24-Caza

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La noche había sido extremadamente movidita para el mago y la chica. Hacían una pareja extraña pero perfectamente combinada el uno con el otro. Se movían a la par y uno complementaba los fallos del otro.

Un cosquilleo nuevo se instaló en el corazón de No'ah aquel día, y no la abandonaría nunca. El fervor de la caza, la tensión del arco entre sus dedos, sus músculos preparados para saltar en cualquier momento, la adrenalina... Se sentía como un depredador a la espera de su presa,, no como ella misma. Parecía  como si un instinto que antes  no tenía la asaltaran  y  ajustara sus manos sobre el arco de madera, ahora con relieve
de marcas del hilo dorado del mago. La sensación era maravillosa y a más flechas disparaba más lo sentía. Para ella era como una danza en la que bailaban ellos, las estrellas y sus enemigos.

Una cueva se vio no muy lejos: el hogar de los cuervos.

Habían estado buscando ese lugar concreto. Anteriormente tenían una baga idea de donde se encontraba pero Elaisa había estado preguntando a cierto ex-principe líder de una rebelión con el que tenía una extraña alianza.

Mientras la chica había estado con su padre, el mago había ido a visitarlo. La primera impresión del brujo desde que lo vio la última vez: estaba viejo.

Tantas cosas habían cambiado en él que no podría ni dar una lista de ellas. Para empezar se había echo adulto. La última vez que lo vio apenas tenía catorce años y era revoltoso e impulsivo. Ahora era más bien... mayor. Elaisa se quedó pensativo, buscando una palabra que lo definiera mejor.

La chica lanzó una mirada al mago, que avanzaba en completo silencio a su lado, como un fantasma o un espectro que acompañaba su alma al otro mundo. Los ojos bicolores de él se cruzaron con los suyos. Ella le hizo un gesto con la mano y salió corriendo a toda velocidad para alcanzar una mejor posición, no vio como el mago abría mucho los ojos, horrorizado.

«Es el momento», pensó impávida. Podía aprovechar la luz de las estrellas, a la que ya se había acostumbrado, para ver. Entonces el arco haría su trabajo.

Se arrodilló detrás del arbusto y se preparó. Comprobó las flechas y el arco, y volvió a mirar a su oscilante presa, apoyada en una piedra. Luego percibió el brillo de los cuatro ojos rojos del cuervo y tembló. Incapaz de esperar más, deslizó la flecha en el arco, apuntó y disparó.

La flecha partió como un rayo; acababa de salir del arco cuando las alas se abrieron y el horrendo cuervo inició un lento vuelo. La chica lo vio caer bajo su disparo, pero antes de que pudiera alegrarse, un chillido ensordecedor se alzó en la cueva y le hirió los oídos, mil veces más fuerte y más feroz que el que había oído cuando su hermano y Sachar habían cruzado la Puerta hacia el Reino Perdido.

De repente se dio cuenta de que el chillido no llegaba solamente de la cueva, sino también de detrás de ella, y un terror ciego le atenazó la boca del estómago.

Había subestimado al enemigo.

Decidida, con todo, a no rendirse, cargó una nueva flecha, pero ni siquiera le había dado tiempo a localizar un blanco cuando una nube furibunda surgió de la cueva y se unió a la nube de su espalda. No'ah cerró los ojos y gritó mientras las dos nubes de criaturas monstruosas se abatían sobre ella velozmente como miles de manos extendidas para descuartizaría. Tal como habían hecho con el pobre Elmor. Como quizá ya habían hecho con Sachar...

De repente, algo llameante pasó por encima de No'ah, que luchaba desesperadamente cubierta por completo por una nube de cuervos. Explosiones acompañadas de resplandores sacudieron árboles y montañas y algunos matojos ardieron mientras un sonido parecido a un trueno llenaba todo el valle.

Muchos de los oscuros seres que habían atacado a No'ah se deshicieron en fuentes de llamas azules y celestes. Otros huyeron chillando hasta que todo volvió a estar en calma y tan silencioso como antes. Una figura alta e imponente se inclinó sobre la chica y le puso su delgada mano en la cabeza.

-¿Estás bien, muchacha? -oyó preguntar a la voz de Elaisa.

No'ah, todavía temblorosa como una hoja, asintió lentamente, alzó los ojos y encontró los del mago, que llamearon. Su voz tronó inmediatamente después.

-Pero ¡¿se puede saber que se te ha metido en la cabeza?! -la regañó con un tono que no admitía réplica.

-Yo... -balbució la chica.

-¡Tú nada! Ir directa a la boca del lobo... ¡Y sola, además! Podía esperarme cualquier cosa de ti, muchacha, menos un gesto tan imprudente. ¡Mira cómo te han dejado! Si yo no hubiese estado, habría sido tu final -gritó enfurecido. El mago le pareció a No'ah más alto y amenazador que en cualquier otro momento. Se le había olvidado esa faceta. -Y bien -volvió a gritarle haciendo que casi temblara la tierra-, ¿qué tienes que decir?

No'ah cerró los ojos y notó que una lágrima le corría por la mejilla del miedo que había pasado. Le habría gustado decir mil cosas. Habría querido hablarle de la muerte de Elmor, de cómo se había sentido con ello, de las pesadillas que la asaltaban cada vez que cerraba los ojos...

Pero no dijo nada de todo eso. La verdad, y ella lo sabía, era que se había equivocado. Él le había dicho que esperara a su señal y ella había desobedecido.

-Lo siento... -dijo.

Elaisa pareció sorprendido por su reacción y guardó silencio un instante.

-Ah, claro. ¡Me gustaría verlo! - farfulló al final.

Luego dio unos pasos hacia la cueva. Desapareció en su interior, volvió a salir y fue hasta No'ah velozmente.

-¡Vamos, en pie! -la increpó con sus maneras rudas y extrañas- A simple vista, sólo tienes unos arañazos. Nada que no pueda curarse. Creo que tendrás que hacer algo con tu pelo, ¡está todo pegajoso y lleno de sustancia roja!

La chica se pasó una mano por el pelo enredado tratando de desenmarañarlo, pero sin grandes resultados.

-Ya pensarás más tarde en tus trenzas -le dijo el mago bruscamente -, ahora tenemos que irnos. Dentro hay información muy valiosa. Pero si quieres una buena noticia, no creo que queden más de esos cuervos.

No'ah miró a la cueva y se le pusieron los pelos de punta. Él decía que ya no quedaban pero ella lo había visto. Había observado como un par de marchaban volando.

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⏰ Última actualización: May 26, 2018 ⏰

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