Recuerdos

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Ese día recuerdo que dijo que casaría un cervatillo para que todos comiéramos en la cena, recuerdo que esa extraña tarde se escucharon diez disparos de su arma, algo muy raro, yo salí corriendo para buscarlo y tal vez ayudarlo, puesto que nunca había escuchado a mi padre hacer tantos disparos para un solo animal. Cuando llegue al lugar no había rastro de ningún animal muerto, volteé por todos lados y no encontré nada, en cambio ese día ví a mi padre recostado en un árbol, corrí hacia él.

-Hijo, los amo cuida de todos tus hermanos, tú eres...- fueron sus últimas palabras.
-padre no mueras, no...papá!!- grite al ver que mi padre había muerto desangrado.
En mi mente sonó una abrumadora pregunta -¿Qué demonios es eso?-
Frente al cuerpo de mi padre a unos escasos dos metro había sangre, mucha sangre que posiblemente era de un animal.
Volví mi mirada hacia dirección del cuerpo de mi padre y...
Me percaté de que al lado de el había un hermosa y muy peculiar arma la cual tome sin dudar y me di cuenta que no contaba con ningún tipo de agujero por donde meter las balas para recargarla y tenia un símbolo muy extraño que me parecía familiar, sabía que yo lo había visto antes. Era color crema casi como perla y con detalles y símbolos muy extraños los cuales me resultaban muy familiares como si hubieran sido tallados a mano, de color oro y junto a el mango de ella estaba ese símbolo que juraba haber visto antes. Muy hermosa y extraña a la vez -¿como se recarga?- fue mi primer pensamiento. La empuñe muy fuertemente pues no pesaba nada para su tamaño, un rifle de caza que jamás le había visto a mi padre, pensaba que lo había comprado recientemente.
Mis ojos llorosos y mi mente con ira me dije a mi mismo «tengo que buscar a lo que le hizo esto a mi padre»
Al pararme a revisar el charco de sangre vi que habían pisadas había dejado huella.
-Juro vengarte padre-

Seguí el rastro de sangre que el supuesto animal había dejado a su paso pero después de recorrer una distancia aproximada de treinta metros en dirección al noreste encontré un cervatillo.
Al ver lo que encontré mi mente reaccionó sola dando una pregunta.
-¿como es posible que el arma haya hecho eso?- mi semblante cambio totalmente, yo estaba aterrorizado por lo que había visto, pero no tarde mucho y pronto me dí cuenta de que no era ese animal o bestia al que mi padre había disparado.
Esa herida
Tanta sangre
No pudo haber sido un cervatillo común -¿Pero qué animal o bestia podría hacer eso?- me puse en cunclillas a revisar todo el panorama mientras me seguía preguntando -¿sobrevivir a diez disparos y a tanta perdida de sangre, para luego comer o más bien destrozar un cervatillo?- al lado había más huellas y más sangre, seguí el rastro que estaba a lado del cervatillo, camine durante diez metros y el rastro se perdió en la nada, había desaparecido la sangre o tal vez -¿ya no estaba herida la bestia? pero ¿como podría ser eso posible?-...

Eyllein Han es mi nombre y mis apellidos son Jyevenus Haunt tengo 15 años, vivo en medio de un bosque de pinos y abetos donde no hay más que solo un pueblo cerca de mi casa y está a dos horas en caballo, llamado eldfrainn aunque hay ciudades más grandes pero están a tres días a caballo.
Soy hijo de un cazador muy reconocido y afamado en el reino, Zaccarias Jyevenus y de Allaistin Haunt quien es mi madre, ella hace pan pues tenemos un enorme horno de adobe a las afueras de nuestra casa y lo vendemos en el pueblo...
Tengo un hermano menor, el se llama Blade Ebrain así le dicen mis padres y mis hermanas aunque yo mas bien lo nombró "Ciervo" pues es muy pequeño o "Halcón" ya que es muy veloz a la hora de cazar, para cuando sea grande será un cazador muy fuerte, el tiene doce años sus ojos son verdes y sus cabellos son rubios cenizos como los de mi madre y su piel es muy blanca.
Mis tres hermanas, dos de ellas son gemelas pero diferentes, Gabrielle, ella tiene los ojos verdes de mi madre y cabello rojo de mi padre y Luna, ella tiene los ojos azules de mi padre y el cabello rubio cenizo de mi madre, Gabrielle es la más grande de ellas dos, tienen 13 años. Elizabeth ella es más parecida a mi aunque la diferencia de que es mujer y tiene los ojos verdes de mamá y el lunar que mi madre tiene, en el mismo lugar en su mano derecha, ella es la primera hija de nuestros padres, tiene 16 años.
Mi cabello es más oscuro que claro de color castaño y yo no poseo algún rasgo peculiar de uno de mis padres es como si yo fuera adoptado, pues soy el único con los ojos color miel.
Hoy cumplo años y voy a festejar que he alcanzado a mi hermana por tan sólo por unos días, pues nos llevamos por 11 meses y 11 días.

