Desperté en un campo, a pesar de que tenía los ojos cerrados lo sabía, el suave roce del césped en mis manos, acompañado de un aroma dulce y una suave brisa primaveral. Tendido ahí me sentía pleno, sentía que podía hacer lo que quisiese, pero lo único que quería era acostarme en la hierba.
Permanecí ahí un largo rato, cuando decidí levantarme lo hice lentamente, como si despertara de una muy larga siesta, era de día y podía sentir el sol sobre mi espalda, pero lo más importante era la joven frente a mí.
Tendría más o menos mi edad, unos 26 máximo, tenía una pícara sonrisa en el rostro, un mar de cabellos castaños que iban de su cabeza a su cadera, sus ojos eran dos pequeñas avellanas que brillaban con el sol.
-Buenos días- dijo con una voz dulce y melodiosa -Parece que estabas agotado-
-Lo estaba- respondí
-Bueno, espero que hayas descansado muy bien, tenemos mucho de qué hablar, pero creo que lo sabes-
Después se levanto y comenzó a dar vueltas alrededor mío, mientras la veía danzar alegremente también pude observar que estábamos rodeados de árboles, eran de muchos tamaños y colores diferentes, la joven estaba jugando entre ellos, se perdía y regresaba mientras tarareaba una canción.
-Sabes tú, que desde el inició de los tiempos, la historia de los hombre ha estado acompañada de una pregunta ¿Qué es el amor? Cientos de poetas, filósofos, pensadores, escritores e incluso científicos han buscado la respuesta a esa simple pregunta, cada uno encuentra una respuesta diferente, algunos hablan sobre magia y otros sobre química, cantan canciones y recitan poemas, pero dime ¿Qué es para ti el amor?-
El amor...casi inmediatamente pensé en Elisa, su pareja, con todo lo que había sucedido no había tenido tiempo de pensar en ella, de pronto de vino a la mente como un recuerdo lejano, sus labios color cereza o su perfume a frutas, aquellas noches de invierno que pasaron juntos...todo eso parecía lejos de mí. Elisa era hermosa de una forma que poca gente podía ver, era cálida y cariñosa y por eso la amaba.
-¿Cuál es su nombre?- la joven ni si quiera me dejo responder – vamos, dímelo, puedo ver ese brillo en tus ojos-
Dudé, dudé por un segundo pero al final le respondí.
-Elisa-
-¿La amas?-
Esta vez no lo tuve que pensar ni un instante
-Si-
-Ojalá tuviéramos más tiempo de charlar, me encantaría escuchar tu historia, siempre eh creído que cada historia tiene un detalle que la hace hermosa, única y merecedora de ser contada, una lástima que no dispongamos del tiempo... Eres como muchos hombres Eiden, pero entiendes muchas cosas que otros hombres no llegan a entender, o eso espero- mientras caminaba, se perdió en los árboles, dejó de hablar y cuando reanudo su charla su voz era otra, al igual que su aspecto, ahora era un anciano, era mi padre – El amor viene en muchas formas, viene de tus padres y tus hermanos, viene de la naturaleza, tan solo ve a tu alrededor, este bosque está lleno de él, viene del corazón, los hace fuertes y los hace humanos- volvió a cambiar, era mi madre – El amor nos inspira, nos hace escribir y cantar, reír y soñar – cambio a un joven que jamás había visto – El amor se respira igual de la misma forma que el aire, llena salas repletas y llena sobre todo, nuestras almas -
Desapareció una vez más, cuando emergió de entre los arboles tenía el mismo aspecto que Elisa en su primera cita meses atrás e incluso su mismo rostro. Elisa traía puesto un vestido morado y largo, traía su cabello normalmente lacio, enchinado. Un perfume a frutas inundo inmediatamente mis fosas nasales.
-E..¿Elisa?-A pesar de estar sentado sentí que iba a desfallecer
-No soy ella, pero podría serlo- tenía su misma voz, cuanto la extrañaba- Muchas veces el amor nos ciega ¿No es cierto?-
-Yo pienso que el amor es una de las cosas más importantes en la vida de una persona, vamos por ahí caminado cualquier día, nuestros ojos se encuentras con otros y cuando menos lo esperamos estamos enamorados, no siempre nos ciega a veces nos abre los ojos ¿No es así?-
-Lo es-
-Pero el amor, es un arma de doble filo, a veces la gente sale herida, la gente es cruel a veces, no importa cuánto ames a alguien puedes llegar a...-
-Ahí está tu error, tu error y el error de todos los humanos- la expresión de la joven con el rostro de Elisa era triste, había dejado de mirarme para mirar al césped fijamente – El hombre juega con las palabras, les da el significado que quiere y cuando quiere, amar y querer, dos palabras unidas como hermanas, tan cerca una de la otra, pero tan diferentes...- podía notar la decepción en su voz. Tras un breve silencio continuó- Cuando amas tu no lastimas, cuando amas respetas, cuando amas no sufres, cuando amas no hay necesidad de nadie más, cuando amas aceptas y te acepta. Confundir el amar y el querer es mortal, querer algo tan desesperadamente hasta que lo mates...o te mate a ti-
-Nunca lo había visto de esa forma...- Me volvió a interrumpir
-Nadie nunca lo hace- no sé cuando había empezado a llorar, tenía ganas de correr y abrazarla, pero recordaba que ella no era Elisa. Entre sollozos continuó- por eso hay corazones rotos por doquier, por eso la gente "muere por amor", por eso la gente matar por amor ¡Porque retuercen su belleza! Hay personas que ni si quiera se aman a ellas misma e intentan amar a alguien más ¿No suena ilógico?-
Intente decir unas palabras pero me fue imposible, había mucha verdad en lo que Elisa decía o bueno lo que esa joven decía, los hombres y mujeres usamos el amor como si fuera un desechable, juramos amar y unos meses después no recordamos a quien se lo hemos jurado, creemos amar, pero solo codiciamos.
-Ustedes los humanos no entienden y probablemente nunca entenderán – La joven seguía llorando – El amor debería ser un puente a la felicidad, no un motivo para sufrir. Vete. Pensé que tu entendías, pensé que erad diferente pero solo eres uno más-
-Pero e aprendido, mucho, tus palabras son sabías...-
-Podrás decir lo que quieras, pero nunca serás como yo, tal vez hoy aprendas pero mañana olvidaras, como todos, nunca entenderás que el amor es perfecto... -
-Nada es perfecto- de eso estaba seguro
-¡VETE!- su grito fue una especie de sollozo cargado de ira
-Así será-
Y una vez más, la negrura cubrió mi vista.
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Sueños Del Alma De Un Hombre
Historia CortaUna hisotoria de un hombre, que, mediante sueños entendera a su forma la naturaleza humana y los problemas que la aquejan