padre pudo haber sido el Rey.
-Después de eso llegaron diez cazadores enemigos a salvarlo y así diciendo el, "juro matar a toda tu descendencia Zaccarias" después de eso tu padre temió que él los matará a lo cual pidió al Rey ser desterrado por un tiempo al mundo humano, tú viviste durante unos tres años aquí, antes de que se fuera tu padre- se pone a mi lado derecho viendo hacia la puerta principal.
-Vino a este salón y en eso momento estaban tres hechiceros elfos, profetizaron una cosa "La casa Jyevenus criara a un varón el cual despertara los ojos Dorados y la Venganza del Rey, convirtiéndose..." Se escucha que tocan a la puerta, lo cual interrumpe nuestra conversación. El coronel Clain abre la puerta, trae consigo dos pergaminos de cuero con asas de oro con símbolos muy extraños.
-mi rey, los elfos han encontrado la posible ubicación- a lo que me levantó rápidamente pues recuerdo que sólo el Rey puede sentarse en ese trono.
-Pásamelos- dice el mientras estira la mano a lo que Clain se acerca con rapidez para entregar los pergaminos.
-Ya veo- dice el Rey mientras voltea a verme con una mirada de incógnita.
-Eyllein, podrías mandar llamar a Shidow y dile que antes vaya por "ellos"- lo dice mientras se acerca al trono y toma asiento.
-¿"ellos"?- le pregunto, porque le he preguntado?.
-El ya sabe quienes, ve rápido esto es urgente- a lo que ya no preguntó nada mas y me pongo a correr para buscar a Shidow.
-Shidow, el Rey te busca- lo alcanzó mientras se dirige hacia el gran salón.
-Lo se- me responde cortante mientras yo me tranquilizo y voy en busca de mi discípulo.
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Hunter: Ojos dorados; El heredero
FantasyHe aquí hijo de Fhanonhive... La verdad esta detrás de esa puerta. Busca, porque quieres respuestas. Encuentra porque la verdad estará aquí. Tras una guerra oculta a los humanos, el rey Cazador dejo sin sucesor la cas...