El mismo día que...

Me encuentro adentro de la casa, es amplia y grande voy saliendo de mi cuarto que queda enfrente a donde está el comedor apuntando directamente a la salida de la casa, al lado izquierdo esta la habitación de Blade, del lado derecho están las habitaciones de las gemelas y después la de Elizabeth que es seguida de unas escaleras de madera en donde arriba mi padre y mi madre tienen su habitación, es muy amplia y papá tiene una sección en donde guarda todo tipo de armas que llevan proyectiles, a un lado del comedor se encuentra en donde se prepara la comida, hay una enorme chimenea hecha de piedra que llega a más de treinta centímetros por encima del cuarto de mis padres, el techo es completamente de madera.
Me dirijo a donde está mi mamá, sentada en el piso donde está prendiendo el fuego a la chimenea.
-Hola, Eyllein- su voz es tan cálida y hermosa
A lo lejos se empieza a escuchar el trote de un caballo y un pequeño aire entra por la ventana que esta aun lado de la chimenea
-Mamá, papá ha llegado, escucho a su caballo- le digo con bastante alegría a mi madre
-Han, ve y espera a que tu padre llegué, en el establo-
Tardo más en escuchar lo que mi madre me dice pues me apresuro corriendo hacia la puerta de la casa y la abro rápidamente y me voy corriendo aventando la puerta fuertemente hasta cerrarla y me dirijo a donde está el establo donde tenemos varios caballos marrones y uno blanco que es el de mi madre, cuando llego a las puertas del establo estaban abiertas y estaba ahí, el imponente cazador vestido de un pantalón olgado de color café y zapatos tipo bota de cuero negros que donde está el tobillo trae espuelas y una camisa color rojo carmesí con un peculiar atuendo encima, un chaleco de color negro con nuestro símbolo familiar y su sombrero de piel con dos pequeñas plumas blancas, se encontraba ante mi, mi héroe medieval, con su cabellera roja ondulada y su barba que cubría la mayor parte de su rostro, esos ojos azules tal cual cielo en su mirada con una seguridad al bajar del enorme corcel negro, Tormento su nombre. Un gran percherón.
-Han, hijo mío feliz cumpleaños- las palabras de mi padre al bajar de tormento y voltear a verme. Después de eso nos encaminamos juntos hacia la casa. Y antes de llegar a la puerta se detiene un poco, volteando a ver hacia el bosque con un poco de nostalgia.
-hijo, iré a cazar un cervatillo para que todos comamos en la cena, no tardó- si, papá cazará un cervatillo, quiero ir con él, mi padre casi nunca quiere que le acompañe solo cuando el me enseña algunos trucos de como cazar, así que entro a la casa un poco triste como siempre y ahí espero por él.

Ya paso un tiempo y me empiezo a preocupar y preguntar en mi cabeza.
-ya ha pasado media hora y papá no vuelve, ¿no habrá cervatillos?- en ese momento se escucha un disparo de un arma muy potente no muy lejos de aquí, seguido de nueve más, uno por segundo.
Me inquieto, tanto que es demasiado notorio -¿pero que? Esto no es normal!- me levanto corriendo y agarró el rifle que mi papá me había regalado en mi cumpleaños pasado y me encaminó a su encuentro, no es normal que el haya disparado tantas veces -¿donde estará mi madre?- tiro de la puerta muy fuerte dejándola abierta
-¡papá! ¿Qué habrá ocurrido?- pienso fuertemente, sigo corriendo adentrándome al bosque, rato después de seguir corriendo a donde había escuchado el disparo, alcanzó a ver a mi preciado padre tirado en el piso recostado de espaldas en un enorme pino viejo, espero este bien...
-Papá- mi desesperación se disipa
-ggghhrrrr- el rugido, esta de regreso!
Mi mente se empieza a nublar, todo se empieza a ver más negro en cada paso que doy.
-Eyleinn, No!- no me pidas eso, tengo que hacerlo.
-¡salvalos!- lo haré juro que lo haré
-¡Salvalos!¡Eyleinn!- se que lo haré padre
-¡No sabes ni lo que quieres! Y ¿Quieres matarme?- te mataré incluso aún que sea lo último que haga.
-¡No lo hagas!¡Regresa!- un sudor frío recorre todo mi cuerpo. No puede estar pasando
No...
No otra vez...
-¡¡Eyleinn!!-...

Hunter: Ojos dorados; El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora